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El negocio de las cuotas de pesca que compromete a la Subsecretaría de Pesca Opinión

El negocio de las cuotas de pesca que compromete a la Subsecretaría de Pesca

» Subsecretaría de Pesca, que no dudó en este caso en alterar el estatus de sobreexplotación. Más grave aún es la complicidad de los «Comités Científicos», los que se han valido de lo anterior en los últimos años para seguir entregando cuotas de pesca de sardina austral sin tomar en consideración su condición de sobreexplotada, lo que no extraña, ya que estos últimos están integrados por miembros que antes participaron favoreciendo a las grandes empresas pesqueras que la explotaban al margen de la ley y ellos les encubrían sus necesidades de cuotas de pesca de sardina austral en «fines científicos», a través de «pescas de investigación» ideológicamente falsas».


Se acaba de denunciar que el Grupo Angelini se habría beneficiado de cuotas de pesca con «barcos de papel», lo que abre la caja de Pandora de una corrupción que se viene practicando de la mano de la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) por décadas, la que hasta ahora no había podido llegar hasta la justicia. Lo anterior genera una oportunidad para que el Ministerio Público desbarate las redes de criminalidad económica que giran en torno a las cuotas de pesca y que han tenido como principal víctima la sobreexplotación y colapso de todas las pesquerías del país.

Sobre este caso, Eduardo Tarifeño, miembro del Consejo Nacional de Pesca, ha comentado: «Se trata de la denuncia de un particular sobre la entrega desde 1994 por los sucesivos subsecretarios de Pesca, de millonarias cuotas a los propietarios de 64 barcos pesqueros que supuestamente estaban en construcción en ese momento pero que nunca fueron botados al mar; es decir, solo existían en los documentos (‘barcos de papel’) que respaldaban la asignación de cuotas de pesca, pero que, sin embargo, obtuvieron matrículas sin estar inscritos en los registros respectivos».

Y agrega: «Estos ‘barcos de papel’ permitieron a sus dueños-armadores aumentar en forma engañosa los volúmenes de la capacidad de bodega de sus flotas y por lo tanto tener acceso a mayores cuotas de pesca. Frente a esta situación, a todas luces dolosa, surgen entonces las preguntas: ¿hubo colusión entre los armadores y funcionarios sectoriales para que se entregaran cuotas de pesca a los ‘barcos de papel’?¿Por qué los mecanismos de control a nivel de Subpesca, Sernapesca, DGTM-MM y Contraloría para evitar esta situación no funcionaron durante todos estos años?».

Las cuotas de pesca que exterminaron el jurel y el poderoso Grupo Angelini

Ciper hace unos años denunció que cuando le preguntó al Sernapesca por qué si la ley solo permite un 35% de captura bajo talla, no existen sanciones a las empresas –la principal, Corpesca– que operan en la macrozona norte. Su respuesta fue: “Todas las operaciones de pesca de jurel en la zona norte del país hasta el 2011 se han efectuado bajo la modalidad de pesca de investigación».  La misma denuncia de Ciper dio cuenta de que «el 23 de marzo del 2011, el gerente general de Corpesca S.A., el Sr. Francisco Mujica, se presentó» ante la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, según consignó Diario 21, donde señaló que entre 1997 y 2000 se pescaron más de 3.000.000 de toneladas de jurel bajo talla en la Región del Bío Bío, amparado en el concepto de ‘pesca de investigación’ (5) y que corresponde a los asociados a ASIPES.

La denuncia de Francisco Mujica, ex gerente de Corpesca y actual vicepresidente de Sonapesca y procesado por el Ministerio Público, da cuenta del espectacular negocio que conseguían estos con las CUOTAS DE PESCA conseguidas con la Subsecretaría de Pesca como «pescas de investigación», con la complicidad y silencio de los diputados de la Comisión Pesca de la Cámara de Diputados. Las CUOTAS DE PESCA abastecidas por la Subsecretaría de Pesca como «pescas de investigación» superan los 1.000 millones de dólares, un negocio multimillonario para los que se beneficiaron de las mismas y que seguro dio para cohecho y otros delitos, y que tuvo consecuencias demenciales de devastación para todas las pesquerías del país en las últimas décadas.

Ex Contralor Sr. Ramiro Mendoza y las cuotas de pesca de jurel para Corpesca

El ex Contralor, quizás en el único caso que mostró diligencia en temas pesqueros, se esforzó por darles la razón a los reclamos de Francisco Mujica de Corpesca y zanjó vía Dictamen que el jurel del Norte que capturaba este correspondía a una pesquería distinta a la del sur y que ello debía acatarlo Subpesca, para la asignación de cuotas de pesca. Sobre este tema, Eduardo Tarifeño, un experto del sector pesquero, entrega antecedentes sobre la inconsistencia de ese dictamen del ex Contralor: «Un caso específico, fue la insistencia de Corpesca durante años que el jurel que ellos pescaban en la zona norte, era una especie diferente del jurel del sur, para así justificar que el 75% de sus desembarques estaban bajo la talla mínima de pesca.  Solo los antecedentes científicos nacionales e internacionales de la estructura genética de estas poblaciones, que demostraron que era y son una misma especie, lograron rebatir los argumentos de Corpesca». En esta misma arista se encuentran comprometidos no tan solo el senador Orpis, sino también Cantero, Flores y Gómez.

Cuotas de pesca de camarón y langostino

La anterior empresa que tenía el presidente de Sonapesca y en la que se inició en el negocio de estas dos pesquerías, hace unos años fue acusada por el presidente de su sindicato por varios temas en que sintieron fueron perjudicados como trabajadores, ya que la misma fue liquidada por el anterior, no así las cuotas de pesca que ellos les ayudaron a conseguir.

En esa ocasión entregó detalles de cómo ese había obtenido las cuotas de pesca de manos de la Subsecretaría de Pesca que por ese entonces estaba a cargo de Felipe Sandoval, según se rescata en Revista Jurídica del Ministerio Público, pág. 280: «Que se hicieron convenios con el antiguo Intendente de la Cuarta Región, firmándose ‘un papel’ en que ellos se comprometían a mantener la fuente laboral a los trabajadores a cambio de que los ayudaran a pedir más cuotas de captura, con participación de diputados, senadores y el alcalde, para que se mantuviera la fuente laboral. Asevera que la empresa ha sido privilegiada respecto a las cuotas de captura, a nivel nacional, la que más cuota ha conseguido y que la mantiene en la actualidad».

En los últimos años su empresa, que es continuadora de la anterior, ha agregado a su negocio las cuotas de camarones y langostinos de El Golfo y Blumar S.A. con el visto bueno de Subpesca.

Cuotas de pesca de merluza

Este tema lo ha puesto en el tapete, el pasado 13 de noviembre 2016 en el diario El Sur de Concepción, Hugo Arancibia, investigador de la U. de Concepción que se encuentra al frente de un estudio sobre la Merluza y encargado por IFOP. En este caso toca la arista de cómo el sector industrial se ha terminado quedando con la cuota de la pesca artesanal de merluza: «En esta región hay más de 1.350 personas inscritas como pescadores artesanales y esta es la única región donde la cuota no va a la nave, sino al individuo. Y operan actualmente entre 24 y 48 personas que dan cuenta de entre el 2% y el 5% y el otro 95% traspasa o vende su cuota, principalmente a los industriales que finalmente la pescan. Si tuvieras ese papelito, es como si estuvieras pescando, no lo pierdes y queda para el otro año. ¡Pero, Sr. Subsecretario, si el 95% no está pescando peces (merluzas). En la Región del Bío Bío, los que efectivamente operan son menos de la mitad de los que están registrados».

Cuotas de pesca, un negocio de cientos de millones de pesos con participación de Subpesca

Hace un par de años un dirigente de la pesca artesanal de la actual Región de Los Ríos me confidenció cómo él y sus asociados habían sido víctimas de la venta de cuotas pesqueras, las que tenían su origen en la Subsecretaría de Pesca, y la dimensión de los dineros que se movían con este negocio que ya ha cumplido más de una década. En el contrato que me compartió salía que habían pagado más de 100 millones de pesos en el año 2006, por una cuota de sardina común y anchoveta que la Subsecretaría de Pesca le había entregado a un Sindicato de Pescadores de la X Región para que las vendieran, ya que a ese año Subpesca sabía que no existía sardina común en las Aguas Interiores y que lo que existía allí correspondía a sardina austral o fueguina, lo mismo lo sabía IFOP: «… Los muestreos de septiembre en adelante ( 2005 ) virtualmente solo han registrado sardina fueguina y anchoveta», FIP 2004-39 de la autoría del IFOP.

A pesar de lo anterior, Subpesca entregó 77.585 toneladas de sardina común en el período 2007-2013 para el negocio de venta de cuotas. En estos dos últimos años, 2014 y 2015, en que se dejó de alterar la estadística del Sernapesca, sus desembarques reflejaron la realidad: 2014 = 1.333 toneladas y 2015 = 1.027 toneladas, lo que confirma lo reconocido por IFOP el año 2006, que en Aguas Interiores no había sardina común y que se dejó de lado para darle continuidad al negocio de venta de cuotas de pesca que proveía la Subsecretaría de Pesca.

Lo mismo ocurrió con la anchoveta existente en Aguas Interiores de la X Región. En este caso, Subpesca entregó cuotas de pesca por 27.473 toneladas entre el 2007-2009, para el año 2013 no tener otra opción que reconocer que esta última se encontraba AGOTADA y que su desembarque real era de apenas 291 toneladas. Se suma a lo anterior el caso de la sardina austral o fueguina, sobre la cual, en el período 2006-2009, Subpesca entregó cuotas de pesca por cerca de 250.000 toneladas, aunque esta no se encontraba inscrita en los registros pesqueros, por lo mismo los Subsecretarios de Pesca –Felipe Sandoval, Carlos Hernández, Jorge Chocair, Pablo Galilea– no podían disponer de ella, ya que no la tenían bajo su administración, lo que no fue un impedimento para hacerlo al margen de la ley, hasta que el año 2010-2011 tuvieron que reconocer que la habían llevado al estatus de sobreexplotada. Todo lo anterior lo hizo la Subsecretaría de Pesca mientras afirmaba que era parte de una «pesca de investigación» junto a sardina común y anchoveta en las Aguas Interiores de la X Región.

Un contrato que entrega pormenores de los modos de operar en el anterior negocio de las cuotas de pesca, en que Subpesca participaba de su encubrimiento como «pesca de investigación», es el acordado entre la empresa Graneros de la XI Región, perteneciente al grupo de empresas Fiordo Austral, con un pescador artesanal. Ese estipulaba que el pescador era un mero depositario de lo que capturara, y que las cuotas de pesca parte del contrato le pertenecían a esa empresa, incluyendo las cuotas de pesca entregadas como «pesca de investigación» que proveía la Subsecretaría de Pesca. En el mismo contrato se estipulaba medio peso por kilo para Corfapa, la Asociación de Pescadores que dirigía el actual diputado Iván Fuentes y que era parte del negocio, pues era el encargado de justificarla ante los medios de comunicación.

Contraloría ante las ilegalidades de Subpesca

El ex Contralor Ramiro Mendoza, ante la denuncia de la devastación pesquera en las Aguas Interiores de la X Región ocasionada por Subpesca, Sernapesca, IFOP y Consultoras que participaron de la anterior, entre ellas Fundación Chinquihue, Universidad del Mar, entre otras varias, y las empresas Fiordo Austral y Alimar, se las arregló para no investigar ni sancionar nada.

Han pasado 4 a 5 años y el resultado de Subpesca a finales del año 2015 no puede ser más trágico: anchoveta = AGOTADA; sardina austral = alterada su condición de SOBREEXPLOTADA en que había caído el año 2010-2011; sardina común = se entregaron cuotas de pesca por miles de toneladas para una pesquería que no existía en las Aguas Interiores de la X Región, todo encubierto como «pesca de investigación» por Subpesca y tolerado por la Contraloría General de la República, que no quiso investigar ni sancionar a los responsables.

El negocio de cuotas de pesca de merluza austral

La denuncia de ‘Informe Especial’ de TVN en contra del diputado Iván Fuentes que compromete a los senadores Walker, Horvath y a la Asociación Empresarial Fipes, asociada a Sonapesca, agregó nuevas aristas de la dimensión del negocio de los traspasos de cuotas de la pesca artesanal al sector industrial, ya que en las nóminas de pago de Fipes no tan solo aparecen Iván Fuentes y Misael Ruiz de Corfapa, sinotambién Luis Pichott, quien es miembro del Comité Científico de la pesca sur austral que propone las cuotas para las pesquerías que explotan los asociados de Fipes ( merluza austral entre otras), este, a la par de la anterior función, es el actual mano derecha del ministro Céspedes y del subsecretario Raúl Sunico, en temas pesqueros, en especial en Acuicultura . En el mismo listado de venta de merluza austral a Fipes aparece Milton Barría, dirigente de la pesca artesanal y el tesorero de Conapach, José Alvarado, como se puede ver en el documento denunciado por TVN.

Subpesca y el arreglo de la condición de sobreexplotación de las pesquerías

En el negocio de las cuotas de pesca se ha transgredido todo, el que sigue corresponde al caso de la sardina austral, en que la Subsecretaría de Pesca el año 2012 decidió arreglar que esta ya no estaba sobreexplotada : «La pesquería de sardina austral explotada en el mar interior de Chiloé, entre el año 2010 y 2011 evidenció signos de sobreexplotación, caracterizada por una importante disminución de la razón del potencial reproductivo (RPR), que llegó bajo el PBR límite (40%). Probablemente esta situación se revirtió hacia finales del 2012, producto de una reducción en la mortalidad de pesca, encontrándose ahora el recurso fuera de la zona de sobrexplotación».

Cualquier experto en ciencias del mar sabe que no existe ninguna pesquería que haya revertido su condición de sobreexplotada de un año para el otro atribuible a un milagro de la naturaleza, como lo afirma Subpesca. Da la «casualidad» que este embuste coincide con la necesidad que tuvo la anterior, durante el año 2012, para someterla al Régimen Artesanal de Extracción (RAE) y favorecer a un grupo de protegidos que la habían capturado con autorizaciones ilegales de su autoría. Esto se encuentra denunciado a Contraloría.

Lo anterior entrega una alerta sobre los extremos a que llega la corrupción al interior de la Subsecretaría de Pesca, que no dudó en este caso en alterar el estatus de sobreexplotación. Más grave aún es la complicidad de los «Comités Científicos», los que se han valido de lo anterior en los últimos años para seguir entregando cuotas de pesca de sardina austral sin tomar en consideración su condición de sobreexplotada, lo que no extraña, ya que estos últimos están integrados por miembros que antes participaron favoreciendo a las grandes empresas pesqueras que la explotaban al margen de la ley y ellos les encubrían sus necesidades de cuotas de pesca de sardina austral en «fines científicos», a través de «pescas de investigación» ideológicamente falsas.

En el actual sitio web de Sernapesca se puede tener acceso a cientos y cientos de traspasos de cuotas de pesca por año, que comprometen a igual número de empresas, sindicatos de pescadores, personas naturales, etc., negocio multimillonario que tiene su origen desde hace unos años en cuotas de pesca que antes fueron determinadas por los «Comités Científicos», y que corresponden a pesquerías que en la mayoría de los casos están declaradas sobreexplotadas y AGOTADAS, entre estas últimas se encuentran, además de otras, la merluza común, merluza austral, langostino, jurel, sardina común, sardina austral y anchoveta, aquí denunciadas. Los que se benefician con este negocio, defienden qué es LEGAL, ya que está avalado por los Comités Científicos y Subpesca.

El Ministerio Público y la corrupción en el sector pesquero

El Ministerio Público debería prestar atención a esta nueva arista del tejido de corrupción que rodea al sector pesquero, ya que las CUOTAS DE PESCA lo más seguro es que sean la moneda de cambio de delitos de cohecho y financiamiento a la política, y es lo que explique la participación de senadores, diputados, ex ministros de Economía, ex subsecretarios de Pesca, asesores pesqueros del ministro de Economía, grandes empresas, asociaciones empresariales y sus dirigentes, dirigentes de las principales organizaciones de la pesca artesanal, miembros de los Comités Científicos, etc., donde todos los anteriores se habrían y se estarían beneficiando de distintas formas de este negocio multimillonario que termina en un mercado de compra-venta de cuotas de pesca del que se ignora si pagan impuestos o son generadoras de utilidades que no tributan, y que se ha hecho y hace a costa de la sobreexplotación y colapso de las pesquerías y ecosistemas marinos de nuestro país.

La Presidenta Bachelet y el actual Gobierno han contribuido a que la anterior corrupción no se interrumpa, tarea que el subsecretario de Pesca, Raúl Sunico, ha cumplido con desvelo al mostrar como el máximo logro de su gestión el haber conseguido aumentar el número de pesquerías AGOTADAS y sobreexplotadas. Este es autor de conseguir que estas pasaran desde el 48%, en la fecha en que asumió, esto es, a finales del año 2013, al 72% el año 2015, lo que ha obtenido de la mano de la corrupción que rodea a las cuotas de pesca. El subsecretario de Pesca es uno de los pocos que ha sido confirmado en su puesto, a pesar de que sus resultados enlodan al actual gobierno como uno de los peores en materia de protección de la biodiversidad marina y de cuidado de los ecosistemas marinos de nuestro país, a lo que suma el desastre ambiental de Chiloé.

Pablo Fernando González
PYME INNOVACIÓN

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