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Los cabos sueltos que deja el testimonio del investigador privado que encontró el micrófono oculto en la Sofofa Rubén Araos declaró por casi tres horas ante la Fiscalía

Los cabos sueltos que deja el testimonio del investigador privado que encontró el micrófono oculto en la Sofofa

Luisa Navea
Por : Luisa Navea Periodista El Mostrador Mercados
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El dueño Profacis no entregó los datos de quién, cuándo y cómo los contactaron. En ese punto aparecen dos versiones. La primera cuenta que fue el gerente corporativo, Carlos Cayo, quien contrató sus servicios a petición de José Juan Llugany, en tanto que una segunda teoría apunta a Soledad Altamirano, de la agencia de comunicaciones Nexos, como la gestora de la iniciativa, aunque ella señala que no conoce a los integrantes de la firma de investigaciones privadas y que fue el gerente corporativo de la Sofofa, Carlos Cayo, quien le solicitó que consiguiera en Carozzi el teléfono de Profacis. Mientras, las pesquisas continúan. Von Mühlenbrock declararía en Fiscalía de Las Condes y los resultados del peritaje de los artefactos de espionaje serían entregados la próxima semana al Ministerio Público (actualizada).


Rubén Araos, de 50 años, llegó solo a su cita con la fiscal jefe de Las Condes, Lorena Parra, y el fiscal jefe de la Unidad de Delitos Económicos, Roberto Contreras, quienes fueron designados por el Fiscal Regional Manuel Guerra para liderar la investigación por supuesto espionaje que afecta al presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlembrock, y a su vicepresidente, José Juan Llugany.

En una indagatoria que hoy presenta más dudas que respuestas, Araos, dueño de Profacis, la empresa de investigaciones privadas que encontró los artefactos de espionaje, llegó alrededor de las 16:00 horas a la Fiscalía Oriente para contar su historia sobre el hallazgo de dos micrófonos ocultos tanto en la oficina del vicepresidente y director de Carozzi, José Juan Llugany, así como en las dependencias del timonel de la Sofofa.

Algunos echaron de menos la presencia de su socia Lorena López, quien lo había acompañado el viernes 19 de mayo al “Edificio de la Industria” para corroborar que el presidente del gremio industrial fue blanco de espionaje. Ello, tras encontrar en el entretecho de su oficina un aparato de altísima tecnología, con una duración máxima de seis meses, que le permitía a la persona que realiza las intervenciones recibir mensajes en su celular de prepago. Es decir, un micrófono con cámara instalado de tal manera que captara las conversaciones que se entablaban no solo en la oficina de Von Mühlenbrock sino también en la oficina contigua, del secretario general y encargado de las próximas elecciones de la Sofofa, Jorge Ortúzar.

Así, el equipo multifuncional –cumplía la función de micrófono, grabadora y cámara de video– se activaba cada vez que alguien entraba a las oficinas o se producía una conversación donde estaban instalados el micrófono y la cámara. Al menos eso es lo que ambos investigadores detallaron en su reporte pericial entregado a la Sofofa, el cual coincidió con lo declarado por Araos ante los dos fiscales y al comisario y subcomisario del Cibercrimen.

La historia de Araos se ajustaba al informe de 7 páginas remitido a la mesa ejecutiva de la Sofofa. Y en las casi tres horas de declaración, el ex sargento de Carabineros –así se presentó ante la Fiscalía– se remitió a entregar información en torno a los dispositivos: los dos micrófonos que fueron encontrados en Carozzi, el domingo 14 de mayo, y el hallado en Sofofa, el viernes 19.

Ambos artefactos fueron entregados por Araos al organismo persecutor y quedaron en custodia, a objeto de ser periciados por la Brigada del Cibercrimen y la Brigada de Investigación Criminal, para conocer así su marca, modelo y especificaciones técnicas. Se espera que la próxima semana se den a conocer los resultados de esta pericia, precisan fuentes de la Fiscalía.

Sin embargo, fuentes de la misma deslizan que faltaron datos, por ejemplo, quién, cuándo y cómo contactaron a Profacis. En ese punto aparecen dos versiones. La primera cuenta que fue el gerente corporativo, Carlos Cayo, quien contrató sus servicios a petición de Llugany. Mientras que una segunda teoría apunta, como gestora de la iniciativa, a Soledad Altamirano, de la agencia de comunicaciones Nexos, quien le ve las comunicaciones a la Sofofa.

La fundadora de Nexos contó a El Mostrador Mercados que no conoce a los integrantes de la firma de investigaciones privadas y que fue el gerente corporativo de la Sofofa, Carlos Cayo, quien le solicitó que consiguiera en Carozzi el teléfono de Profacis.

El punto es que esta parte de la historia no está clara para el Ministerio Público y es materia de investigación, cuentan fuentes conocedoras del caso.

El Ministerio Público anunció que investigaría tres delitos circunscritos a esta denuncia: infracción a la Ley de Delitos Informáticos, infracción a la Ley de Telecomunicaciones, y vulneración del artículo 161 del Código Penal, respecto de captación o intervención de comunicaciones privadas.

Cansancio, sorpresa y preocupación se vive en la Sofofa

En tanto, el ambiente al interior del gremio de la industria era de cansancio tras la visita de los investigadores de la PDI; sorpresa por las declaraciones del fiscal Guerra, quien criticó a la Sofofa por no haber presentado inmediatamente la denuncia ante el Ministerio Público, y preocupación por la realización de la elección del nuevo presidente de la entidad, carrera que es corrida por un único candidato: el ex presidente de Colbún, Bernardo Larraín Matte.

El timonel de la industria se entrevistó hoy con los fiscales, después de participar de una reunión de directorio en Paz Corp y fue citado a declarar este martes a la Fiscalía de Las Condes en calidad de testigo. Mientras que desde la industria salieron a responder a las críticas de Guerra, señalando que quisieron evitar causar alarma antes de tener certeza respecto de si el aparato estaba operativo.

Sin embargo, el fiscal Contreras, tras abandonar el edificio de la Sofofa, también cuestionó que no se informara a tiempo del presunto espionaje. «Siempre dificulta la labor investigativa del Ministerio Público y las policías el hecho de que, una vez que se tenga noticias de crímenes, se haga la denuncia en tiempo posterior», señaló el persecutor.

Mientras, la carrera electoral al interior del gremio ya está en los descuentos. Este martes se renuevan los 30 consejeros electivos y el miércoles la Sofofa tendrá un nuevo presidente, que llega en el momento de mayor tensión y encrespamiento de la historia del gremio de la industria.

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