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Dueño de Profacis declara por segunda vez, pero ahora en calidad de imputado en supuesto espionaje a Sofofa Ante la Fiscalía de Las Condes:

Dueño de Profacis declara por segunda vez, pero ahora en calidad de imputado en supuesto espionaje a Sofofa

Luisa Navea
Por : Luisa Navea Periodista El Mostrador Mercados
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Esta vez al ex sargento de Carabineros se le leyeron sus derechos, luego que se le “imputaran los hechos que se investigan”. Es decir, infracción a la Ley de Delitos Informáticos, a la Ley de Telecomunicaciones, y la vulneración del artículo 161 del Código Penal, respecto de captación o intervención de comunicaciones privadas. No obstante, “no hay ninguna figura penal determinada todavía”, según precisan fuentes de la Fiscalía. Equipos no habrían estado operativos, según abogados de la plaza.


Nuevamente Rubén Araos, el dueño de Profacis, la empresa de investigaciones privadas que encontró los micrófonos ocultos en Carozzi y la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), llegó este viernes hasta la Fiscalía de Las Condes a declarar. Pero esta vez no fue en calidad de testigo sino que de imputado.

Era la segunda vez que Aros pisaba la Fiscalía de Las Condes y en una misma semana, para prestar declaración ante la fiscal jefe de Las Condes, Lorena Parra, y el fiscal jefe de la Unidad de Delitos Económicos, Roberto Contreras, quienes fueron designados por el Fiscal Regional Manuel Guerra para liderar la investigación por supuesto espionaje que afecta al ex presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, y a su vicepresidente, José Juan Llugany.

Sin embargo, esta vez, antes de que comenzara a testificar, al ex sargento de Carabineros se le leyeron sus derechos, cuenta una fuente ligada a la investigación. Ello luego que la Fiscalía “le imputara los hechos que se investigan”. Es decir, infracción a la Ley de Delitos Informáticos, a la Ley de Telecomunicaciones, y la vulneración del artículo 161 del Código Penal, respecto de captación o intervención de comunicaciones privadas. No obstante, “no hay ninguna figura penal determinada todavía”, según precisan fuentes de la fiscalía.

Aros fue quien, junto a Lorena López, encontró en el entretecho de la oficina de Von Mühlenbrock un aparato de altísima tecnología, con una duración máxima de seis meses, que le permitía a la persona que realiza las intervenciones recibir mensajes en su celular de prepago.

Es decir, un micrófono con cámara instalado de tal manera que captara las conversaciones que se entablaban no solo en la oficina de Von Mühlenbrock sino también en la oficina contigua, del secretario general, Jorge Ortúzar.

Así, el equipo multifuncional –cumplía la función de micrófono, grabadora y cámara de video– se activaba cada vez que alguien entraba a las oficinas o se producía una conversación donde estaban instalados el micrófono y la cámara. Al menos eso es lo que Aros detalló en su reporte pericial entregado a la Sofofa, el cual coincidió con lo declarado por él ante los dos fiscales y al comisario y subcomisario del Cibercrimen. Pero que al parecer despertaron más dudas que certezas.

En la primera citación, el ex sargento de Carabineros se remitió a entregar información en torno a los dispositivos: los dos micrófonos que fueron encontrados en Carozzi, el domingo 14 de mayo, y el hallado en Sofofa, el viernes 19.

Ambos artefactos fueron entregados por Araos al organismo persecutor y quedaron en custodia, a objeto de ser periciados por la Brigada del Cibercrimen y la Brigada de Investigación Criminal, para conocer así su marca, modelo y especificaciones técnicas. Se espera que la próxima semana se den a conocer los resultados de esta pericia, precisan fuentes de la Fiscalía.

En un principio los fiscales no tenían la respuesta de cómo Profacis había llegado a Carozzi y desde la empresa de alimentos a la Sofofa, pero en su primera declaración de este lunes Aros contó que fue contactado por un guardia de seguridad de la empresa. No obstante, el director de Carozzí, José Juan LLugany salió a aclarar que no se trataba de un simple guardia sino que más bien del jefe de seguridad,Anfión Varela, quien lleva 19 años trabajando en Carozzi.

Respecto a cómo llegó a Sofofa, fue el ex vicepresidente José Juan LLugany que recomienda a Profacis al entonces timonel de la industria, Hermann von Mühlenbrock, quien declaró el martes ante la Fiscalía. Se espera que la próxima semana le toque el turno a Llugany.

Mientras tanto abogados de la plaza no descartan que Aros «haya tramado este cuento, ya que se comenta que los equipos no estaban operativos». En esa línea fuentes ligadas a la investigación precisaron que ambos artefactos encontrados en Carozzi y en Sofofa sirven para grabar imágenes y voz. Pero sólo uno de ellos habría tenido activado el micrófono, detallan.

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