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Qué hay realmente detrás de la solitaria estrategia de Habitat en La Polar


Es la única AFP que sigue en La Polar. Y su decisión es motivo de comentarios. ¿Por qué no hace lo mismo que sus pares y vende su 6,5%? La respuesta obvia es que cree en la compañía y apuesta a un repunte en el precio la acción. Aunque no es menor el riesgo de jugarse por esa opción, tratándose de una empresa cuyo futuro depende del interés por suscribir el aumento de capital por US$ 220 millones.

“Yo creo que La Polar tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir. Tiene una marca hecha trizas, a las AFP enfurecidas, al director del Sernac y al ministro de Economía haciendo su propio relato al insistir en las compensaciones (a los clientes repactados)”, sostiene un administrador de fondos de terceros. En su análisis plantea sus dudas respecto de cuál es el verdadero modelo de negocios de La Polar. “El modelo era estafar gente”.

Uno de los pocos optimistas afirma que “Habitat apuesta a ser la única AFP que cree que se va a arreglar la disputa con el Sernac y que habrá un interesado por comprar la única cadena grande de retail que hay en el mercado”. Ayer la acción dio un salto: cerró a $243, registrando la mayor alza de la bolsa (13,42%). En números gruesos, La Polar cuenta con $30 mil millones en caja, lo mismo que antes de destaparse el fraude, vende el 60% al contado y el 40% con tarjeta —exactamente al revés que en la gestión del formalizado Pablo Alcalde— lo que significa más plata entrando directamente a las necesitadas arcas de la multitienda.

La semana pasada en La Segunda, el vicepresidente de la AFP, Luis Nario,  defendió la inversión: «La nueva administración lo está haciendo bien. Y hay cosas que no se miran, por ejemplo, La Polar tiene varias tiendas en otras partes, como Colombia, donde funcionan bien y le da estabilidad al negocio». Dijo que aun creen que la acción debe volver a su valor comercial. Admitió que no todo el directorio está de acuerdo con seguir invirtiendo en la multi-tienda, pero que no es decisión del directorio si se vende o no.

La nueva administración, encabezada por César Barros, ha despedido a 1.500 personas, lo que implica, pese a la difícil posición de quienes han debido salir, menores costos de operación.

Un factor clave en este “juego” de quedarse o salir es que las AFP eran, al mismo tiempo, acreedoras, al haber comprado bonos, y accionistas de La Polar. El equivalente a estar sentado delante y detrás del mesón. “En ese caso, te vas a jugar por la opción donde tengas invertida más plata y las AFP tienen mucho más dinero en bonos que en acciones. Siendo solamente acreedoras pueden presionar, sin ningún conflicto de interés, a La Polar para proteger sus intereses”, afirma un analista financiero. Capital, Cuprum y Provida resolvieron privilegiar su posición de acreedoras. Y no hay que olvidar que los fondos D y E invierten en renta fija.

Al momento de vender, Provida registró la mayor pérdida: fue la última en deshacerse de sus acciones —mantenía un 6,5% de La Polar— el 29 de febrero y lo hizo a un precio de $186 por papel. La semana pasada, en una operación que causó sorpresa, el BBVA, dueño de Provida, vendió 100 mil UF en bonos de La Polar al 12% de su valor nominal. Dicen que la operación, que implicó un castigo de 88%, habría sido ordenada por la matriz en España.

Capital fue la más “beneficiada”: el 4 de julio de 2011 vendió su paquete de acciones, que no alcanzaba al 1%, a un precio promedio de $560. A fines octubre, Cuprum vendió su 6% a $356. Modelo tenía una exposición mínima, y Planvital cerca de 1%. Ambas también salieron de La Polar.

Las AFP están haciendo apuestas. “Si se concreta el aumento de capital, gana Habitat; si no se hace, los acreedores, incluyendo a Habitat, podrían recuperar algo”. Los bancos y las AFP, eso sí, no cuentan con garantías, por lo que, en caso de quiebra, se cobrarían después de los preferentes, a prorrata junto al resto de los acreedores valistas.

A enero las AFP contabilizaban bonos por un monto de US$ 143 millones, los que, a mayo de 2011, antes del escándalo, ascendían a US$ 375 millones, según cifras de la Superintendencia de Pensiones. De acuerdo al convenio judicial, la mitad se pagará a 20 años a UF más cero; y la otra, a 12 años a tasas de mercado.

Sin duda, este ha sido el caso más complejo para las AFP. El cuestionamiento las colocó en una posición en la que todas, a excepción de Habitat, abandonaron un barco semihundido. Y puede poner a Habitat en el peor de los escenarios si no hay aumento de capital y quiebra la compañía. Su 6,5% valdrá cero.

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