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Krugman advierte a Gran Bretaña a que abandone la austeridad para evitar una depresión prolongada


El Nobel Paul Krugman dijo que el gobierno británico debe abandonar el compromiso de efectuar recortes fiscales y dedicarse a impulsar el gasto a los efectos de evitar una recesión prolongada.

En una “economía deprimida”, los funcionarios deben tomar conciencia de “es hora de que el gobierno actúe como gastador de último recurso”, dijo ayer en un discurso en la London School of Economics. “Hay que complementarlo con una política monetaria exótica. Si quieren preocuparse por la deuda y el déficit, bien, pero es momento de decir, citando a San Agustín, ‘Dios mío, hazme casto y frugal, pero no todavía”.

La economía entró en su primera doble recesión desde la década de 1970 en medio de la crisis financiera en Europa y de que el primer ministro David Cameron se comprometiera al mayor ajuste fiscal desde la Segunda Guerra Mundial. El gobierno de coalición que encabezan los conservadores, que entró en funciones hace dos años, ha dicho que su programa fiscal ha beneficiado a Gran Bretaña al mantener bajos los rendimientos de los bonos.

“Cuando la coalición actual llegó al poder, toda la estrategia se basó en la convicción de que la austeridad generaría expansión” y en que “inspiraría confianza”, dijo Krugman, que es profesor de la Universidad de Princeton. “Pero la expansión prometida del gasto privado nunca se produjo”.

Krugman dijo que la concentración en reducir el ratio deuda/producto interno bruto de Gran Bretaña no tiene que ser el eje de la política porque el país, al igual que los Estados Unidos, tiene la ventaja de poder endeudarse en su propia moneda. El rendimiento del gilt a cinco años cayó a un bajo nivel récord de 0,716 por ciento el 25 de mayo.

‘Crisis al estilo griego’

“La idea de que un país como Gran Bretaña o los Estados Unidos esté al borde de una crisis al estilo griego no cuadra”, dijo. “El mercado de bonos invita a endeudarse. No es mal momento para hacerlo. Sólo los políticos dicen lo contrario”.

Los gobiernos deben utilizar herramientas que impulsen el crecimiento antes de modificar las políticas de los bancos centrales, dijo Krugman. Cuando se le preguntó sobre el programa de la llamada flexibilización cuantitativa del Banco de Inglaterra, dijo que las autoridades deben considerar un aumento del objetivo de inflación, que en la actualidad es de 2 por ciento.

“La compra de activos no convencionales por parte del banco central supone operar con un margen que probablemente no sea muy efectivo”, dijo. “No me opongo. Estoy dispuesto a intentarlo todo. Un objetivo de inflación más alto reducirá la carga de la deuda y disminuirá el incentivo de acumular efectivo. Eso también es posible”.

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