Los costos de la deuda de la provincia de Buenos Aires aumentan al nivel más alto en casi un año respecto de la capital argentina conforme crece la especulación de que el país optará por un impago y expone la dependencia del gobierno regional a los fondos del estado.
El interés adicional que los inversores exigen para tener bonos de la provincia con vencimiento en 2015 en lugar de pagarés de similar vencimiento emitidos por la ciudad de Buenos Aires aumentó a 8,53 puntos porcentuales en el último mes, la mayor cantidad desde el 31 de julio. El rendimiento de 21,42 por ciento de los bonos provinciales es ahora de más del doble del promedio de los pagarés con denominación en dólares que comparten su calificación B- de Standard Poor’s, según datos que recopiló Bloomberg.
Buenos Aires, la más populosa de las 23 provincias de Argentina, depende del gobierno para el 36 por ciento del gasto, mientas que la ciudad genera el 90 por ciento de su propio ingreso. Eso hace que la provincia sea más vulnerable a un impago soberano si Argentina pierde la apelación de un fallo judicial estadounidense que le exige el pleno pago a los acreedores que no entraron en la reestructuración de la deuda de su impago de 2001 y la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, decide suspender todos los pagos de deuda, según ING Groep NV.
“Si Cristina Fernández de Kirchner decide que se va a mantener en su posición y no va a pagar, podría haber complicaciones relacionadas con la deuda soberana que se filtrarían a la provincia de Buenos Aires”, dijo David Spegel, jefe global de estrategia de mercados emergentes de ING Financial Markets, en entrevista telefónica desde Nueva York. “No es momento de comprar”.
En los últimos cinco años, la provincia instrumentó reformas impositivas que le permitieron obtener alrededor del 60 por ciento de sus ingresos, en comparación con aproximadamente el 50 por ciento en 2007, dijo un vocero que pidió que no se revelara su identidad por motivos de política del sector. La provincia también redujo la deuda como porcentaje del ingreso a 63 por ciento, mientras que era de 110 por ciento en 2007, y se estima que en 2015 declinará a 25 por ciento, dijo en un correo electrónico. Los US$ 1.050 millones que vencen en 2015 no serán un obstáculo para una provincia que este año podría ganar más de 100.000 millones de pesos, dijo.
Las transferencias del gobierno nacional fueron de 31.800 millones de pesos (US$ 6.000 millones) del total de ingresos de las provincias de 86.900 millones de pesos el año pasado, según su presupuesto. Es tres veces más que en el caso de la ciudad, que dependió de transferencias para el 10,7 por ciento de su ingreso en los primeros seis meses de 2012, según su presupuesto 2013.
Desde 1995, el gobierno federal argentino ha distribuido fondos de impuestos entre las provincias y la ciudad de Buenos Aires en parte sobre la base de recaudación impositiva, aporte al producto interno bruto y necesidades financieras.
