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Protestas de Estambul versus las de Sao Paulo aumenta reevaluación de riesgo


Los inversores en deuda reevalúan si Turquía merece ser considerada una inversión de mayor riesgo que Brasil, que tiene una calificación más alta, en momentos en que hay protestas en ambos países.

El costo de protegerse contra pérdidas en relación con los bonos turcos por medio de permutas de riesgo crediticio era ayer 6 puntos básicos menor que el de Brasil, en comparación con 10 puntos básicos por encima de Brasil la semana pasada y 91 puntos básicos hace más de un año, según datos que recopiló Bloomberg. Hasta mayo de este año, las permutas de Turquía han sido más baratas en sólo siete ocasiones desde 2006.

Las protestas en Turquía, que se agravaron este mes a raíz de los planes del gobierno de desarrollar la plaza Taksim de Estambul, han llevado a los inversores a evaluar si la mayor caída de los rendimientos de los bonos de mercados emergentes del último año se justifica con 14 trimestres consecutivos de crecimiento económico. La inflación brasileña, que se encuentra en el límite superior de la banda objetivo del banco central, contribuyó a desencadenar las protestas más fuertes en dos décadas en la mayor economía de América Latina. Las manifestaciones en las ciudades de Brasil se intensifican, mientras que declinan en Turquía.

“Hemos observado cierto cambio de precios en relación con el riesgo político”, dijo Andreas Kolbe, estratega de crédito del brazo de inversión en Londres de Barclays Plc, en declaraciones que hizo ayer por correo electrónico. Factores positivos para Turquía, como las perspectivas de crecimiento económico, “deberían mitigar el temor de los inversores”.

Comparaciones

Moody’s Investors Services Inc. elevó el 16 de mayo la calificación crediticia de Turquía a Baa3, su menor grado de inversión, luego de que Fitch Ratings tomara una medida similar en noviembre. Brasil tiene una calificación un nivel más alto de ambas compañías, mientras que Standard Poor’s asigna a Brasil una calificación de BBB, dos niveles por encima de Turquía.

Las protestas en Brasil y Turquía han llevado a establecer comparaciones entre los dos mercados emergentes. La deuda externa del gobierno turco era de 152.600 millones de liras (US$ 81.000 millones) a fines del año pasado, según datos del Tesoro de Angora. La cifra, que corresponde al 36,1 por ciento del producto interno bruto, puede compararse con el 12,8 por ciento del PIB en el caso de Brasil. La economía turca se expandió un 3 por ciento anual en el primer trimestre y superó el 1,9 por ciento de Brasil.

“El ratio de deuda externa de Turquía es más alto que el de Brasil, pero como es mayor el porcentaje que está en manos de ciudadanos turcos en el exterior, eso proporciona un amortiguamiento”, dijo ayer por correo electrónico Simon Quijano-Evans, jefe de análisis de mercados emergentes de Commerzbank AG en Londres. “También el panorama fiscal parece mucho mejor en Turquía que en Brasil”.

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