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Un juego sobre desigualdad


La semana pasada les preguntamos cuánto se tardarían ustedes en ganar lo mismo que algunos de los futbolistas y entrenadores hispanoamericanos mejor pagados del mundo.

Como les contamos, sólo en la temporada 2012-2013 –y estas cifras se han incrementado desde entonces– el promedio de ingresos de un futbolista de la Liga Premier inglesa, sin incluir contratos comerciales ni otras ganancias, equivale a unos US$47.000 a la semana, lo que contrasta significativamente con lo que gana en promedio un trabajador en Reino Unido en todo un año.

La nota los enganchó: casi 200.000 personas han jugado el juego hasta ahora.

Algunas se sorprendieron con el resultado. "Es deprimente", decía, en dos palabras, Irene Aguero-Torres en la página de Facebook. "A mí me hubiera tocado empezar a laborar antes de Cristo", se quejaba, en tono un poco jocoso, Juan Manuel Rojas. Otros, como Elimar Barrios, lo encontraron "genial".

Entretanto, el problema de fondo generó un debate importante. "Es inmoral", decía Pato Sulzman. "Estamos en un mundo donde se valora más el trabajo de un futbolista que solo provee un espectáculo (más que el de un) científico que provee progreso", escribía Fabián Patarroyo. "Ya se sabe, son futbolistas, esa profesión excelentemente bien pagada y tan necesaria para el desarrollo de la humanidad… ¿Quién quiere científicos habiendo Champions y goles…?", decía Jesús Zamorano.

Nadie sacó la cara por los futbolistas. Pero sí hubo quien se quejó de que en BBC Mundo dedicáramos tiempo y esfuerzo a este asunto.

Samuel Castro lo llamó una "comparación estúpida". "¿Qué se gana con una cuenta tan ridícula?", escribió Dumar Mejía. "Normalmente los leo tratando de informarme, pero no entendí la intención de su publicación. ¿En qué me beneficia saber algo así? ¿Qué valor periodístico tiene la nota?", nos inquiría David Barrera.

Lo primero que hay que notar es referirse a una palabra que figura en el segundo párrafo de dicho blog: "Juego".

La calculadora de salarios, que apelaba sobre todo a la curiosidad, era una forma fresca y –esperamos que– amena de otorgarles un contenido diferente.

Pero, aún más importante, era una manera de abordar, precisamente, ese tema de fondo al que muchos de ustedes le apuntaron: el problema de la desigualdad.

La nota se inscribía en el marco de una serie de reportajes lanzados por la BBC bajo el título de "Un mundo más rico", que explora la paradoja de un mundo que es más rico estadísticamente hablando, pero en el que no está claro qué beneficios le reporta a la mayoría.

Así, empezamos por contarles por qué el mundo es más rico y más desigual. También les hablamos de cuánto dinero hay que tener para formar parte del 1% más rico de la población y dónde vive este 1%. Y en un plano más personal, les contamos la historia de los recolectores de basura de Brasil y de cómo encuentran "tesoros" entre los desperdicios de los demás.

Y seguiremos hablando al respecto. Porque es relevante, porque nos toca a todos directamente. Porque es noticia.

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