El Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, usó su última cuenta pública para hacer hincapié en que la corrupción ha llegado a Chile.
Con la Presidenta Michelle Bachelet a su lado, el Contralor manifestó anoche su preocupación por la crisis, pero destacó que existen las instituciones para combatirla.
"No podemos cerrar nuestros ojos, la corrupción ha llegado, pero es también cierto que tenemos fortalezas institucionales para prevenir el crecimiento del flagelo y su control", recalcó el contralor que el próximo viernes dejará sus funciones tras ocho años en el cargo.
Mendoza señaló que no podía dejar de mencionar la importancia que tiene para el Estado de derecho y el logro del bien común, que los funcionarios públicos, como asimismo los distintos actores del mundo privado, entiendan que la lucha por combatir la corrupción y fomentar las buenas prácticas no es tarea de unos pocos.
"Todos estamos llamados a poner nuestros mejores esfuerzos en aras de un mejor Estado", añadió el fiscalizador en alusión a los momentos difíciles que vive el país luego de hacerse públicos varios casos de fraude al fisco, en que se han visto involucrados parlamentarios y empresarios.
En este sentido, Mendoza destacó que Chile cuenta con las herramientas institucionales para enfrentar los complejos momentos de "desconfianza ciudadana" que vive el país a raíz de los casos Penta, Soquimich y Caval.
En el caso Penta, hay cuatro ejecutivos en prisión preventiva imputados en delitos tributarios, sobornos y otros delitos.
Soquimich, en tanto, es investigada por la Fiscalía a partir de una denuncia del Servicio de Impuestos Internos (SII) por emisión de cerca de US$ 11 millones en facturas falsas que podrían haber ido a parar a la financiación de campañas políticas de diversos sectores.
El caso Caval es el millonario negocio inmobiliario en que participaron Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta Bachelet, y su esposa Natalia Compagnon, al adquirir terrenos con un préstamo facilitado por Banco de Chile, cuyo controlador es Andrónico Luksic.
Frente a la llegada de la corrupción, Mendoza propuso que, más que nuevas leyes, "hay que fortalecer la voluntad de los jerarcas, de quienes tienen a su cargo la conducción de grupos humanos, para que velen sin dudarlo por el comportamiento ético de quienes están bajo su supervisión, castiguen las conductas impropias y, en especial, prediquen con el ejemplo".
"El no atender esas señales hace que el flagelo de la corrupción comience a encontrar un espacio cómodo donde asentarse", apostilló Mendoza en una ceremonia a la que asistieron las máximas autoridades del país, entre ellas, la Presidenta de la República.
Las palabras de Michelle Bachelet
Por su parte, la Presidenta Bachelet destacó que la Contraloría "ha ejercido un rol fundamental dentro de Chile y se ha convertido en un ejemplo para la región”, a la vez que hizo referencia velada a los escándalos, diciendo que “en tiempos en que la ciudadanía exige mayor transparencia y conocimiento de cómo funcionan las entidades públicas, el rol de los órganos fiscalizadores adquiere una especial importancia”.
Y agregó que “este Gobierno comparte sin ambivalencias el compromiso por aumentar la transparencia y la rendición de cuentas, porque sabemos que esa es la punta de lanza en el empeño por dignificar a las instituciones y al quehacer político ante los ojos de las chilenas y chilenos”.
La Mandataria aseguró, asimismo, que la elección del nuevo Contralor se basará en su idoneidad profesional e independencia, tal como lo exige la ciudadanía.
