Fue un informe de Deutsche Bank el viernes que nos alertó que Banco Chile había ya publicado sus resultados del tercer trimestre.
No quedaba claro cuándo. La página web del banco tenía ya los estados financieros en español y un resumen en inglés, pero sin aclarar cuándo habían sido publicados. Y el tema era relevante, porque la fecha y la hora determinan cuándo el mercado tendrá su oportunidad para reaccionar. La transparencia demanda que las empresas lo dejen claro; en esta ocasión, lo menos que se puede decir de como lo hizo el banco, es que fue un proceso "confuso".
El miércoles se publicaron los estados financieros en la pagina web en español, pero no hubo comunicado. A la bolsa se le envío por la noche una versión de la misma y, además, se publicó algo en avisos legales del Diario Estrategia. El formato con comentarios para inversionistas extranjeros se subió el jueves en la tarde en inglés. Hoy al mediodía hay una "conference call" con los analistas.
Al menos dos analistas locales consultados por este medio confirman que, hasta el fin de semana, no se habían percatado de que los resultados se habían publicado. Un analista que sigue a la empresa para un banco de inversión extranjero consultó a este medio para clarificar cuándo habían sido publicados.
En todo caso, el consenso parece ser que las cifras generan una alerta moderada, ya que aunque a grandes líneas los números eran lo que anticipaba el mercado, contienen evidencia de que la desaceleración comienza a sentirse en el banco más grande del mercado.
Las utilidades de la entidad del Grupo Luksic en el tercer trimestre fueron planas, colocaciones crecieron a su ritmo más lento en cuatro años y los ingresos se debilitaron. Solo el negocio de tesorería mostró una fuerte alza. La rentabilidad cayó, aunque sigue siendo la más alta en la región (26%).
Los ingresos por comisiones cayeron, pero las provisiones en los tres meses entre julio y septiembre bajaron.
Los "traders" de la mesa de dinero fueron las estrellas del banco en el tercer trimestre.
De acuerdo al análisis de Deutsche Bank, el negocio de tesorería fue el que salvó el trimestre. Los ingresos aumentaron 32%, en comparación con el mismo periodo del año pasado y 18% comparado con el segundo trimestre de este año. Las operaciones de divisas fueron las que generaron los mayores ingresos.
El banco anticipa que el año próximo los márgenes estarán bajo presión, dado que la inflación no será tan pronunciada, las tasas seguirán bajas y aumentará la competencia.
