Los cañones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzaron a apuntar desde ayer a los turistas que viajan al exterior para efectuar compras con tarjetas de crédito y débito, y según señalaron fuentes del organismo a LA NACION, prestará especial atención a quienes regresen de los Estados Unidos, especialmente los provenientes de Miami.
Al anunciar que cruzará los datos de la Aduana con los consumos efectuados con las tarjetas, el organismo fiscal busca desalentar las compras en el exterior, aumentar la percepción de riesgo y tratar de dejar expuestos a los monotributistas con altos gastos fuera del país.
La fuente indicó que pueden detectar en qué gastan las personas fuera del país (sobre todo en Estados Unidos), a partir de los datos aportados por las empresas administradoras de tarjetas de crédito, aunque en el sector financiero relativizaron esta afirmación (ver aparte).
Ayer se publicaron las resoluciones 3378 y 3379 en el Boletín Oficial, que oficializan el cobro del 15 por ciento en las operaciones de adquisición de bienes o servicios en el exterior «de todos los medios de pago electrónicos». Esta tasa podría incrementarse si la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se mantuviera o creciera.
Se trata de un paso más en el cepo cambiario implantado a fines de 2011, que llevó a que en las últimas semanas el organismo autorice apenas unos $ 12 millones diarios para comprar divisas.
El jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, dijo ayer en declaraciones radiales que «un dato fundamental es que la AFIP comienza a cruzar los consumos, y esa exteriorización de los gastos debe ser compatible con la declaración jurada que el contribuyente presentó».
Luego de desmentir varias veces informalmente que se pudiera implementar algún recargo para los consumos con tarjetas en el exterior, la AFIP recibió la semana pasada la orden de la Casa de Gobierno de poner este mecanismo en marcha en menos de 24 horas.
Más aún, el jueves Echegaray dijo que sólo incluiría las tarjetas de crédito, pero al día siguiente se extendió a las de débito y a las compras por Internet.
Ayer, la Presidenta recibió información detallada de la AFIP sobre los alcances de la medida.
La AFIP logrará con el recargo del 15% que se aplica a estos consumos una recaudación mensual adicional de US$ 40 millones, al menos hasta que lo devuelva a los contribuyentes que pagan Ganancias y Bienes Personales, que podrán deducirlo en febrero (los empleados) o en abril (autónomos y monotributistas).
La devolución es anual, aunque si la AFIP modificara un solo artículo de la resolución, podría hacerlo en forma mensual, aclararon dos contadores con acceso al organismo. La otra precisión que debe dar el organismo es si les brinda a los monotributistas que tengan sus papeles en orden un certificado para eximirlos de este nuevo anticipo impositivo.
Los expertos tributarios consultados por LA NACION indicaron que el mayor perjuicio para las personas que compren en el exterior será financiero, ya que recibirán la devolución varios meses más tarde. El otro perjuicio es si la información se usa con fines «persecutorios», advirtieron.
El ojo de halcón de la AFIP funcionará a partir del cruce entre las declaraciones juradas que realizan las personas cuando ingresan en el país y los resúmenes que las empresas administradoras de tarjetas de crédito deberán entregarle en forma mensual. Cualquier consumo por encima de los US$ 300 en países no limítrofes -US$ 150 dólares en éstos- por persona debe ser declarado ante la Aduana.
Los papelitos entregados a los agentes aduaneros, que solían caer en vía muerta, pasan ahora a ser prueba fundamental para este control de la AFIP , que básicamente apunta a desalentar las compras en el exterior en un contexto de fuerte desaceleración económica local. Así, una vez más, la AFIP toma medidas que en realidad tienen un sentido que claramente excede el control de la evasión.
Claves del nuevo capítulo del cepo para gastar en dólares en el exterior
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Del editor: por qué importa .La AFIP da otro paso en el control total del mercado cambiario y confirma que llevará al extremo el uso de toda la información impositiva disponible