El equipo del acero clasificó a la Copa Sudamericana, mientras que Cobreloa y Ñublense no pudieron despegarse del fondo en el vibrante desarrollo de la penúltima fecha del Clausura.
Ningún partido de la penúltima fecha del Clausura concentró tanta emoción como la formidable consagración de Cobresal en El Salvador, pero tampoco hubo otro con la trascendencia que alcanzó el 1-0 de Huachipato sobre San Marcos en Talcahuano.
Y es que el gol anotado por Héctor Mancilla a los 2’, permitió que el equipo siderúrgico clasificara a la Copa Sudamericana, como ganador de la tabla anual de rendimiento, en un premio meritorio por la campaña que consolidaron los acereros tras un comienzo vacilante.
Ese mismo resultado comprometió más las posibilidades de los ariqueños, que en la última jornada se jugarán la vida en el partido contra Audax. Los itálicos apabullaron por 3-0 a un irregular O’Higgins en La Florida y, gracias a ello, quedaron virtualmente liberados de la amenaza que representa el coeficiente del descenso.
Mientras tanto, luego de sufrir otra decepción en la Copa Libertadores, Colo Colo llegó a Calama con un perfil futbolístico muy deprimido, pero aprovechó todas las licencias que le brindó un irreconocible Cobreloa para rescatar una goleada histórica, pero estéril, por 4-0.
Luego de los tres goles de Flores y de la anotación de Paredes, los albos no pudieron ilusionarse demasiado con la opción al título porque -a esa altura- Cobresal ya celebraba su vuelta olímpica…
Por otra parte, la Universidad de Concepción escaló hasta la zona de liguilla gracias a su valiosa victoria sobre Deportes Antofagasta en el norte. El gol de Reynero dejó más conflictuado al cuadro nortino, que en el cierre del torneo visitará a O’Higgins en busca de algún punto que le permita salvarse de caer al abismo.
Un drama similar vivió Ñublense en el estadio Nacional, donde cayó por 2-1 ante Universidad de Chile y definitivamente quedó integrado al trío de equipos que en este momento bajarían a Primera B: Barnechea, Ñublense y Cobreloa, aunque la última fecha podría modificar la suerte de estos dos últimos.
Y en rigor, la U sumó otro triunfo intrascendente, cuando ya no tiene opciones de título y también quedó eliminada de la Libertadores, y que apenas serviría para dotar de argumentos simplistas a la renovación contractual de Martín Lasarte.
En Valparaíso, en tanto, Wanderers recuperó su poderío goleador para aplastar por 4-2 a La Calera, que no obstante ese traspié mantiene su posición privilegiada entre los cuatro aspirantes de este momento a la Liguilla.
Por último, Unión Española superó a Palestino en La Cisterna, en una demostración de dos hechos irrefutables en el contexto del torneo: que el hispano ha sido el cuadro de rendimiento más “disparejo” en la actual competencia, y que Pablo Guede ya no será catalogado otra vez por el sector tropical de la prensa deportiva criolla como el “Pep Guardiola chileno”.
En suma, entre tantas emociones surtidas, la penúltima fecha confirmó que el Clausura ya tiene una corona de cobre, sudor y lágrimas, mientras que la Copa Sudamericana inscribió a un participante con temple de acero.
