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U. Católica le quitó el invicto a Colo Colo: 2-1

U. Católica le quitó el invicto a Colo Colo: 2-1

En un partido intenso, emotivo y vibrante, el elenco cruzado superó en el último minuto de descuento a un cuadro albo que a punto estuvo de lograr la hazaña que habría significado rescatar un punto siendo superado en el encuentro y jugando con un hombre menos. Un partido que, sin duda, redime al fútbol chileno.


Intenso, vibrante, emotivo. Un partido que, sin duda, redime al fútbol chileno, tan chato, tan mediocre en la mayoría de sus encuentros. Si alguien buscaba emoción, la encontró a raudales en este partido en que Universidad Católica superó por 2 a 1 a Colo Colo, quitándole el invicto cuando ya no quedaba nada, cuando ya se pensaba que el Cacique, superado la mayor parte del tiempo, conseguía la proeza de empatar jugando con un hombre menos desde el minuto 55, cuando Pavez volvió a pasarse de revoluciones y en una sola incidencia cometió dos torpezas impropias de un jugador profesional.

Pavez, que ya tenía amarilla desde el minuto 23, saliendo le tiró un manotazo a Medel. Cobrada la falta, cometió la grosería imperdonable de lanzarle un escupitajo al volante cruzado y al árbitro Polic, que y le había perdonado la vida, no le quedó otra opción que mandarlo tempranamente a los camarines.

Si hasta ahí el partido para Colo Colo estaba cuesta arriba, con la salida del buen volante albo, que sin embargo ensucia sus actuaciones con constantes arranques antirreglamentarios, se hizo poco menos que una misión imposible.

Universidad Católica había sido mejor. En un partido de mucha marca, de mucha refriega y rigor físico, en que la pelota iba y venía de un sector a otro de la cancha, lograba prevalecer porque, aparte de no mostrar puntos flacos, exhibía mayor precisión a la hora de jugar con el apuro que el trámite exigía.

Colo Colo, esta vez, no fue el equipo impotente del último encuentro entre ambos, cuando en el Monumental fue vapuleado por una Universidad Católica que se puso 3-0 y no hizo más goles simplemente porque no quiso. Sus jugadores, con más dinámica y actitud física, luchaban de igual a igual por la posesión del balón, pero a la hora de traducir en oportunidades la tenencia de la pelota no alcanzaba la producción de Universidad Católica, más clara, precisa y directa.

Y es que, como tantas veces, Vecchio abusaba de sus alardes individualistas, Paredes era bien controlado por Lanaro y el Chupete Suazo era una y otra vez anticipado, como evidenciando que, a estas alturas de su carrera, ya no está para el vértigo que obliga a resolver rápido y donde no hay tiempo para esperar que la pelota llegue sin tener que ganarle a la marca y resolver en centésimas de segundos.

Cuando ya se jugaban los descuentos de la primera etapa, fue un anticipo de Cordero a Suazo precisamente el origen de la apertura de la cuenta del elenco cruzado. El lateral, en posesión de la pelota, ganó unos metros y la metió por arriba, para la entrada libre de Medel. El zurdo, sin embargo, optó por pivotear el balón para la entrada de Llanos por el centro del área, que le ganó apenas a la marca de Baeza para tocarla de zurda ante la salida de Villar.

Visto el trámite del partido, era justo.

Se pensó que, en el descanso, Sierra aprovecharía para enmendar las falencias de su cuadro. Como es su costumbre, sin embargo, mantuvo en la cancha a Suazo, que nunca estuvo a la altura de las circunstancias.

Dentro de ese panorama, siempre pareció más cerca el 2 a 0 de Universidad Católica que el empate de Colo Colo. Y luego que Pavez se hiciera torpemente expulsar, quedó la impresión de que al puntero e invicto se le venía por completo la noche.

Si no ocurrió fue porque, además de la impericia de los jugadores cruzados en el finiquito, en el arco de Colo Colo estuvo un Justo Villar que, a ratos, y por sí solo, impedía una y otra vez que las cifras para su equipo se tornaran catastróficas. Universidad Católica, sin marca alba en el mediocampo, llegaba una y otra vez a las últimas posiciones de un equipo popular para el cual el 0-1 era hasta ahí, incluso, un resultado más que decoroso.

Cerca del final de los 90 minutos reglamentarios, el fútbol dio una prueba más del por qué, como lo definen algunos, es el deporte más hermoso del mundo. El Pajarito Valdés, ingresado a los 59 minutos por un inexistente Suazo, se iluminó en una jugada individual en la que, además, contó con la ayuda de la fortuna, porque el resbalón de Fuentes le permitió el claro justo para despachar el derechazo que dejó absolutamente parado a Toselli, metiéndose en un ángulo alto.

Era, sin ninguna duda, y dadas las circunstancias, una mayúscula proeza alba. Salvar el invicto en esas condiciones, sólo podía ser fruto del guion de algún escritor delirante, decidido a mostrar el fútbol como un juego donde nunca nada está decidido y donde conceptos como merecimientos y justicia no valen de nada ante el error mayúsculo o el acierto impensado.

¿Cuántas veces en su historia Colo Colo no ha ganado partidos en la agonía? ¿Cuántas veces no evitó una derrota que ya todos daban por timbrada? Tantas, que en esas razones –entre otras- puede encontrarse la razón de su incontrarrestable popularidad.

Y mientras la pequeña hinchada alba celebraba un empate increíble y absolutamente inmerecido, como podría calificarlo cualquier ignorante de las cambiantes alternativas que ofrece el fútbol, la barra cruzada enmudecía perpleja, simplemente porque nadie podía creer lo que estaba ocurriendo.

Fueron seis los minutos de descuento que otorgó el árbitro Patricio Polic. Breve lapso durante el cual Universidad Católica arremetió con tanta furia como poca claridad frente a una defensa dispuesta a que nadie pudiera estropear la hazaña.

Y fue en el último suspiro, seguramente cuando Polic ya se echaba el pito a la boca para decretar el final, que el Pájaro Gutiérrez, ingresado precisamente en esos minutos de descuento, encontró el claro justo para meter el derechazo que superó las muchas piernas que aparecían como obstáculo para que el balón llegara a las mallas ante el júbilo indescriptible del público cruzado y la desazón normal de aquellos que ya creían que otro capítulo vibrante de la historia alba ya estaba escrito.

Pormenores
Estadio: San Carlos de Apoquindo.
Público: 10.641 espectadores.
Arbitro: Patricio Polic.
U. CATOLICA: Toselli; Magnasco, Lanaro, Maripán, Cordero; Costa (90+2 R. Gutiérrez), Fuentes, Medel (74´ Rojas); Bravo (64´ Ríos), Llanos, González.
COLO COLO: Villar; Fierro, Baeza, Barroso, C. Gutiérrez; Pavez, M. Rodríguez, Vecchio (67´ Carvallo); Suazo (59´ Valdés), Paredes, Beausejour (81´ Delgado).
GOLES: Llanos 45+3´, Valdés 89´y R. Gutiérrez 90+6´.
Tarjetas amarillas: en Universidad Católica, Costa y Llanos. En Colo Colo, Pavez, Paredes y Valdés.
Tarjeta roja: Pavez, a los 55´.

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