Su desarrollo futbolístico en la etapa de Ricardo Gareca y el conocimiento de las virtudes y defectos del DT chileno son algunos de los factores que analizan en Lima para esperar optimistas el clásico del Pacífico que se reedita este martes.
La derrota ante Colombia no hizo mella en la confianza de Perú para afrontar el primer Clásico del Pacífico de las Clasificatorias, en una etapa de renovación conducida por Ricardo Gareca, que ya lució sus primeros progresos en la Copa América de Chile.
La confirmación de la vuelta de la «Foquita» Farfán a la titularidad alientan ese impulso, por la jerarquía conocida del delantero y porque fue quien anotó el gol de la última victoria albirroja. Asimismo, en la antesala de un duelo tan trascendente la prensa dejó pendiente la investigación por supuesta indisciplina de Carrillo y Zambrano, quienes no habrían respetado la prohibición de desarrollar su entrenamiento invisible en lugares nocturnos…
Dos aspectos avalan esa mesurada confianza de los peruanos en la víspera de recibir a Chile en Lima, en un partido rodeado como siempre de connotaciones de tinte nacionalistas y, a menudo, simplemente patrioteros. Uno de ellos es que en el enfrentamiento para el Mundial de Brasil vencieron por la cuenta mínima a la Roja, justamente cuando se iniciaba el ciclo a cargo del sucesor de Claudio Borghi. Y, además, consideran factor importante el enorme conocimiento del propio Jorge Luis Sampaoli, quien hace más de una década inició su carrera profesional al frente de dos cuadros locales tan modestos como el Juan Aurich y Coronel Bolognesi, en una fase de mucho esfuerzo y humildad en que el argentino intentaba ganarse un lugar con el sello de imitación artesanal de Marcelo Bielsa.
«Sampaoli es paranoico y obsesivo, le gusta espiar a los rivales y sacar ventajas de hasta lo más mínimo e insospechado», recuerda en la Federación local, donde dejó seguidores y críticos aún sin lograr buenos resultados en ese país.
Como sea, hoy a Chile se le teme y respeta, pero el medio coincide en que será el mejor Perú de las últimas dos décadas el que jugará este martes con los chilenos.
«Ricardo tiene que corregir los errores de pelota parada y definición que se produjeron en el partido con Colombia. Hemos perdido de visita con un equipo que es el favorito a clasificar», dijo Germán Leguía, mediocampista de los mundiales 1978 y 1982. «No veo a Brasil y Argentina como favoritas. Me van a creer loco, pero para mí Perú es uno de los favoritos», agregó un esperanzado Leguía.
«Ahora nos queda Chile y ahí tenemos que sumar sí o sí», declaró a la prensa el goleador Paolo Guerrero, para quien «el rival no es invencible y en Lima todo será distinto».
El «Tigre» Gareca, a su turno, se maneja con la diplomacia de todos los entrenadores argentinos que predominan en las eliminatorias y sólo insinúa su confianza sin siquiera rozar el amor propio de Chile: «Para ganarle a Brasil tiene que ser un gran equipo, pero nosotros tenemos nuestros méritos. Lo único que no quiero es que se hable de un partido de vida o muerte, pues hay que desterrar ese lenguaje del fútbol», enfatiza el nuevo «emperador» de los incas, que lleva a la batalla del martes a un ejército disciplinado y optimista dispuesto a derribar al adversario más enconado…
