El ruso Vladimir Tsarkov volaba por primera vez en el Himalaya cuando un buitre se enredó en su equipo, haciéndole perder el control. Un pequeño paracaídas de emergencia y los frondosos árboles permitieron que sólo sufriera algunas contusiones. El ave resultó prácticamente ilesa, y tras ser liberada, no tardó en emprender el vuelo para perderse en medio del bosque.