Como un «crimen de odio por motivos raciales» ha sido calificado por las autoridades un ataque armado ocurrido este sábado en un área predominantemente negra de Buffalo, Nueva York.
Al menos diez personas murieron este sábado y otras tres resultaron heridas en un tiroteo ocurrido en un supermercado de un barrio predominantemente negro en la ciudad de Buffalo, Estados Unidos.
El sospechoso del ataque, identificado como Payton Gendron, ingresó al concurrido supermercado Tops Friendly Market el sábado antes de abrir fuego mientras usaba una cámara para transmitir en vivo el ataque en la plataforma social de juegos Twitch, dijo la policía.
El joven blanco de 18 años fue arrestado luego de un enfrentamiento en la escena del crimen.
«Le disparó a una mujer, le disparó a un diácono, le disparó a otra mujer… y luego entró en la tienda y comenzó a disparar de nuevo», aseguró el testigo Grady Lewis ante un grupo de periodistas.
El FBI está investigando el tiroteo como un crimen de odio por motivos raciales. El supermercado se encuentra en un vecindario predominantemente negro, al norte de Buffalo. El área circundante es principalmente residencial.
El comisario del Departamento de Policía de Buffalo, Joseph Gramaglia, confirmó en una rueda de prensa que el tirador iba fuertemente armado y ataviado con equipo militar antibalas y un casco táctico.
El hombre le disparó a cuatro personas en el estacionamiento del supermercado y luego entró y continuó disparando, afirmó Gramaglia.
Entre los muertos dentro de la tienda se encontraba un agente de policía jubilado que trabajaba como guardia de seguridad armado.
El guardia «se enfrentó al sospechoso, disparó múltiples tiros», pero el pistolero lo mató, narró Gramaglia.
Cuando llegó la policía, el tirador se puso el arma en el cuello, pero lo disuadieron y se rindió, agregó.
Shonnell Harris, gerente de Tops, le dijo a periódico local Buffalo News que escuchó cerca de 70 disparos y que se cayó varias veces mientras corría por la tienda hacia la salida trasera. Aseguró que Gendron «parecía que estaba en el ejército».
Citada por la agencia de noticias Reuters, la bombera jubilada Katherine Crofton, que vive cerca, dijo que fue testigo del comienzo de la matanza desde su porche. «Lo vi dispararle a esta mujer», contó Crofton.
«Ella estaba entrando a la tienda. Y luego le disparó a otra mujer que estaba poniendo el mercado en su auto. Me agaché porque no sabía si me iba a disparar», agregó.
Gendron fue presentado en la corte posteriormente donde se declaró no culpable. Fue acusado de homicidio en primer grado, que podría condenarlo a cadena perpetua, y quedó detenido sin posibilidad de fianza.
«Había cuerpos por todas partes», le dijo a The New York Times Ken Stephens, miembro de un grupo local contra la violencia que se encontraba en el lugar.
Jennifer Tookes, que estaba comprando en la tienda con su prima cuando comenzó el tiroteo, aseguró en una entrevista con NBC News que su prima tuvo que esconderse en el congelador del supermercado hasta que cesaron los disparos.
Tookes agregó que vio tres cuerpos tirados fuera del estacionamiento cuando escapó.
«Uno estaba justo al lado de la puerta. Un hombre estaba junto a su automóvil. Y otra niña también estaba allí», detalló.
«Esta es la peor pesadilla que cualquier comunidad puede enfrentar y estamos sufriendo, estamos furiosos en este momento», dijo por su parte el alcalde de Buffalo, Byron Brown.
Agregó que el sospechoso no era de la ciudad y se cree que condujo durante varias horas para llegar al área predominantemente negra de Búfalo.
«Estamos investigando este incidente como un crimen de odio y un caso de extremismo violento por motivos raciales«, dijo en la conferencia de prensa Stephen Belongia, el agente especial a cargo de la oficina del FBI en Buffalo.
Las voces oficiales indicaron que en el tiroteo hubo un componente de ritual y premeditación que serían evidencia de animosidad racial.
Gendron, que es blanco, viajó más de 350 km para abrir fuego en una comunidad de mayoría negra. De las 13 víctimas que dejó su ataque, 11 eran personas negras.
Un policía le dijo a CBS que el sospechoso detenido supuestamente gritó insultos raciales mientras disparaba.
Al describir las consecuencias del ataque, otro agente de policía le dijo a Buffalo News: «Es como caminar hacia una película de terror, pero todo es real. Es como Armageddon».La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, describió el incidente como un «acto despreciable de violencia» y dijo que viajaría a Buffalo para ayudar con la respuesta. Se refirió al crimen como una «operación de estilo militar» contra civiles que estaban comprando víveres.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, fue informado sobre el tiroteo. «El presidente y la primera dama están orando por los que se han perdido y por sus seres queridos», dijo un comunicado de la Casa Blanca.
«El odio no debe tener puerto seguro. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para acabar con el terrorismo interno alimentado por el odio», expresó.
Según la agencia de noticias AFP, al preguntarle a la plataforma Twitch si el tirador transmitió los asesinatos, un portavoz del servicio dijo que «el usuario ha sido suspendido indefinidamente de nuestro servicio» y que están «tomando todas las medidas apropiadas, incluida la supervisión de cualquier cuenta que retransmita este contenido».
Según datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicados por AFP, en EE.UU. hubo 19.350 homicidios con armas de fuego en 2020, casi un 35% más que en 2019.
A pesar de los tiroteos masivos recurrentes y una ola nacional de violencia armada, múltiples iniciativas para reformar las regulaciones de armas han fracasado en el Congreso de EE.UU., dejando que los estados y los consejos locales promulguen sus propias restricciones.