Mandatario reiteró que ignorará el resultado del referendo de autonomía que el 4 de mayo celebrará la región de Santa Cruz, que está en manos de fuerzas políticas opuestas a Morales y a la reforma constitucional que promueve.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, defendió este lunes ante la ONU el papel desempeñado por su Gobierno en la crisis política que vive su país, que definió como un intento de familias adineradas por detener sus reformas en favor de la igualdad y la justicia social.
«Cuando uno trabaja buscando la unidad del país, y sobre todo la igualdad y la justicia, siempre habrá obstáculos», aseguró Morales en una conferencia de prensa.
«Esa resistencia viene de algunos grupos, algunas familias que no quieren perder privilegios, familias que antes solo querían al pueblo boliviano para explotarlo», indicó.
Reiteró que ignorará el resultado del referendo de autonomía que el 4 de mayo celebrará la región de Santa Cruz, que está en manos de fuerzas políticas opuestas a Morales y a la reforma constitucional que promueve.
El Gobierno boliviano considera que el plebiscito autonomista es ilegal porque carece del aval del Congreso y de la Corte Nacional Electoral.
«Es una consulta, un sondeo de opinión, por tanto no tiene mucha importancia esta consulta ilegal de algunos grupos», aseguró.
Morales afirmó que el propósito de la consulta popular organizada por sus opositores es «separar a Bolivia» y advirtió que su «obligación» es «velar por la unidad del país».
El mandatario boliviano participó en la inauguración de la séptima sesión del Foro Permanente de Asuntos Indígenas de la ONU y el martes asistirá a un acto académico en la Universidad Brown de Providence (Rhode Island).
En la conferencia de prensa en la sede de la ONU, Morales resaltó que lo que le «alienta» a seguir con su tarea de Gobierno «es el cariño impresionante del pueblo».
«Por primera vez el Estado llega a cada hogar» boliviano, apuntó y como ejemplo mencionó las pensiones concedidas a las personas mayores de 60 años.
Sin embargo, reconoció que «en dos años y dos meses no se puedan resolver los problemas dejados por tantos años de capitalismo».
El jefe de Estado también defendió la reciente decisión de su Gobierno de detener la exportación de aceites comestibles porque, según el Ejecutivo, las grandes empresas del sector vendían en el extranjero a mejor precio que dentro del país.
«Hay gente que solamente piensa en la plata y no en la patria», opinó.
La prohibición temporal a las exportaciones ha supuesto otro punto de fricción con sus opositores, entre los que se encuentran empresarios vinculados a esta industria agrícola.
Bolivia se encuentra en una profunda crisis política desde que a finales del año pasado el Gobierno aprobó un nuevo texto constitucional, a pesar de que no contaba con el respaldo de los dos tercios de la Asamblea Constituyente.
La oposición centrada en las regiones orientales del país respondió con la convocatoria de referendos autonómicos sin contar con el Gobierno central.
Además de Santa Cruz, tienen en marcha procesos autonomistas las regiones de Beni, Pando y Tarija, con consultas programadas en junio, con el respaldo de dirigentes opositores de Cochabamba y Chuquisaca.
EFE
