El general José Alejandro Bernales «fue un verdadero amigo de Panamá, contribuyendo con sus valiosas iniciativas a fomentar el intercambio para la formación y capacitación de unidades policiales panameñas en las aulas de la institución chilena, a fin de prepararlas adecuadamente en las tareas de preservación de la seguridad ciudadana», destacó sobra la labor del fallecido jefe de la policía uniformada chilena.
El presidente panameño, Martín Torrijos, declaró este jueves «tres días de reflexión nacional» en memoria de los once fallecidos, entre oficiales y civiles chilenos y panameños, en el accidente de un helicóptero del Servicio Aéreo Nacional (SAN) que se estrelló en la capital del país.
Torrijos regresó a Panamá, luego de interrumpir su visita a El Salvador, en donde participaba en una Cumbre de Centroamérica con Brasil, y emitió una declaración en la que «lamenta profundamente el trágico accidente» ocurrido esta tarde.
En la tragedia «perdieron la vida distinguidos miembros del Servicio Aéreo Nacional, ilustres visitantes de Chile, así como estimados compatriotas», añade.
«Nos conmueve la desaparición física» de la subcomisionada María Angélica Celis, subcomisionado Gerardo Polanco, capitán Calixto Cedeño, capitán Juan Delgado y sargento Reynaldo Cerna, indica Torrijos.
En el accidente también fallecieron el «ilustre visitante general José Alejandro Bernales Ramírez, (general director del Cuerpo de Carabineros de Chile) su distinguida esposa y casi toda su comitiva», lo que «llena de consternación y luto a la Nación Panameña, profundamente conmovida por un acontecimiento que ha traído a nuestro suelo luto y dolor», acota.
En el aparato viajaban, además de Bernales, su esposa Teresa Bianchini; el teniente coronel Oscar Tapia; la esposa de éste, Carolina Reyes Cruz; el teniente coronel Ricardo Orozco Ugalde y el capitán Mauricio Fuenzalida Ayala, todos chilenos.
Bernales «fue un verdadero amigo de Panamá, contribuyendo con sus valiosas iniciativas a fomentar el intercambio para la formación y capacitación de unidades policiales panameñas en las aulas de la institución chilena, a fin de prepararlas adecuadamente en las tareas de preservación de la seguridad ciudadana», destaca.
Torrijos detalla que la visita de Bernales a Panamá formaba parte de estos esfuerzos de cooperación entre los dos países, «empeños que se fortalecieron por la actuación del general Bernales, con el beneplácito de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet».
El ministro panameño de Gobierno y Justicia, Daniel Delgado, confirmó la muerte de al menos once personas, pero advirtió que no se sabía si encontrarían más víctimas en el interior del almacén donde se estrelló el helicóptero, porque no han podido ingresar todavía.
El helicóptero se desplomó sobre el establecimiento comercial «Banana Price» en el céntrico sector de Calidonia a las 14.10 hora local (19.10 GMT), cuando en ese sitio hay un intenso movimiento de personas y automóviles.
La aeronave venía en ruta desde la provincia de Colón hacia un hotel en la ciudad de Panamá, donde tenía previsto aterrizar, pero al no poderlo hacer se dirigió al Aeropuerto Marcos Gelabert, en las orillas del Canal de Panamá, cuando ocurrió el accidente.
El helicóptero SAN-100, de fabricación estadounidense, estaba en servicio desde 1973, cuando lo compró el general Omar Torrijos, «hombre fuerte» de Panamá y padre del actual presidente, fallecido en un accidente aéreo el 31 de julio de 1981.
EFE
