No se habló de los problemas que más preocupan a los colombianos, como las políticas de seguridad y el desempleo, y apenas se esbozaron algunas ideas sobre la libertad de expresión y la lucha contra la corrupción.
Los candidatos a la Presidencia de Colombia apoyaron anoche al también aspirante Juan Manuel Santos ante el juicio que enfrenta en Ecuador y se quejaron de la parcialidad del Gobierno de Álvaro Uribe en la campaña, durante un tedioso debate televisivo sin apenas propuestas.
Los candidatos favoritos en las encuestas sobre intención de voto, Santos, del oficialista Partido de la U, y Antanas Mockus, líder del Partido Verde, se mostraron bastante cautelosos en el debate organizado por Caracol TV y Caracol Radio, uno de los más flojos entre los realizados hasta ahora en cuanto a contenido.
Gran parte del debate entre los seis principales aspirantes presidenciales a los comicios del próximo 30 de mayo se centró en la defensa de Santos ante el proceso abierto en su contra por la justicia ecuatoriana y en el rechazo a la supuesta falta de imparcialidad de Uribe.
No se habló de los problemas que más preocupan a los colombianos, como las políticas de seguridad y el desempleo, y apenas se esbozaron algunas ideas sobre la libertad de expresión y la lucha contra la corrupción.
Todos los candidatos coincidieron en que Ecuador no tiene competencia para juzgar a Santos por el bombardeo militar a un campamento de las FARC en ese país el 1 de marzo de 2008, aunque Mockus y el izquierdista Gustavo Petro recordaron que esa acción violó el derecho internacional.
Por ello insistieron en que el juez Daniel Méndez, de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, donde se produjo el bombardeo contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), no tiene competencia para juzgar a Santos, porque aquella acción partió de una decisión de Estado cuando él era ministro de Defensa.
Precisamente ayer este juez notificó la acusación contra Santos por su participación «intelectual» en ese bombardeo, en el que murieron 26 personas, entre ellas el entonces «número dos» de las FARC, alias «Raúl Reyes».
Mockus señaló que la decisión de ese juez es un «sinsentido jurídico», pero como el bombardeo fue en su opinión una «violación al derecho internacional», vaticinó que «Colombia pagará indemnizaciones» por aquel hecho, que llevó a la ruptura de las relaciones diplomáticas con Ecuador dos días después de ocurrido.
La conservadora Noemí Sanín, el liberal Rafael Pardo y el candidato por Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, fueron mucho más explícitos en su apoyo a Santos, ya que además de protegerlo no cuestionaron la legalidad del operativo militar que dirigió como ministro de Defensa.
A su turno, Santos agradeció a todos sus rivales el apoyo brindado y también las críticas que vertieron sobre la intromisión de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, en la campaña colombiana.
También se habló del supuesto «intervencionismo» de Uribe en favor de su ex ministro Santos y al respecto Mockus sostuvo: «Estamos cansados muchos del ‘todo vale’. Si la ley dice que no hay guiños del presidente en la campaña, pues no debe haber».
El aspirante Verde también rechazó una cuña radial elaborada por la campaña de Santos en la que una voz que imita a la de Uribe invita a votar por el candidato oficialista.
Vargas Lleras lamentó, asimismo, que el Gobierno no haya mantenido la imparcialidad necesaria, pero el más duro fue el aspirante del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), Gustavo Petro.
Petro afirmó que tanto él como su familia han sufrido una «persecución» durante el mandato de Uribe y recordó que el mandatario, en los comienzos de la campaña, dijo en alusión a él que un candidato estaba recibiendo financiación «de un Gobierno extranjero».
Por otro lado, Santos, periodista y ex subdirector del diario El Tiempo, se refirió a la prensa y aseguró que todos los reporteros «van a tener absoluta libertad» si llega a la Presidencia «para criticar lo que les venga en gana».
Sanín y otros candidatos esgrimieron algunas ideas sobre la lucha contra la corrupción y se habló también muy por encima de la polémica propuesta de Santos para que la Fiscalía pase a depender del Gobierno.
Todos afirmaron que en la campaña no están teniendo espacios para tratar los grandes problemas del país, pero lo cierto es que ninguno lo hizo en el debate del martes.
