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Canciller británico considera que sanciones contra Irán alejan la posibilidad de un conflicto

William Hague enfatizó frente a la Cámara de los Comunes que el objetivo de este «paquete de medidas» es obligar al gobierno de Teherán a transparentar su programa nuclear ante la comunidad internacional y que implica «un aumento significativo de la presión legítima y pacífica sobre Irán para que vuelva a las negociaciones».


El ministro británico de Exteriores, William Hague, afirmó este martes que la aplicación de sanciones contra Irán «aleja» la posibilidad de un conflicto con ese país al aumentar la presión para que negocie sobre su programa nuclear.

En una declaración ante la Cámara de los Comunes, Hague aseguró también que el Reino Unido no contempla por el momento «ninguna intervención militar en el Golfo», pese al posible envío de refuerzos a la zona.

El ministro británico de Defensa, Philip Hammond, advirtió que el Reino Unido podría reforzar su presencia militar en el estrecho de Ormuz si continúa aumentando la tensión con Irán por el contencioso nuclear.

El Gobierno de Teherán ha amenazado con cortar el paso por ese estrecho en respuesta al embargo de crudo iraní y el bloqueo financiero decidido el lunes por la Unión Europea (UE).

Sobre las sanciones impuestas por la UE a Irán, Hague explicó que pretenden obligar a Irán a tratar sobre su programa nuclear con la comunidad internacional.

«Este paquete de medidas no está diseñado para provocar ningún conflicto, sino para alejarnos de él al incrementar la presión para una resolución pacífica de estas disputas», afirmó el ministro.

Hague compareció ante la Cámara de los Comunes para responder a una pregunta urgente planteada por un diputado conservador, Robert Halfon, quien inquirió si «afrontamos la perspectiva de una dictadura nuclear en Oriente Medio».

Tras descartar un conflicto en el futuro inmediato, el ministro reiteró que el conjunto de medidas europeas «sin precedentes» supone «un aumento significativo de la presión legítima y pacífica sobre Irán para que vuelva a las negociaciones», opción «siempre disponible».

La comunidad internacional sospecha que Irán esté enriqueciendo uranio con fines armamentísticos, mientras que el país sostiene que sus actividades nucleares tienen fines civiles y pacíficos.

Para Hague, «este es un programa que no tiene ningún uso civil plausible y que Irán intentó mantener en secreto».

En cuanto al posible bloqueo del estrecho de Ormuz, el jefe de la diplomacia británica subrayó que sería «ilegal» y «fracasaría», además de perjudicar la propia economía iraní.

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