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Argentina: saqueos se propagan a Buenos Aires

El incidente ocurrió a plena luz del día frente a un supermercado Carrefour en San Fernando, cerca de la capital. Y se prolongó hasta la noche.


Policías antimotines en Argentina se enfrentaron el viernes con centenares de personas que trataban de saquear un supermercado en las afueras de Buenos Aires.

El incidente ocurrió a plena luz del día frente a un supermercado Carrefour en San Fernando, cerca de la capital. Y se prolongó hasta la noche.

La policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma, con lo que logró impedir el ataque.

Pero en otras partes del país tiendas y supermercados fueron saqueados en el segundo día de disturbios.

Medios locales reportaron el sábado que al menos 500 personas han sido arrestadas en todo el país.

El gobierno culpa a sindicatos vinculados a la oposición.

«Esto ha sido orquestado. Alguien comenzó todo esto para crear una atmósfera de miedo», dijo el alcalde de San Fernando, Luis Andreotti.

Pero el líder sindicalista Luis Barrionuevo, en entrevista con radio Mitre, dijo que el gobierno no le «prestó atención» a la situación social de algunas zonas del área metropolitana de Gran Buenos Aires y que tuvo falta de «previsibilidad».

La televisión argentina mostró imágenes de personas -en su mayoría enmascaradas- tirando piedras a la policía y tratando de irrumpir en tiendas y supermercados.

Les preguntamos a nuestros seguidores en Facebook cómo interpretan los saqueos en Argentina, y esto dijeron:

Juan Manuel Lobo «Como medidas desestabilizadoras de la oposición, sumadas a robos por parte de un grupo de delincuentes»

Diana O’Higgins «Como un preámbulo al autogolpe, justificando desde ahora la presencia de fuerzas de seguridad en las calles…»

Patricia Cuevas «Mientras la Presidenta siga saliendo por Cadena Nacional hablando pelotudeces. Disfrazando los números del Indec. Moyano salió al cruce ya diciendo que son gente del gobierno. La cuestión es que todos se hacen los boludos.»

Federico Cargnelutti «Pobreza (cada vez hay mas pobres), inflación (los precios aumentan, los ahorros se desvalorizan), frustración de los pobres (no les alcanza para vivir dignamente), inseguridad (los pobres le roban a los comerciantes), injusticia (los ladrones actúan impunemente), falta de educación, políticos ineptos e incompetentes, empresarios mediocres y corruptos».

Los primeros incidentes con saqueos se dieron el jueves en la ciudad turística sureña de Bariloche.

Por lo menos tres supermercados fueron saqueados allí por más de 100 personas, que salieron con artefactos electrónicos, juguetes, ropa y comida.

Después de un pedido del gobernador provincial, el gobierno central envió unos 400 gendarmes a Bariloche, en la provincia de Río Negro.

Televisores de plasma

Otros ataques fueron registrados durante la noche en las ciudades industriales de Campana y Zárate, en la provincia de Buenos Aires; Resistencia, en la provincia norteña de Chaco; y en la tercera ciudad de Argentina, Rosario, en la provincia de Santa Fe.

Dos personas perecieron en Rosario mientras guardias de seguridad trataban de frenar el saqueo.

Al menos 117 personas fueron detenidas en la provincia de Buenos Aires y 128 en la de Santa Fe, señalaron las autoridades.

Todavía están frescos en el país sudamericano los recuerdos de las revueltas y los saqueos de 2001, durante el colapso económico que sufrió entonces el país.

Pero el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acusa a grupos organizados, relacionados con la oposición y a los «medios derechistas» de tratar de socavar su programa de reforma social.

«Hay una parte de Argentina que desea conducir al país al caos y la violencia», afirmó el viceministro de Seguridad, Sergio Berni, en Bariloche.

«Pero esta Argentina no es la misma de 2001», agregó.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, también opina que los disturbios son políticamente motivados.

«La gente que sale de tiendas saqueadas con televisores de plasma no está hambrienta», señaló Scioli.

Entretanto, el dirigente sindical de oposición -exiliado de Kirchner- Hugo Moyano rechazó las acusaciones del gobierno.

«Esto probablemente se disparó por la difícil situación que está enfrentando el pueblo argentino. No puedo imaginar que esto haya sido organizado por alguien», declaró Moyano, jefe del poderoso sindicato CGT (Confederación General del Trabajo).

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