Publicidad
BBC News Mundo
Los «bonos Bowie»: la huella que dejó el artista en el mundo de las finanzas

Los «bonos Bowie»: la huella que dejó el artista en el mundo de las finanzas

Los títulos, que fueron comprados por el gigante estadounidense de seguros Prudential Financial por US$55 millones, comprometieron a Bowie para que repague a sus nuevos acreedores sobre sus futuros ingresos, y dieron un rendimiento anual fijo de 7,9%.


David Bowie fue un ícono de la música para muchos, pero ¿cuánta gente sabe que también su innovación llegó al mundo financiero?

Fue a mediados de la década de los 90 cuando le propusieron a David Bowie crear un nuevo método para generar dinero del extenso trabajo del cantante.

Lo idea vino de su gerente financiero, Bill Zysblat, y el banquero David Pullman. Se trataba de vender los llamados «bonos Bowie».

En 1997, puso en el mercado esos títulos respaldados por activos, que otorgaban a los inversores una participación en sus futuras regalías por un plazo de 10 años.

Los títulos, que fueron comprados por el gigante estadounidense de seguros Prudential Financial por US$55 millones, comprometieron a Bowie para que repague a sus nuevos acreedores sobre sus futuros ingresos, y dieron un rendimiento anual fijo de 7,9%.

Bowie llegó a un acuerdo con el sello discográfico EMI que le permitió agrupar y vender bonos en regalías por 25 discos editados entre 1969 y 1990, que incluyó clásicos como «El hombre que vendió el mundo» (The man who sold the world), Ziggy Stardust y Héroes (Heroes), según publicó el diario Financial Times.

Bowie usó una porción de esos US$55 millones para comprar la parte de su exmanager Tony DeFries, con quien rompió relaciones en 1975, explicó el compositor Paul Trynka.

¿Bajo presión?

Cuando Bowie se dio cuenta de que en la década del 70 no era dueño de su propio trabajo –DeFries informó que tenía en su poder hasta un 50%, en una escala móvil, en perpetuidad, para la música creada hasta una cierta fecha–, le causó un colapso mental, aseguró Trynka.

«Él tuvo este desplome psicológico; toda la música que él creo no le pertenecía (enteramente)».

Trynka aseguró que fuentes cercanas al acuerdo sugirieron que los «bonos Bowie» le permitieron a Bowie comprarle a DeFries más de US$27 millones, pero esta cantidad no fue confirmada.

Sin embargo, el acuerdo se rompió, y esto claramente ayudó a las finanzas de Bowie.

Según la lista de las personas más ricas que compone el diario británico the Sunday Times, Bowie tenía un patrimonio de US$194,6 millones (135 millones de libras), posicionándolo en el lugar 707 del listado, compartiendo posición con el artista pop británico Robbie Williams.

En tanto, este listado se elaboró previamente a la salida a la venta del nuevo álbum de Bowie: Blackstar, cuyas proyecciones del Official Charts Company dijeron que esta semana sería el número uno en los ránkings de álbumes al igual que las ventas de trabajos anteriores, tras la muerte de Bowie.

En toda su carrera, el cantante vendió 150 millones de álbumes, según las estadísticas del Ránking de Artistas Británicos (BPI por sus siglas en inglés).

Malas calificaciones

La naturaleza pionera de los «bonos Bowie» llamó la atención y despertó la imaginación de toda clase de músicos. La banda de heavy metal Iron Maiden, el padrino del funk y soul James Brown, y la banda Holland Dozier Holland, cantautores detrás de la compañía discográfica americana Motown en los años 60, fueron algunos de los artistas que decidieron subirse al tren.

Pero como algunos álbumes pueden ser más exitosos que otros, la innovación en las inversiones de deuda pueden también obtener resultados mixtos.

En 2004, la agencia de calificación de inversiones Moody’s ubicó a los «bonos Bowie» sólo por encima de los denominados «basura», el nivel más bajo, después de una recesión en la industria de la música.

El mismo Bowie predijo este declive en las ventas del mercado de música tradicional, cuando en 2002 le dijo al diario estadounidense The New York Timesque la música se convertiría en algo como «el agua corriente o la electricidad».

Sin embargo, los bonos «funcionaron bien para todos», según el experto en finanzas de la industria musical, Cliff Dane.

«Por la naturaleza particular de los títulos –la calidad de los temas musicales de Bowie y las grabaciones– y el tiempo y el lugar, hicieron de esta una muy buena decisión económica de los inversores y de la compañía que lo organizó».

El modelo no necesariamente fue bueno para el financiamiento de los bonos respaldado por activos. «Piensa en el posterior desorden de las hipotecas de alto riesgo», analizó Dane.

La innovación de Bowie se basaba en usar la propiedad intelectual para respaldar los valores, aseguró el escritor financiero Chris O’Leary.

Y agregó que los bancos estaban empezando a agrupar activos como las hipotecas en un nuevo tipo de valor, en la década de los 70.

Pero la idea de usar bienes poco ortodoxos para respaldar los activos aún se mantiene fuerte, según el escritor de Reuters Neil Unmack, quien afirmó que el legado financiero de Bowie es «espectacular».

«El amplio campo de esotéricos valores respaldados por activos que inició ‘El duque blanco’ (como se lo apodada a Bowie) tiene un futuro genuino», agregó.

Las ventas de títulos respaldados por activos no tradicionales crecieron un 11% el año pasado, aseguró.

«Los riesgos son altos: los activos con poca historia son difíciles de modelar y vulnerables a los cambios repentinos en una regulación o intervención gubernamental.

«Pero muchos de ellos tendrán éxito para que la rareza financiera de Bowie se mantenga de moda», añadió.

 

Publicidad

Tendencias