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Las primeras semanas de ME-O Presidente

Esteban Valenzuela Van Treek
Por : Esteban Valenzuela Van Treek Ministro de Agricultura.
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Los franceses en su pasión por la historia se permiten una rama de su escuela que se pregunta lo que hubiese ocurrido si otro hecho  aconteciera: es la contra-historia. Ni ociosidad ni sarcasmo; un ejercicio legítimo de comparación contra-factual.

Imaginemos un momento, como lo hizo el 20% de la población y muchos más que estaban dispuestos a votar a Marco  en segunda vuelta, que el 11 de Marzo un joven presidente filósofo y cineasta recibe la piocha de O`Higgins de la Presidenta Bachelet.   Por cierto, el acto austero con un Presidente que con mayor razón usa su teñida negra ante el dolor por el terremoto-tsunami que asoló lugares y gentes queridas por él, como el Concepción de su abuelo y padre, como Iloca, Duao, Pichilemu, los balnearios que conoció a su regreso del exilio y que le han acompañado en su estancias en Vichuquén…Seguramente, una mayor presencia de delegaciones europeas se hubieran hecho presentes.

Pero esto es la escenografía. En la marea de fondo, ya existiría una nueva coalición o acuerdo progresista que hubiese contado con las mayorías no sólo en el Senado, también en la Cámara (ME-O dialogó y valoró a los diputados Araya y Sepúlveda).

Seguramente en su gabinete y equipos habría no pocos egresados de la Universidad Católica -de hecho, nos encontramos en su campaña ochentistas y nuevas generaciones de la UC. Pero la diversidad se hubiera expresado: allí estaría la U (políticas públicas), el Arcis (soportes sociales, arte), la Diego Portales (la reforma penal y penitenciaria pendiente), el instituto descentralizador de la Universidad de la Frontera, los intelectuales y profesionales innovadores de Valparaíso y Concepción. No tengo dudas.

[cita]El país no comentaría las dádivas o donaciones  de sus millonarios, sino que la decisión del Presidente Enríquez-Ominami de convocar a los grandes empresarios y mineras[/cita]

Habría también más mezcla de políticos y gente joven. No tengo certeza, pero estaría Gonzalo Martner, Luis Edo. Escobar, quizás transplantado de regreso a Chile Sebastián Edwards…Y en educación  Cassazus, Álvaro Escobar buscando hacer de la cultura inspiración e industria, y en Medio Ambiente Sara Larraín… y los jóvenes innovadores, los críticos desde dentro de la Concertación, pero también la de grupos emergentes, de izquierda extraparlamentaria, de nuevas redes, de liberales progresistas.

Nadie debatiría de LAN ni de Chilevisión (el país habría corroborado que elegía a un Presidente casi sin bienes, “dependiente de la Primera Dama”, como reconocía en campaña). Pero ya habría puesto urgencia a modificaciones que aseguraran bienes públicos y diversidad para la nueva televisión digital. Habría sorpresas en los Intendentes, ya que ME-O se comprometió a oír ternas de los propios consejos regionales, los gobernadores y seremis no se habrían cuoteado milimétricamente como lo hace la Alianza. La Comisión plural, de Gobierno y Oposición, para la nueva Constitución del Bicentenario y la reforma política democratizadora, ya se habría constituido con un plazo de 120 días, generando a su vez, aportes ciudadanos, con la esperanza de llegar al 18 de septiembre con un consenso político amplio de dispersión del poder y dinamización de Chile.

Las secuelas del terremoto hubieran reafirmando en lo más profundo que Chile merece una reconstrucción eficiente, justa e innovadora de la provincia y la costa, no a costa de las nuevas generaciones, sino que con la Reforma Tributaria que se prometió ahora: mayor royalty a las mineras, esfuerzo de las grandes empresas, de las mega centrales hidroeléctricas. El país no comentaría las dádivas o donaciones  de sus millonarios, sino que la decisión del Presidente Enríquez-Ominami de convocar a los grandes empresarios y mineras, y lograr consensos para que la enorme renta que tienen, permitiera un poderoso fondo de reconstrucción de casas, escuelas, familias, iglesias.

Seguramente, el Presidente hablaría más pausado. El tsunami, el poder, el cargo, el amor por Chile, le provocarían esa introspección de quien contribuye a la Historia de todos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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