La noticia “periodística” mundial del fin de semana fue la filtración de más de 250mil documentos clasificados, provenientes del Departamento de Estado norteamericano concernientes a la gran mayoría de los países del orbe y sobre los cuales envía y recibe información a través de sus embajadas. Los documentos fueron filtrados por el sitio WikiLeaks (wiki), dedicado hace años a desclasificar documentos secretos de los Estados bajo el slogan “We open governments”, para que la sociedad se informe de las políticas que aplican sus Gobiernos y que normalmente se mantienen en secreto.
Sin duda la atención mundial ha estado sobre los documentos que tienen que ver con los conflictos y puntos de tensión más importantes en el mundo. Hablamos del Irán, Corea, Venezuela, Cuba y otros, sin embargo, la noticia tiene también implicancias para Chile. Según se ha informado, 1464 documentos secretos y clasificados que salieron desde la Embajada norteamericana en Santiago.
Nuestros medios, concentrados en el duopolio de El Mercurio y Copesa, han seguido la noticia haciendo eco de los cables que llegan de las agencias internacionales. Mientras medios internacionales como el Guardian, El País o el NYT desmenuzan el material filtrado, lo analizan, clasifican, ordenan y cruzan, en nuestro país la noticia parece no tener mucha importancia (EMOL – LT), contentándose con mencionar el hecho de la filtración, pero ni siquiera mencionan que muchos de esos documentos desclasificados tienen que ver directamente con nuestro país.
Seamos sinceros. Tampoco esperamos que lo hagan. Por lo que la responsabilidad está hoy en manos de nuestros medios independientes, sobre todo los en línea, quienes tienen a su disposición todo el material en la web, lista para ser analizada. Justo cuando comienzan a proliferar medios nuevos como El Post o El Dínamo, que se vienen a sumar a otros como CIPER o El Mostrador, quedará en evidencia de qué están hechos unos y otros. La mirada periodística no puede agotarse hoy en el mero análisis sobre el hecho noticioso. No. Acá hay que entrar a picar, discriminar y sobre todo, observar de manera contextualizada.
Veremos quien da el batatazo, ¿apuestas?
