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La elección municipal que forzará un Frente Amplio

Esteban Valenzuela Van Treek
Por : Esteban Valenzuela Van Treek Ministro de Agricultura.
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El gran reacomodo será en la centroizquierda en que todos perderán, lo que obligará a superar la Concertación por una Frente o Convergencia Amplia, incluyendo los nuevos actores y segmentos juveniles. La suma de la vieja Concertación con el PC no alcanza a ser mayoría. La propia ex presidenta Michelle Bachelet lo sabe, y por eso su participación fue moderada y contenida.


El resultado de la elección municipal será una paradoja: la Alianza bajará a un tercio de la votación (del 36 % al 33 %), con un mediocre resultado en concejales, pero le irá mejor en alcaldes y mantendrá la mitas de los municipios, incluyendo ocho de quince capitales regionales.

El gran reacomodo será en la centroizquierda en que todos perderán, lo que obligará a superar la Concertación por un Frente o Convergencia Amplia, incluyendo los nuevos actores y segmentos juveniles. La suma de la vieja Concertación con el PC no alcanza a ser mayoría. La propia ex presidenta Michelle Bachelet lo sabe, y por eso su participación fue moderada y contenida. Pero las noticias vendrán peor para sus aliados; la lista «Concertación», la expropiación de una trayectoria de 17 partidos realizada por la DC y el PS, obtendrá tan solo un 22 %, ya que la DC seguirá a la baja para situarse en torno al 12 %, el PS tendrá solo un dígito (9), y sumarán un 22 % con los independientes. Menos de cinco puntos que el 2008, en que dicha lista obtuvo un 27 %.

La apuesta por abrir el cuadro político realizada por el PPD tendrá un resultado mediano; se acercarán al eje DC-PS, pero bajarán los tres Partidos: el PPD un 8 %, el PC un seis, el PR un cuatro y llegarán a 20 % con los independientes que sumaron.

[cita]El gran reacomodo será en la centroizquierda en que todos perderán, lo que obligará a superar la Concertación por un Frente o Convergencia Amplia, incluyendo los nuevos actores y segmentos juveniles. La suma de la vieja Concertación con el PC no alcanza a ser mayoría. La propia ex presidenta Michelle Bachelet lo sabe, y por eso su participación fue moderada y contenida.[/cita]

Los partidos alternativos y nuevos tendrán resultados interesantes, pero nada notable ni en porcentajes, alcaldes ni concejales, debido a su dispersión e incapacidad de pactar. El PRO un 7 % (con la suma de los variopintos independientes que aglutinó), el PRI un cinco, Humanistas un 2, grupos regionalistas y liberales (ex Ch1) con presencia en el norte. La sorpresa será el Partido Igualdad que obtendrá concejales en zonas urbanas poblacionales (como Peñalolén, Puente Alto y Maipú) y un 3 % a nivel nacional. El partido de los «hermanos» pobladores le compite a la UDI y al PC, los partidos que siguieron trabajando en dicho ámbito.

Estos resultados harán renacer la presión por nueva coalición amplia y plural, sobre todo si Bachelet se decide a dar señales en dicho sentido y busca acercamiento con MEO con miras a una segunda vuelta, pero con pacto parlamentario explícito o por exclusión en las parlamentarias.

El Plan B es que el eje DC-PS se mantenga cohesionado y la candidata se «refugie» en sus cercanos, lo que podría provocar el surgimiento del Frente Amplio como una fuerte alternativa novedosa, con dos candidatos presidenciales (Bachelet y MEO), pero con capacidad de elegir diputados en 40 distritos con duplas de candidatos fuertes incluyendo rostros juveniles). Esta opción es factible y puede amenazar el binominal, ya que con tres listas competitivas, el sistema electoral se convierte en otro juego. La gran perdedora puede resultar la derecha, lo que la lleve a posturas más reformistas en el mediano plazo tanto en lo social como político.

Lo propiamente municipal ha sido de baja intensidad. Las gestiones emblemáticas han estado ausentes, obnubilados por la atención mediática en las presidenciales y por la ausencia de listas relevantes que politizaran las elecciones: modelos de gestión educacional, virajes verdes integrales, participación sustantiva. Nada de eso apareció.

Además, se retiraron Orrego (Peñalolén), Ossandón (Puente Alto), Undurraga (Maipú), Quinteros (Puerto Montt),las mejores gestiones según diversos observadores. El resto muestra cansancio, rutina e indiferenciación entre derecha-izquierda, en un fenómeno de convergencia programática y de estilos. Así la derecha crece en los pobres y la izquierda en los sectores medios, en una caso de trasvasije político simbólico y real. La UDI va a salir victoriosa en muchos municipios de las zonas urbanas metropolitana, mientras avanzan  los candidatos de centro izquierda en zonas de hegemonía derechista en la última década como Concepción, Providencia, Ñuñoa, Santiago-Centro.

Los jóvenes crecerán a un 20 % de los que votan (desde el 8 %) y los adultos mayores bajarán. La participación será idéntica en números, pero con este mayor perfil juvenil: un 60 % aproximado del padrón electoral potencial emitirá preferencia, cerca de seis millones y medio de electores, lo que se acerca a la última municipal, descontando nulos y blancos.

Si todo esto ocurre, habrá alertas para la derecha (un tercio con el Gobierno en su amplio red de poder), reinvento de coaliciones en la centroizquierda y mandato de coalisionarse a los grupos emergentes.

Ya todos se habrán probado para producir innovaciones. Comenzarán mayores sorpresas y nuevos dinamismos, incluyendo la posibilidad de las esquivas reformas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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