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Créditos estudiantiles: la dictadura bancaria

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Juan Pablo Rojas y Felipe Muñoz
Por : Juan Pablo Rojas y Felipe Muñoz Voceros de la Coordinadora Deuda Educativa
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No existirá jamás una Reforma Educacional que cambie el paradigma en educación desde un bien de consumo a un derecho social si no se incluye en ella a las víctimas del sistema educacional.


Ya son miles de millones de dólares los que los bancos han obtenido como ganancias a través de los créditos estudiantiles para la Educación Superior que han sido creados por el Estado. La cifra de US$ 3.164 millones refleja la deuda actual que mantiene esclavizadas a miles de familias con la banca privada por no contar con los recursos para que sus hijos accedieran a la educación. Estos créditos estudiantiles, verdaderos inventos financieros creados en los gobiernos de la Concertación (Nueva Mayoría), que fueron aplaudidos por la derecha y celebrados por los bancos, son los que tienen a miles de familias endeudadas, demandadas y con procesos de embargos y remates de sus casas.

Indigna observar cómo los mismos políticos que un día nos prometieron cambiar de raíz el modelo económico impuesto por la dictadura cívico-militar, hoy nos gobiernan en medio de la dictadura bancaria en que se ha convertido la Educación Superior en Chile.

Ad portas de lo que la Presidenta Bachelet promete como una “Reforma Educacional Histórica”, su silencio respecto a este flagelo se agudiza a medida que transcurre el tiempo. Incomprensible resulta que con la misma fuerza que condena el lucro en la educación no se refiera a los créditos que cientos de miles de estudiantes fuimos obligados a contratar con el aval del Estado de Chile, pues no teníamos otra opción para financiar nuestros estudios. Es aún más incomprensible si el 87% de los estudiantes chilenos nos encontramos amarrados económicamente a la banca.

[cita] No existirá jamás una Reforma Educacional que cambie el paradigma en educación desde un bien de consumo a un derecho social si no se incluye en ella a las víctimas del sistema educacional. [/cita]

La pregunta es sencilla y se la formulamos a las autoridades: ¿son o no una forma de lucrar con la educación estos créditos estudiantiles? Créditos que lo único que han hecho es agudizar la crisis financiera en que viven miles de familias de nuestro país. Créditos que han hecho más pobre y precarizada a la mal llamada clase media, que no obtiene ninguna prestación por parte del Estado, solo concretándose este salvavidas de plomo a través del endeudamiento, creando con estos instrumentos bancarios verdaderas fábricas de deudores educacionales, alimento preferido del capital financiero, quienes no trepidan en demandar a quienes caigan en morosidad, para luego embargar sus pocos bienes y mandarlos a remate para transformarlos lo más rápido posible en dinero fresco para sus bolsillos. Se soban las manos, cual moscas sobre el cadáver que produjo la educación superior chilena.

Son estas autoridades políticas las principales responsables del lucro en la educación. A modo de ejemplo no olvidaremos que fue el ex ministro de Educación, Sergio Molina, militante demócrata cristiano, el ideólogo del nefasto y sanguinario crédito Corfo, a través del cual los bancos se enriquecieron con sus intereses usureros. Molina luego de ser ministro de Educación paso rápidamente y sin ninguna ética a trabajar en el Banco del Desarrollo, hoy Scotiabank, siendo vicepresidente del directorio de dicha entidad. Justamente el Banco que accedió a $ 551 millones de dólares por concepto de créditos Corfo, un 36% del total de este jugoso crédito. De este modo, el mismo ministro de Educación que ideó e implementó esta pésima política pública con la que se lucró groseramente a costa de nuestras familias, terminó siendo beneficiado económicamente al igual que sus amigos.

Es por ello que junto a la Coordinadora Deuda Educativa, la cual agrupa a los Deudores de los Créditos Corfo, CAE y Fondo Solidario, además de los Estafados por la UTEM con la carrera de Criminalística, los Estafados de la Universidad del Mar y los profesores que quedaron cesantes con la Reforma Educacional implementada por la Concertación en el gobierno de Frei, hoy nos encontramos emplazando al Gobierno. Nuestro emplazamiento es político, pues desde ahí nace su profunda y absoluta responsabilidad. No existirá jamás una Reforma Educacional que cambie el paradigma en educación desde un bien de consumo a un derecho social si no se incluye en ella a las víctimas del sistema educacional. No existirá jamás educación gratuita mientras exista en Chile un deudor de créditos estudiantiles. No existirá jamás un cambio de paradigma mientras no se cumplan las promesas del pasado. Que no se confunda la Presidenta y sus colaboradores. Nosotros tenemos claridad, ya que hemos hecho carne el endeudamiento y sus pésimas pero previsibles consecuencias.

Y es así como mientras crece el silencio del Gobierno de Chile, especialmente de la Presidenta Michelle Bachelet y el ministro Nicolás Eyzaguirre, también crece la indignación de las familias endeudadas. El movimiento de víctimas de la educación chilena avanza día a día, y sabemos que tarde o temprano, desde La Moneda, deberán responder por sus responsabilidades en el lucro de los bancos a través de la educación chilena y de mantener en la miseria al mismo pueblo que alguna vez creyó en sus promesas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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