Publicidad

¿Existe la buena y la mala música?

Por: Eduardo Zuleta


Señor Director:

Entre defensores y detractores se ha desenvuelto el debate que comenzó con una publicación de Quilapayún, criticando lo simplista, monótono y mal gusto de Jamiroquai, sin olvidar por supuesto, de recalcar la superioridad musical y artística de su música por sobre la del grupo británico.

Dentro de este contexto, me llama enormemente la atención, cómo es que ciertos grupos de personas (con conocimientos musicales o no) se sienten capaces de encasillar de forma dogmática qué tipo de música es de calidad, buena, mala o superior a otra.

La música es arte, necesitamos romper la desagradable costumbre de poner en contraste estilos, grupos o artistas completamente diferentes.
Quienes se sienten inmersos en la moda, en la vanguardia musical contemporánea o quienes defienden los estilos, que ellos consideran más puros y bellos, en cierta medida, están defendiendo sus gustos personales, vale decir, lo que a ellos, personalmente, les produce placer, felicidad, o les trae buenos recuerdos. De ninguna forma, están defendiendo una verdad absoluta.
Por suerte, de estos estigmas no se ha contaminado el arte visual. Pues de la misma forma en que nos resulta imposible pretender que el arte de Marcel Duchamp sea contrastado con el arte de Leonardo da Vinci, o cualquier artista contemporáneo que cambio los oleos por colores digitales, nos debe resultar inimaginable la idea de poner en la balanza artistas o piezas musicales de estilos y/o épocas completamente distintas.

Eduardo Zuleta

Publicidad

Tendencias