Señor Director:
Con preocupación he escuchado las declaraciones del Rector de la Universidad de O’Higgins, Dr. Rafael Correa, el lunes 7 de enero en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados, respecto a la no renovación de los contratos de la Dra. Vania Figueroa y de la Dra. Karina Bravo. Situación que se produce a raíz de análisis de desempeño efectuados por los mismos directivos que la Dra. Bravo denunciara por hostigamiento laboral meses atrás, investigación sumaria en la cual la Dra. Figueroa aportó su testimonio.
El Sr. Correa argumentó que su decisión se debía a “la falta de voluntad de ascender en la carrera académica” evidenciada en los análisis de desempeño de ambas investigadoras. Dicha afirmación resulta contradictoria, puesto que, estamos frente a dos bioquímicas que obtuvieron sus doctorados en neurociencias con distinción máxima, han realizado pasantías en el extranjero y participado en numerosos congresos nacionales e internacionales, poseen excelentes evaluaciones docentes, publicaciones científicas y proyectos adjudicados con fondos públicos en actual ejecución. Ambas también poseen una nutrida agenda de actividades de divulgación científica, es decir, cumplen con todos los criterios que se espera de académicas integrales ¿Cómo esto podría reflejar una falta de voluntad en seguir una carrera académica exitosa?
Aunque persista la creencia de que las instituciones académicas son meritocráticas y justas, casos como el de las Dras. Bravo y Figueroa nos recuerdan que esto no siempre es cierto para las mujeres. Existe evidencia que explica que la baja presencia de investigadoras en algunas instituciones de educación superior obedece a efectos acumulativos de entornos laborales inhóspitos, sesgos de evaluación que reflejan estereotipos de género y estructuras institucionales que ponen en desventaja a las mujeres en el mundo académico.
No me corresponde juzgar las decisiones que toma la Universidad de O’Higgins con respecto a sus académicos(as), sin embargo, como mujer, académica de una Universidad que respeta a la mujer, miembro de varias comisiones de calificación e integrante del Jurado Internacional del Programa For Women in Science de L’Oreal Unesco, es mi deber alertar sobre una situación que requiere una profunda investigación, ya que afecta la carrera de dos jóvenes investigadoras que tienen mucho que aportar al país.
Gloria Montenegro Rizzardini
Botánica
Profesora titular de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad
Miembro titular de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo
Miembro titular de la Academia de Ciencias Latinoamericana
Miembro titular de la Academia Chilena de Ciencias Agronómicas
Primera ganadora Latinoamericana del Premio Internacional For Woman In Science de L’Oreal Unesco 1998 y miembro del jurado internacional
