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Otra vez el espectro de la recesión económica mundial Opinión

Otra vez el espectro de la recesión económica mundial

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Alexis Guardia
Por : Alexis Guardia Economista. Universidad de Chile. Doctor en Economía. Universidad de Paris IX Dauphine
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El problema actual es que las economías desarrolladas y emergentes  no se comportan como enseña la teoría tradicional es decir cuando una economía se acerca al pleno empleo, los salarios aumentan y por tanto la inflación crece, la respuesta de la política monetaria es aumentar la tasa de interés y evitar así un sobre calentamiento de la economía.


Recientemente en septiembre,  la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) redujo sus previsiones de crecimiento económico mundial. En efecto este crecimiento no debería alcanzar más que 2,9% en 2019 y 3% el año siguiente marcando con ello su peor desempeño desde el 2008; además tanto los países desarrollados como los países emergente serian afectados por esta situación. Entre las razones que se aducen para explicar esta situación están: las guerras comerciales desarrolladas por el actual gobierno de los Estados Unidos respecto a China y otros países creando tensiones proteccionistas que pusieron en discusión la “globalización feliz”, que la Organización Mundial de Comercio (OMC) desarrolló de una manera  exageradamente aperturista desde su creación en 1995. A ello habría que agregar la eventual salida sin acuerdo del Reino Unido de la Unión Europea, conocido como Brexit; con lo cual eventualmente este país pudiese entrar en recesión el año 2020 afectando a toda Europa. En lo que se refiere al intercambio mundial de bienes y servicios este sería casi nulo en el primer trimestre del año 2019 y podría ser negativo en el segundo trimestre, lejos del 8% de crecimiento del último trimestre del 2016.

En este contexto nuestra breve reflexión se concentrara en la pregunta ¿qué  han hecho y como han funcionado la políticas monetaria y fiscal para enfrentar la situación indicada por la OCDE? Cabe recordar que fue la propia OCDE que ha insistido en que los Estados deben aprovechar de las políticas de flexibilidad monetaria que implican una baja en la tasa de interés para así aumentar sus inversiones y reactivar la actividad económica. Sin embargo, cabe recordar que desde el punto de vista de la discusión económica es difícil creer que la política monetaria afecte fuertemente la inversión  por el canal de la tasa de interés pues la elasticidad de la tasa de inversión respecto a la tasa de interés es débil y además la política monetaria actúa sobre la tasa de interés nominal de corto plazo cuando la inversión responde más bien a la tasa de interés real de largo plazo, y el vinculo entre estas dos tasas depende de las anticipaciones sobre la evolución futura de las tasas de interés y la inflación.

El problema actual es que las economías desarrolladas y emergentes  no se comportan como enseña la teoría tradicional es decir cuando una economía se acerca al pleno empleo, los salarios aumentan y por tanto la inflación crece, la respuesta de la política monetaria es aumentar la tasa de interés y evitar así un sobre calentamiento de la economía. El problema es que hoy las economías no se comportan así pues la inflación se mantiene débil a pesar de una baja del desempleo (ejemplo economía de EEUU y de Europa). Como dicen algunos parece que la brújula que guiaba a los bancos centrales parece haber perdido el norte.

¿Qué hacer entonces si la inflación se sitúa en una zona baja, e inferior al 2% como es el caso de la economía de los Estados Unidos y Europa?

Como es sabido el presidente de los Estados Unidos, en plena guerra comercial, ha reclamado del Banco Central (FED) una baja de la tasa de interés  para contra restar la desaceleración de su crecimiento económico, que ha sido de 2,8% (2018), y esperado 2,2%(2019) y 1,7%(2020). Vale la pena recordar sin embargo, que la economía norteamericana registra un desempleo de 4% el más bajo después de 50 años y un aumento de los salarios en ritmo anual de 3,2%. Todo ello acompañado de un déficit presupuestario de 4,4% del PIB, el presente año. Por último un antecedente de preocupación es que la actividad manufacturera de esta economía se contrajo en agosto por primera vez en tres años. Por cierto las guerras comerciales disuaden a muchas empresas industriales a invertir y la inflación que permanece muy baja hace cada vez mas difícil reducir la tasa de interés, que ya han disminuido.

Con todo, la FED acaba de bajar sus tasas de interés (18 de septiembre) en 0,25 puntos quedando así en un intervalo de 1,75 y 2,0%, dentro del   cual se refinancian los bancos diariamente.

En el caso del banco central europeo(BCE) la reactivación monetaria  para hacer frente al débil crecimiento estimado de la Unión Europea de 1,1% para el 2019 y que ha ido disminuyendo desde año 2013, y de una tasa de inflación de 1,2% con una tasa de desempleo de 7,5% para la zona euro,  resolvió el 13 de septiembre bajar la tasa de interés de los títulos de deuda llevándola a un record histórico de -0,5 para los títulos de deuda alemanes a diez años. Es decir los inversionistas pagan por prestar dinero a los Estados de la zona Euro. Además  en la misma fecha indicada el BCE anunció retomar el programa conocido como “quantitative easing” (QE), de compra de títulos de deuda a partir de noviembre.(esencialmente los bonos del Tesoro de los Estados de la zona euro).

Recientemente T.Piketty formulaba  en su articulo “¿La creación monetaria puede salvarnos?” que: “antes de la crisis del 2007 y 2008 el balance del BCE es decir la totalidad de los títulos poseídos y de los prestamos consentidos  era apenas el 10% del PIB de la zona euro, y en el 2019 este alcanzo un 40%.”

Lo cual significaba ya una creación monetaria equivalente al 30% del PIB de la zona euro.

Las duras criticas de las autoridades monetarias de Alemania y Holanda al presidente del BCE por haber bajado las tasas de depósitos a -0,5 , tasa llamadas de castigo, dudan de su eficacia.y consideran desproporcionada  con respecto a las exigencias de la coyuntura económica actual y con riesgos mayores para la estabilidad financiera. El presidente del BCE (M.Draghi) respondió estas críticas señalando (entre otras cosas) “que ya era tiempo que los gobiernos tomen el relevo de su acción, utilizando su reactivación presupuestaria lo que haría su intervención menos necesaria”La paradoja de todo esto es que Alemania y Holanda son los mas ortodoxos frente a la política reactivadoras vía uso del presupuesto público. En particular Alemania pues de acuerdo a su Constitución no puede sobrepasar el limite de 0,35% de déficit público, no obstante que los bonos del Estado Aleman  son actualmente negativo, lo cual significa que Alemania gana dinero pidiendo prestado y hacer frente a la caída de su PIB de 0,1% en el segundo trimestre del presente año y correr el alto riesgo de entrar en recesión este año.

Recientemente el economista J.Stiglitz afirmaba “solo la política presupuestaria puede sostener el crecimiento en la zona euro”. Las criticas a la política monetaria ortodoxa aplicadas en europa de crédito barato incluso con tasas de interés negativas, son lo suficientemente importantes hoy como para replantearse la reactivación via un importante aumento de la inversión pública asociada a la modernización de la infraestructura, la educación la formación, y las exigencias económicas del cambio climático en curso.

Podriamos concluir que cuando uno observa el actual panorama de la economía mundial predomina una  fuerte sensación de incertidumbre y duda, que un gran escritor alemán (Stefan Zweig) decía “la duda es el enemigo cruel de todo conocimiento humano” y que la economista inglesa Joan Robinson (madre de la economía  postkeynesiana) acotaba que Keynes había encontrado su principal diferencia con el pensamiento neoclásico reconociendo lo que ellos ignoraban, el hecho obvio que las expectativas del futuro son necesariamente inciertas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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