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Las estrechas elecciones en Francia, el camino al Palacio del Elíseo Opinión

Las estrechas elecciones en Francia, el camino al Palacio del Elíseo

Erick Astorga Ar.
Por : Erick Astorga Ar. Escuela de Ciencia Política y RR.II. UAHC.
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Emmanuel Macron ganó con un 27,8% de votos la primera vuelta y se enfrentará a Marine Le Pen, en el ballotage del 24 de abril, quien obtuvo un 23,1% de votos. Jean-Luc Mélenchon, qué salió tercero con un 22,2% —por tercera vezse mostró contento con su performance y sin llamarlo por su nombre, respaldo a Emmanuel Macron en toda la prensa francesa al día posterior de las elecciones “No hay qué darle un solo voto a Le Pen”, ¿será algo que hayamos visto antes en Francia y sobre todo en Chile, o no?

Cuando fue elegido presidente de Francia en 2017, Emmanuel Macron se convirtió en un abanderado de la socialdemocracia francesa y el centro político, si queremos entender esto desde un lenguaje electoral. Era el candidato más Joven, inteligente y más razonable del arco político francés, Su partidoEn Marche!qué es cómo una especie de Partido Liberal francés, era una novedad en un momento donde el mundo y sobre todo Europa estaba cambiando, en Alemania Angela Merkel llegaba al fin de su era y alguien tenía qué ser su heredero cómo líder de la Unión Europea, hemos visto qué hasta el momento Macron no es el líder de la Unión Europea. Fuera de la opinión parisina, pero de boca de los “banlieue” las personas que viven afuera de París el presidente más joven de la historia moderna Francesa si es un líder intrínseco dentro de su país.

Trump era presidente de Estados Unidos, Inglaterra en medio del Brexit, populismos crecientes en Europa oriental y a eso sumémosle los fortalecimiento de autocracias de China y Rusia. En todo el mundo, los políticos qué prometen levantar muros, ignorar a los expertos y hacer retroceder el reloj a una edad de oro imaginaria estaban en ascenso, Macron identificó la amenaza al orden occidental de una China en ascenso y una Rusia irascible. Su solución sería impulsar la Unión Europa y a Francia dentro de ella. Quería restar importancia a la OTAN, sin embargo, como lo ha demostrado la guerra en Ucrania, el papel de Estados Unidos en la defensa de Europa es y sigue siendo indispensable.

El presidente de Francia se ha quedado corto en revitalizar la política francesa. En las elecciones de 2017 derrotó a Marine Le Pen, unarépublicain nationalistepor un 66% contra un 34% de los votos. Ahora se encontrarán nuevamente cara a cara, este 24 de abril para ver quién será el próximo gobernador del Palais de l’ Elysée” .

Marine Le Pen, la candidata de extrema derecha, expresó que parte de su programa es frenar la inmigración, combatir el islamismo y aumentar el poder adquisitivo con el objetivo de “devolver su dinero” y “su país” a los franceses y francesas. Es una política aliada a Viktor Órban en Hungría a Trump en Estados Unidos e incluso en su momento a Vladir Putin. El hecho de qué Marine Le Pen de pronto parezca tener una oportunidad real es en sí mismo un terremoto político para Francia, la socialdemocracia europea y gran parte de Europa y en la actualidad para la OTAN. En Francia los principales partidos todavía ven a la extrema derecha como una fuerza antisistema incompatible. Pero también es una amenaza al orden internacional liberal y sus instituciones como la Unión Europea o las Naciones Unidas.

La candidata de la Rassemblement National ha liderado una campaña de base inteligente a pesar de tener un programa anti-OTAN, prorrusa y euroescéptica, crece en las encuestas. El centro francés y sus primos liberales angloamericanos son sistemas que requieren, para no ser dañados de muerte, de una renovación constante mediante la discusión y la competencia. En cuanto al candidato de La République en Marche! Es una opción razonable en un mundo que gira ante el excesivo consumo de datos y redes sociales, a los populismos nacionalistas que amenazan todos los progresos liberales alcanzados y quizá resulten en un  retroceso de la historia moderna.

                                                                                                     

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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