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Violencia escolar y derecho a la educación

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Por: Paolo Mefalopulos


Señor Director:

Los hechos de violencia ocurridos en el contexto del regreso a clases presenciales son claramente una de las consecuencias de la pandemia en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Dos años sin contacto con sus compañeros, sin las rutinas escolares, sin el contacto presencial con sus profesores para apoyar su aprendizaje y sin los hábitos que la participación en el sistema escolar desarrolla, tuvieron un impacto profundo en la salud mental de los estudiantes y también de los docentes.

En este contexto, es importante destacar que la violencia afecta el derecho a la educación y pone en riesgo la integridad física de las y los estudiantes. Cada vez que los establecimientos deben cerrar sus puertas por situaciones de violencia se limita la experiencia educativa presencial de toda una comunidad escolar, con los efectos ya señalados. Es importante destacar que el ejercicio del derecho a la educación contiene una dimensión relacionada con el clima escolar, el buen trato y la sana convivencia son parte de este derecho. No se puede aprender sin un contexto emocional propicio y la violencia en los entornos escolares es una barrera para el pleno ejercicio de este derecho. Una buena recuperación de los aprendizajes requiere que las condiciones en las que se aprende sean adecuadas emocionalmente, por lo que no puede obviarse esta dimensión en el retorno a las actividades presenciales.

Los establecimientos escolares y las comunidades educativas están viviendo un proceso de transición hacia la normalidad y las transiciones son complejas e inciertas. Por eso es importante que las comunidades escolares recojan lo que ha pasado y vivido en estos dos años, y que generen instancias que les permitan volver a encontrarse y donde los y las estudiantes se sientan acogidos, aunque ya hayan iniciado sus actividades educativas. Nunca es tarde para el diálogo y para implementar políticas de acompañamiento para el retorno presencial. Educación y salud mental tienen que ir de la mano.

 

Paolo Mefalopulos

Representante de UNICEF

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