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Logros y desafíos a 80 años de la implementación de la Educación Técnica en Chile Opinión

Logros y desafíos a 80 años de la implementación de la Educación Técnica en Chile

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Eduardo Rojas Zepeda
Por : Eduardo Rojas Zepeda Estrategia Nacional de Formación Técnico-Profesional.
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Este 26 de agosto se cumplen 80 años de la Educación Técnico-Profesional, que conmemora la creación de la Dirección General de Enseñanza Profesional en 1942.

Esta celebración nos encuentra frente a diversos desafíos, pero comprometidos en un esfuerzo común que se refleja en la Estrategia Nacional de Formación Técnico-Profesional.

En agosto de 2016, la entonces Presidenta de la República, Michelle Bachelet, convocó a un grupo de expertos nacionales a formar parte de un Consejo Asesor de Formación Técnico-Profesional. Una de sus frutos fue una Estrategia Nacional de Formación Técnico-Profesional para el período 2018 – 2030, que define las prioridades necesarias para el fortalecimiento de este sector, en un esfuerzo que ha tenido la virtud de convocar a amplios sectores de modo pluralista, multisectorial y con una mirada de largo plazo, lo que ha permitido que esta estrategia tenga continuidad en lo sustantivo, en los sucesivos gobiernos hasta la actual administración del Presidente Boric.

Contradiciendo a la visión clásica de la Formación Técnico-Profesional como una opción de segunda categoría, los y las jóvenes valoran cada vez más esta formación y en los últimos años la matrícula de educación superior técnico-profesional es la que ha mostrado un mayor crecimiento, llegando casi al 44%, sumando los Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales. Hoy vemos que jóvenes que egresan incluso de colegios particulares pagados y de alto puntaje en las pruebas de selección de educación superior, optan por estudiar carreras como electricidad, programación o mecánica.

Esta mayor valoración abarca al sector público, la sociedad civil, empleadores y organizaciones de trabajadores, que han declarado su interés por aportar al desarrollo de la Formación Técnico-Profesional. De esta forma, se han implementado acciones como la actualización del currículum de educación media, la incorporación de ayudas estudiantiles, la elaboración de un Marco de Cualificaciones, la creación de CFT estatales. Una de las iniciativas más interesantes ha sido, sin duda, la Red Futuro Técnico, que en cada región del país articula a los liceos de educación media TP con las instituciones de educación superior, empresas y diversos actores líderes de cada territorio, para mejorar y multiplicar las oportunidades de los y las estudiantes de esta modalidad.

Por cierto, persisten grandes desafíos: el primero es superar las injustificadas barreras de género que vemos en algunas especialidades que acceden a las mejores remuneraciones; por ejemplo, en Telecomunicaciones, 7 de cada 10 matriculados son hombres, y en Mecánica y Electricidad casi 9 de cada 10 matriculados son hombres, mientras que en Atención de Párvulos, una de las especialidades con más baja remuneración, 99 de cada 100 matrículas corresponden a mujeres. Nos queda también mucho que avanzar en la articulación con la educación superior, en generar mayores incentivos para la colaboración con el mundo de la empresa y en articular todo el sistema desde el Marco de Cualificaciones, para lo cual se requiere una autoridad responsable.

Con todo, la Estrategia Nacional de Formación Técnico-Profesional nos ha permitido caminar con un rumbo trazado, en el cual existe un consenso básico, lo que permite alimentar la esperanza de seguir avanzando como un proyecto país.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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