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Sin retroceder Opinión

Sin retroceder

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Ana María Bravo
Por : Ana María Bravo Diputada PS por Región de Los Ríos, miembro de Comisión de Mujer y Equidad de Género de Cámara de Diputadas y Diputados
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El retroceso de los derechos de las mujeres es una preocupación real en el contexto actual de la política chilena. El éxito de la nueva Constitución dependerá de la capacidad del país para abrazar la igualdad de género como un valor fundamental y esencial para la construcción de una sociedad justa y equitativa.


Históricamente, los partidos políticos de derecha han sido reacios a abordar las desigualdades de género y han promovido políticas que restringen los derechos de las mujeres. La posibilidad de que se produzca un retroceso en los avances logrados en los últimos años es una amenaza real que no puede ser ignorada.

La nueva Constitución chilena es una oportunidad para fortalecer los derechos de las mujeres y garantizar la igualdad de género. Sin embargo, con la presencia de un sector político que se opone a estos avances, existe el riesgo de que se debiliten las protecciones existentes y se abran nuevas brechas de desigualdad. Por ejemplo, es posible que se restrinjan los derechos reproductivos, que se elimine el matrimonio igualitario o que se promulguen leyes que discriminen a las personas LGBTQ+.

Esto también podría aumentar las tasas de violencia contra las mujeres y perpetuar las desigualdades de género en la sociedad.

Es importante recordar que la igualdad de género y los derechos de las mujeres son fundamentales para la democracia y el progreso social. La exclusión de las mujeres y la negación de sus derechos no solo son injustas, sino que también afectan negativamente a toda la sociedad. Los derechos de las mujeres no son un asunto político, sino un derecho humano fundamental. 

Por lo tanto, es fundamental que las organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos en Chile estén alerta y vigilantes, trabajando juntas para garantizar que la nueva Constitución respete los derechos de las mujeres y las proteja de la discriminación.

En conclusión, el retroceso de los derechos de las mujeres es una preocupación real en el contexto actual de la política chilena. El éxito de la nueva Constitución dependerá de la capacidad del país para abrazar la igualdad de género como un valor fundamental y esencial para la construcción de una sociedad justa y equitativa. Los derechos de las mujeres no son una cuestión de ideología política, sino una lucha por la justicia y la dignidad humana.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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