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No estamos blindados

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Por: Claudia Saavedra y Rafael González


Señor Director: 

Nos convencimos de que el exitoso programa de vacunación nos sacaría de la pandemia y otra vez pensamos que seríamos la excepción mundial. Sin embargo, la realidad nos derrota y estamos frente a un alza de contagios y hospitalizaciones de covid-19 en aumento. Los datos disponibles del MINSAL indican que más del 60% de personas que están llegando a la UCI están vacunadas con el esquema completo. Resulta evidente, por lo tanto, que las vacunas no nos dejan blindados y obviamente podemos infectarnos e infectar a otros, es decir, las vacunas no son infalibles. Por otra parte, los datos también muestran que, del pequeño universo sin esquema de vacunación completa, una mayor proporción, mayor incidencia, termina en UCI, o sea, las vacunas funcionan. Hoy los datos indican que la variante delta corresponde a más del 95% de las nuevas infecciones comunitarias y debemos considerar que tener una sola dosis tampoco es una solución.  El solo hecho que hayamos tenido que ponernos una dosis de refuerzo para poder aumentar el número de anticuerpos anti-SarsCov2 nos debiera dejar claro que la vacuna con el esquema completo no nos protege eternamente. Razón por la que es imperioso que todos aquellos que no se han puesto el refuerzo lo hagan. Más de 10 casos por cada 100 mil habitantes en la RM es un indicador que el nivel de contagios es alto y que no teníamos desde hace un par de meses. Peor lo es la velocidad con que aumentan los casos: más de un 50% en los últimos 7 días, una velocidad sólo comparable a mayo de 2020 cuando la capacidad de testeo limitada y creer en una nueva normalidad nos pasó la cuenta. El escenario actual es inestable por muchos motivos. Uno clave es la vigilancia. Creemos que somos como Israel o Reino Unido de Sudamérica, pero nos olvidamos de que ellos hacen cerca de 4 veces más test por millón de habitantes que nosotros. La vigilancia genómica de Reino Unido es referente a nivel mundial y en ambos países presentan programas de testeo, trazabilidad y aislamiento (TTA) consolidados. En cambio, en Chile, TTA ha sufrido debilitamiento desde el 1 de octubre con la noticia de exclusión de APS de esta labor.  Considerando que la mayor parte de las nuevas infecciones son por la variante delta y su transmisibilidad es muy alta tal cual se ha visto en otros países, sumado a la gran apertura a la que estamos expuestos, más las deficiencias de TTA hacen un buen caldo de cultivo para que el contagio suba sin control.

 

Dra. Claudia Saavedra, Microbióloga Universidad Andrés Bello 

Dr. Rafael Gonzalez, académico Centro de Tecnología Aplicada Universidad Mayor

 

 

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