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La seguridad pública requiere respuestas complejas más allá de las FFAA

Por: Mladen Yopo Herrera


Señor Director:

En medio de un aumento indiscutible de los crímenes violentos (no de los delitos), realidad amplificada por los medios día a día, preocupantemente se han levantado varias voces (diputados, alcaldes, camioneros) y ya no solo de derecha, para usar a las FF.AA. en la seguridad interna y sacarlas a las calles y otros espacios públicos en virtud de la amplia Ley de Infraestructura Crítica, pero sin mediar de los esfuerzo y logros gubernamentales y del impacto de su uso.

Desde mi perspectiva y de la política comparada, este llamado de esencia “populista” y con un claro dejo electoral, no solo es ineficiente como se ha constado en México, Colombia o Ecuador en donde su uso no solo no ha logrado resolver los problemas de seguridad (y en más de un caso los ha agravado), sino que además ha tenido efectos negativos para las personas y la democracia. Entre estos últimos, por ejemplo, con esta militarización de la seguridad interna se ha constatado la limitación de derechos y violación a los DD.HH.; se ha expuesto a las FF.AA. a la “desprofesionalización”, a procesos judiciales y/o la posibilidad de su corrupción; hay un claro debilitamiento de otros órganos del Estado creados para ello; una mayor autonomía, ámbito de acción y poder de las FF.AA. con efecto negativo en la autoridad y la estructura civil y la propia democracia; etc.

Un problema complejo como la violencia criminal que enfrenta Chile, requiere de respuestas sistémicas complejas y de políticas basada en la sinergia de los consensos y la coordinación de las estructuras de seguridad; de reforma y fortalecimiento de las policías (en especial Carabineros); de recuperación de espacios públicos con participación ciudadana; con intervención carcelaria y mejoramiento de las leyes existente para la persecución y castigo (evitar puertas giratorias); con fuertes campañas de educación cívica y  fortalecimiento de las oportunidades para sectores juveniles; con cooperación internacional, etc. Hay que combatir con todo la criminalidad y narcotráfico, e incluso con FF.AA. que puedan proporcionar un apoyo logístico. Sin embargo, su uso pleno debe ser un recurso de última ratio, es decir cuando no haya formas de control/solución menos lesiva para las personas y la democracia.

Atentamente,

Mladen Yopo Herrera

 

 

 

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