Señor director:
Con la realización de las ceremonias de inauguración del año académico en diferentes instituciones de educación, se han estado reseñando algunos desafíos, que más allá de los habituales, como aspectos relativos al aseguramiento de la calidad o al financiamiento, hay muchos otros más. Si bien se comparten aquellos, creo que es fundamental complementar con ciertos aspectos que pocas veces se consideran, pero que son clave a la hora de hablar de Educación Superior en Chile.
Uno de ellos está dado por la necesidad de una amplia valoración social de la educación superior técnico profesional, subsistema que es parte de la educación superior chilena, cuyo propósito general es la formación para el mundo del trabajo, por medio de la enseñanza de jóvenes y adultos en carreras breves, pertinentes, acorde a los desafíos de productividad en todas las regiones del país.
En estrecha sintonía, un desafío común a todas las instituciones de educación superior del país, sin importar sus características individuales, es la empleabilidad. En INACAP, donde tenemos más de 90% de empleabilidad en nuestros egresados, sabemos que es lo más valorado por los alumnos y que es un atributo que genera impacto positivo en la productividad del país.
Es hora de darle visibilidad a la educación Técnico Profesional que, por sesgos o impresiones erróneas ha sido vista, por décadas, como un subsistema “menos relevante” a la hora de evaluar, por ejemplo, políticas públicas. Esto, pese a que la matrícula aumenta cada año. Tenemos que trabajar todos juntos para entregar más y mejores oportunidades a quienes quieren salir adelante y potenciar sus talentos, solo así seremos un país más integral y que crezca acorde a las necesidades de los sectores.
Leopoldo Ramírez Alarcón
Director de Agenda Normativa
INACAP
