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Lo olvidado en el debate previsional: la rentabilidad Opinión

Lo olvidado en el debate previsional: la rentabilidad

Matías Pablo
Por : Matías Pablo Economista U. de Chile, Observatorio Perspectivas.
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El tema de las inversiones, si bien no tiene una respuesta sencilla, debería ser central en el debate previsional. El cómo se invierte y la rentabilidad de los fondos de pensiones es un aspecto clave de cualquier modelo previsional para que este cumpla con los criterios de suficiencia y sustentabilidad. Si lo anterior se puede resolver, al menos en parte, se podría tener mejores pensiones.


La reforma previsional está entrampada en debates ideológicos que no van a resolver el fondo del problema: las bajas pensiones. Se habla de cómo se debe distribuir la nueva cotización o de la arquitectura del sistema; pero no analiza un tema tal vez más técnico, pero no menos importante, el cual es cómo se invierten los recursos de los fondos de pensiones. Este aspecto es fundamental, porque una mayor rentabilidad valora más no solo la pensión, sino también otros valores que se creen importantes, como lo son el ahorro y el trabajo.

A modo de ejemplo, utilizando los parámetros actuales del sistema. El aumento de rentabilidad en 1 punto porcentual implicaría una subida de pensión del 24%. Esto es equivalente a subir la edad de pensión para hombres en 3 años o en aumentar la tasa de cotización individual en 2,4%.

Al respecto, en la reforma del Gobierno solo se emplean unas pocas páginas para explicar la nueva estrategia de inversión, la cual consta de cambios marginales a la actual política de inversión. Lo que se plantea es pasar desde el actual sistema de multifondos, donde un afiliado puede elegir en cuál estar y traspasarse una cantidad limitada de veces al año, a uno de fondos generacionales, donde se asigna el riesgo directamente en función de la edad.

Es un cambio marginal y, que si bien puede tener aspectos positivos, no va a repercutir mayormente en las pensiones de los trabajadores.

La propuesta es insuficiente, porque no está dando en lo central del asunto, que es el régimen de inversión de los ahorros previsionales. ¿Por qué? Porque el régimen de inversión tiene las restricciones sobre las cuales se puede trabajar y agregar valor al ahorro.

Actualmente, los límites, reducen la capacidad de las gestoras para maximizar el ahorro, hacen que se expongan a cierto nivel de riesgo mínimo y restan la capacidad de diversificación del fondo. A su vez, tampoco hace posible ser capaces de distribuir de mejor manera los riesgos entre las generaciones.

A modo de ejemplo, la normativa establece que un porcentaje de los fondos tiene que ser invertido en Chile, es decir, al menos esa parte de los fondos tiene que estar expuesta a lo que sucede en nuestro  país, donde llevamos cerca de una década estancados económicamente, lo que, obviamente, repercute en pobres resultados en términos de rentabilidad.

El tema de las inversiones, si bien no tiene una respuesta sencilla, debería ser central en el debate previsional. El cómo se invierte y la rentabilidad de los fondos de pensiones es un aspecto clave de cualquier modelo previsional para que este cumpla con los criterios de suficiencia y sustentabilidad. Si lo anterior se puede resolver, al menos en parte, se podría tener mejores pensiones.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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