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Emergencia laboral en La Araucanía Opinión

Emergencia laboral en La Araucanía

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Patricio Ramírez R.
Por : Patricio Ramírez R. Coordinador Observatorio Económico Social Universidad de La Frontera
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Si el país está preocupado porque la tasa de ocupación informal en el último trimestre móvil llegó al 28,2% y porque el 51% de los nuevos empleos creados en 12 meses fueron informales, imaginemos como está La Araucanía que registró una tasa de ocupación informal de 38,9%.


El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer recientemente las cifras de empleo para el trimestre móvil febrero-abril 2024, y la región de La Araucanía no sale bien parada, un complejo escenario en materia laboral e informalidad mantienen a la región rezagada del incipiente despegue general que se observa a nivel país.

Desocupación al alza

La tasa de desocupación se ubicó en 9,0% registrando un alza de 2,0 puntos porcentuales (pp.) respecto a igual trimestre del año anterior. Con esta medición, la región acumula 6 alzas anuales consecutivas en la tasa de desocupación. En el ranking regional, se ubicó como la cuarta mayor desocupación del país. La cantidad de desocupados en La Araucanía en esta última medición llegó a 42.870 personas, sufriendo una potente alza de 32,2% equivalente a 10.450 personas en relación con el año anterior, completando de esta manera 6 trimestres móviles consecutivos con aumentos en los desocupados.

Debilidad en creación de empleo 

En el último trimestre se crearon 5.860 puestos de trabajo en comparación al mismo trimestre del año anterior. La capacidad de generación de empleo se ha debilitado significativamente este 2024 en la región, a principios de año se crearon más de 18 mil empleos, cifra que cayó el siguiente trimestre a poco más de 11 mil puestos y finalmente a los 5,86 mil de esta última medición. Esta pérdida de velocidad en la creación de puestos de trabajo refleja el bajo dinamismo del mercado laboral local que no está siendo capaz de generar plazas laborales de manera sostenible y suficiente para absorber la incorporación de más personas a la fuerza de trabajo. En febrero-abril 2024 la fuerza laboral de la región creció en 3,5% en términos anuales (equivalente a 16.320 personas), mientras que los ocupados solo crecieron 1,4% en 12 meses (5.860 personas), por tanto, el resto, los 10.450 pasaron a formar parte de los desocupados.

Informalidad: la piedra en el zapato

La tasa de informalidad laboral (TOI) en la región llegó a 38,9% siendo una vez más la más alta entre las 16 regiones del país, y superando por amplio margen al promedio nacional de 28,2%. En comparación al mismo trimestre de 2023, la informalidad regional marcó un alza de 2,7 puntos porcentuales (pp.). En términos numéricos, se trata de 169.080 personas ocupadas en condición de informalidad en la región, cifra que creció en 9,0% respecto al año anterior, equivalente a 13.900 personas más bajo la informalidad laboral. Mientras los ocupados formales anotaron una caída de 2,9% anual, equivalente a 8.040 personas. Es decir, en el último año en la región se destruyeron 8.040 puestos de trabajo formales y se crearon 13.900 plazas informales, lo que en términos netos refleja el aumento de 5.860 ocupados, que se explican por el alza del empleo informal.

En los últimos 6 trimestres móviles, el empleo viene siendo empujado principalmente por empleo informal, mientras que el formal ha venido cayendo. Esto es una mala noticia, ya que revela que la economía regional no solo está generando pocos puestos de trabajo, sino que además esos pocos empleos son de categoría informal. Esto a su vez refleja que las personas al no ver posibilidades de un empleo buscan alternativas en la informalidad laboral, lo que deja a la región en un escenario de fragilidad económica y laboral ya que se trata de empleos de menor calidad, de menores ingresos medios y sin protección de salud ni previsional.

Emergencia laboral

La Araucanía a más de cuatro años de la pandemia aún no recupera los niveles de ocupación laboral que tenía previo a la emergencia sanitaria. En el periodo prepandemia (trimestre diciembre-febrero 2020) la región registraba una tasa de ocupación laboral de 55,6%, es decir, del total de personas en edad de trabajar, el 55,6% se encontraba ocupado. Actualmente de acuerdo con las últimas cifras de empleo, la ocupación laboral es de 52,1%, esto indica que la región de La Araucanía tiene un déficit de casi 29 mil empleos para recién volver a la ocupación laboral que había antes de la pandemia. En el contexto histórico, con los actuales niveles de ocupación laboral, La Araucanía ha retrocedido 13 años, remontándose a las tasas de ocupación que tenía en 2011.

Este escenario de alza en la desocupación, baja generación de empleo, alta informalidad laboral y déficit de empleo respecto a la pandemia configuran un cuadro grave que puede ser calificado como emergencia laboral en la región.

El problema es que con el bajo dinamismo que actualmente exhibe el mercado laboral no se vislumbra superar la situación en el corto plazo. La región necesita de un empuje adicional en materia de empleo, no bastará solo con la inercia del crecimiento económico, se requiere de políticas públicas enfocadas en los grupos y zonas rezagadas en empleo, y también de políticas locales, que permitan generar más puestos de trabajo en el corto plazo, y de estrategias para incentivar el empleo formal a mediano y largo plazo que ayuden a combatir esta emergencia.

La informalidad laboral es un problema país, y de mayor gravedad en La Araucanía que supera en 10 puntos porcentuales (pp.) a la ocupación informal nacional.  El desafío para la región de La Araucanía es enorme en el plano laboral, y en la medida que el mercado del trabajo local no repunte significativamente, será difícil esperar mejoras sustantivas en los futuros niveles de pobreza, donde la región por largos años también ha liderado las cifras país, esto debido a que uno de los principales vehículos para superar la pobreza es el empleo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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