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Mecánico de helicópteros remece caso Caravana de la Muerte

El testigo viajó en el helicóptero Puma desde el principio hasta el final del recorrido que realizó el general Sergio Arellano Stark luego del golpe de Estado. Esta vivencia le permitió revelar que el primo del ministro de fuero Juan Guzmán -Carlos López Tapia-, participó en la comitiva, hasta que llegó a Puerto Montt, hecho que el magistrado desconocía.


El pasado 10 de octubre, cuando el país comenzaba a presenciar el primer capítulo del caso Spiniak, con la diputada RN María Pía Guzmán asegurando que tres parlamentarios aparecían en videos pedófilos, el subcomisario del Departamento Quinto de Investigaciones, Sandro Gaete, y el inspector Oscar Bacovich, realizaban una diligencia secreta en la prefectura regional de Rancagua por orden del ministro de fuero Juan Guzmán Tapia para el caso de la Caravana de la Muerte.



Los detectives habían logrado ubicar a un testigo -cuya identidad este medio se reserva- que se desempeñó como mecánico del helicóptero Puma donde viajó la comitiva militar, recorriendo el país en los días posteriores al golpe militar de 1973 y dejando 72 personas muertas y desaparecidas a su paso. El testigo contaría por primera vez su verdad ante la justicia, desde que se iniciara el caso en 1998. Su particularidad es que participó tanto en el recorrido que el aparato al Sur y luego al Norte para luego volver a Santiago.



Según consta en la declaración policial del suboficial en retiro y actual empleado civil del Ejército -anexo N°1, a fojas 10875 del expediente- a la que tuvo acceso exclusivo El Mostrador.cl los hechos declarados por todos los integrantes distan mucho de la verdad, por lo que el ministro Guzmán analiza este testimonio con detención y se aprestaría a dictar varios procesamientos.



"A la fecha del golpe me desempañaba en el Comando de Aviación del Ejército, con el grado de Cabo Primero. Aquel día me correspondió permanecer en la Escuela Militar, asignado a un helicóptero, en espera de cumplir alguna misión que me fuera requerida", inició su historia el mecánico.



Todos sus dichos los ratificó íntegramente en el proceso a fojas 10879, el pasado 16 de octubre.



Las lucas



El testigo relató que en el helicóptero iba un oficial de finanzas llamado Juan Chiminelli, "quien llevaba un maletín con dinero en efectivo para los gastos" de la Caravana.



También manifestó algo que probaría que las relaciones que tenía el encargado de los interrogatorios a los detenidos -«para ablandarlos», dice-, el entonces subteniente Armando Fernández Larios. El testigo sostiene que Fernández «se entendía directamente con el general Sergio Arellano Stark», jefe de la comitiva.



Este último punto es relevante debido a que uno de los argumentos esgrimidos por Arellano era que Fernández Larios era «un sicópata» que actuó prácticamente solo y nunca tuvo sus ordenes para cometer delitos.



Otro de los elementos nuevos que entrega este testimonio es la participación del primo del ministro Guzmán, Carlos López Tapia, en la Caravana. El hecho era hasta ahora desconocido, ya que sólo está procesado por pertenecer a la cúpula de la DINA, en la Brigada de Inteligencia Metropolitana, por su participación en la desaparición de miembros del PC, en el caso Conferencia.



Cercanos al magistrado comentaron que éste se ha manifestado molesto al contrastar las declaraciones de los procesados, como también de la aparición de su primo como miembro activo de la Caravana de la Muerte.



Pero el testigo relata también cómo la Caravana de la Muerte llegó hasta Pisagua, donde Arellano Stark, fue recibido por el general Forestier.



«Otro hecho del que tengo memoria es haber escuchado a los prisioneros de Pisagua cantar el himno nacional. En consideración a la geografía del lugar, también rememoro haber oído los disparos de los fusilamientos a los prisioneros. También recuerdo, como anécdota, que ambos generales, después de la cena, comenzaron a probar las armas disparando en dirección al mar".



Este último dato es considerado por el ministro como una de las comprobaciones de que la Caravana pasó por Pisagua y de que algunos de los fusilamientos pudieron haber sido ordenados por el propio Arellano.

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