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Pinochet, la moneda de cambio para abrir investigación del caso GATE

Con la presentación de un proyecto de acuerdo para crear una instancia que estudie el origen de los dineros encontrados en la cuenta del general retirado en el Riggs Bank, la Alianza por Chile pretende comprometer al oficialismo a tomar similar definición en torno al caso GATE. Con esto, la derecha intenta colocar a la Concertación en un zapato chino.


Con la resolución de presentar un proyecto de acuerdo que cree una comisión especial para investigar las cuentas que el general ® Augusto Pinochet mantenía en el Banco Riggs, en Estados Unidos, la Alianza por Chile no sólo se adelantó a la Concertación, sino que la puso en un serio apuro. La derecha intentará dejar de manifiesto el doble estándar que asegura tiene el oficialismo en materia de fiscalizaciones.



La paradoja a que se enfrentará hoy la Cámara de Diputados es que lo más posible es que haya dos proyectos de acuerdo en similar sentido. El que a primera hora presentará la derecha y el que desde el fin de semana viene anunciado la Concertación, que también sería ingresado hoy. Aún cuando de seguir la tramitación original, éstos, más el que crea una instancia especial para que se investigue el caso MOP-Gate -que la oposición presentará por tercera vez-, deberían verse dentro de a lo menos 15 días.



Para acelerar el proceso la derecha pensó en todo. Tanto, que anunció que dará la unanimidad para que estos proyectos de acuerdo se puedan votar hoy, con lo que deja en un callejón sin salida al oficialismo, que deberá optar entre seguirle el juego a la Alianza por Chile o buscar una buena excusa para demorar las iniciativas, siguiendo el curso original que establece la tabla de la Sala de la Cámara.



Difícil tarea si se considera que la derecha no sólo se quedó en la presentación del proyecto de acuerdo que investigue el origen de los dineros que Pinochet tenía en la cuenta bancaria en Estados Unidos, sino que además aclaró que no pretende utilizar la iniciativa como moneda de cambio para que también se apruebe la instancia que analice el caso MOP-Gate. Por el contrario, sostienen en la Alianza por Chile, están dispuestos a avanzar en la primera, aunque la Concertación insista en oponerse a la segunda.



Según las palabras del jefe de la bancada gremialista, Rodrigo Álvarez, lo que motiva esta determinación es un "deber ético y moral" de contribuir a la transparencia y al esclarecimiento de la verdad en ambos casos. Por su parte, Pablo Galilea -jefe de bancada RN- sostuvo que la decisión del sector se basa en la necesidad de cumplir a cabalidad con el rol fiscalizador que le compete a los diputados. Aún cuando los parlamentarios coinciden en que el hecho de que se constituya un organismo para investigar el origen de las cuentas, que se le atribuyen al ex gobernante, no significa adelantar ningún juicio al respecto.



Zapato chino



La inesperada actitud asumida por la oposición, que no condiciona la aprobación de la comisión investigadora que afectaría a Augusto Pinochet, es un elemento de presión con el que no contaba el oficialismo. De hecho, la Alianza colocó en un verdadero zapato chino al conglomerado de gobierno, que se verá obligado a demostrar ante la ciudadanía que la tarea fiscalizadora de sus representantes en el Cámara no tiene fines políticos.



Para ello, la Concertación tendrá que colocar en una misma balanza la necesidad de investigar el origen y destino de los fondos públicos, tanto en las cuentas bancarias de Pinochet como en el caso MOP-Gate. De ser así, lo razonable sería -a ojos de la oposición- aprobar ambas comisiones investigadoras. De lo contrario, estiman en la derecha, quedaría en evidencia el doble estándar del oficialismo en materia fiscalizadora.



Así, para no llegar a esa situación, el oficialismo está obligado a aprobar o rechazar ambas instancias, lo que también le acarrearía al sector tener que cargar con la responsabilidad de no investigar un hecho, relacionado con la probidad de la familia Pinochet, que podría despejar un período hasta ahora infranqueable, lo que le atraería la desaprobación de un sector considerable de la izquierda chilena. Malestar que se sumaría a la irritación ya generada por el retraso en los proyectos de indulto a los presos políticos y de derechos humanos.



En este sentido, la estrategia de la oposición la coloca en buen pie, cualquiera sea la actitud que asuma la Concertación y más bien es esta última la que deberá analizar con cuidado su próximo movimiento, por lo que no sería raro que el oficialismo optara, finalmente, por aprobar ambas comisiones investigadoras.


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