El tratado que regula el comercio internacional de especies en peligro analizará el tema a partir del próximo año. Sin embargo, tras inspeccionar el país la presidenta del Comité de Flora, la española Margarita Clemente, adelantó que es probable que se autorice la comercialización regulada del Alerce, la Araucaria y el Ciprés.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) estudiará a partir del próximo año la posibilidad de quitar la categoría de especie forestal en peligro de extinción al Alerce, la Araucaria y el Ciprés de las Guaitecas. Así lo adelantó a El Mostrador.cl la presidenta del Comité de Flora del organismo, la española Margarita Clemente, quien el viernes pasado finalizó una inspección de cinco días al país.
De adoptarse una medida de este tipo, Clemente asegura que se podría llegar a levantar la prohibición, vigente desde marzo de este año, de comercializar la madera muerta de Alerce de la Cordillera de la Costa en la Décima Región, lugar donde se registra la mayor cantidad de denuncias por tala ilegal de la especie.
Para la funcionaria de Cites, una de las razones que llevan a pensar en tomar una decisión de este tipo, está ligada a los treinta años que llevan estas tres especies forestales nativas en el listado de máxima protección del tratado, y además, al resultado de la efectiva política de fiscalización y control que ha desarrollado Corporación Nacional Forestal (Conaf) para evitar su depredación.
"Me he quedado altamente impresionada por la minuciosidad y por el detalle con el que se está haciendo esta fiscalización. Es más, le he propuesto a las autoridades chilenas que en el próximo Comité de Flora presenten este trabajo, de cómo están haciendo el control y la extracción de madera muerta, para que sea un ejemplo a seguir por otros países de la región que están teniendo en la fiscalización y control de cierto tipo de maderas", señaló Clemente antes de abandonar el país.
La reflexión de esta Margarita Clemente es contradictoria con las de ONG, tanto nacionales como internacionales, y de los propios ex funcionarios de la Conaf, que han cuestionado precisamente la falta de una real política de fiscalización en el organismo y los escasos recursos que el Estado chileno destina para realizar esta labor. Alegan que el reflejo más patente de esta negligencia se expresa en la tala ilegal del Alerce en la Región de Los Lagos.
Sin embargo, esta experta de nacionalidad española, comenta que hasta sus oficinas nunca han llegado denuncias formales por este motivo. Asimismo señala que el país no registra hasta el momento ninguna infracción al tratado, por el contrario, comenta que Chile está muy bien evaluado, a tal punto, que tiene la presidencia transitoria del organismo.
Con todo, la experta internacional, advierte que cambiar el estatus de estas especies necesariamente pasa por un acucioso estudio y evaluación.
En este convenio, que rige desde 1975, existen tres tipos de clasificaciones según sea el nivel de riesgo de la especie: El Alerce, la Araucaria y el Ciprés de Las Guaitecas se encuentran en el Apéndice I, que agrupa a las especies consideradas en extinción; el II, en el que están no necesariamente en peligro, pero cuyo comercio debe controlarse a fin de evitar una utilización incompatible con la supervivencia; y el III, en el que están especies sobre las que hay una especial preocupación por controlar su comercio.
Cambio de estatus
-¿Chile le ha planteado a Cites incorporar nuevas especies al Apéndice I de la convención?
– De momento no hay ninguna perspectiva de incorporar ninguna especie. Lo que sí, es que le he aconsejado a las autoridades chilenas que tenemos que hacer una evaluación del estado de estas tres especies que están en el Apéndice I, porque llevan mucho tiempo en él y analizar si es necesario que continúen ahí, o si se puede buscar otro modelo dentro del convenio de conservación y protección que permita además el uso sostenible de la especie.
-¿A qué tipo de modelo se refiere?
-Hay muchísimos modelos, puede mantenerse en el I con una serie de anotaciones, puede pasar al II. Pero antes de tomar alguna decisión hay que hacer un estudio profundo porque además tenemos nuevos criterios para incluir las especies a los Apéndices. Por ello, habría que abrir un proceso de evaluación y validación de cara a estos nuevos criterios, y en vista de los resultados ver cuál es su situación si está bien cómo está o si se podrían proponer estas nuevas modificaciones. Ahora, esto lo tiene que aprobar la conferencia de las partes y esto lo tiene que revisar el Comité de Flora primero, no es un proceso de aquí para mañana, sino que dura un tiempo.
-¿Cuándo cree usted que va a comenzar ese proceso?
-No lo puedo aventurar ahora mismo. Pero le puedo decir que tenemos Comité de Flora probablemente en Perú entre abril y septiembre de 2006, y ahí ya podemos empezar a discutir dentro del proceso de revisión de los Apéndices. Porque el comité tiene un mandato de los Estados miembros de Cites de revisar periódicamente los Apéndices para ver si las especies se adecuan o están bien clasificadas. Ya hay diversas especies candidatas con las que se está trabajando.
-¿Un cambio de estatus puede significar una mayor comercialización de la especies?
– Depende. Lo primero que tenemos que hacer es una evaluación actual de la situación, tanto efectivos vivos como muertos, porque hay muchos que permanecen muertos en el terreno y ahí tendremos que ver si se ajusta o no a los nuevos criterios y proponer una fórmula adecuada a lo que nos encontremos. En estas situaciones no se puede adelantar nada hasta que no tengamos datos científicos en la mano que podamos evaluar en el Comité de Flora.
-¿Son normales estos cambios de Apéndices a nivel mundial?
– Los Apéndices de Cites son algo móvil y un paso del Apéndice I al II es un éxito porque lo que está indicando es un buen estado de la conservación de la especie. Por ejemplo, la planta emblemática nacional de Colombia pasó del I al II, porque este país ha recuperado la especie y no hay preocupación sobre ella. Ahora, cuando pasan de un nivel de gran protección a otro de menos protección, simboliza que es un éxito del convenio y del país donde se encuentra la especie.
-Es decir, que la prohibición de comercializar madera muerta de la Cordillera de la Costa en la Décima Región podría ser levantada?
– Claro que sí, puede ser levantada o puede ser que no, depende de los resultados que tengamos de las investigaciones pertinentes. Pero previsiblemente puede ser, por lo que he visto del estado de conservación, es notable, sobretodo la fiscalización y control que tienen sobre la población de Alerce.
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