Ex vicecomandante en jefe del Ejército cree que »una acusación de esa naturaleza siempre daña el honor de una persona, con mayor razón si ella es falsa. Eso es justamente lo que no se evaluó debidamente por el ministro (Foxley) y sus asesores». Estima que la cadena de errores se inició por parte del cónsul Samuel Fernández, a quien conoció en Argentina y sobre el que prefiere no opinar.
Desde que supo la información que señalaba que el ex jefe del Ejército, Augusto Pinochet, tenía 9 mil kilos de oro en su poder pensó que era algo "ridículo", que no podía ser cierto y prefirió callar, como muchos ex colaboradores del ex uniformado. Hoy, a la luz de los nuevos antecedentes sobre el tema, el ex vicecomandante en jefe del Ejército, general (R) Rafael Villarroel, cree que el gobierno debe disculparse con la familia de Augusto Pinochet y es necesario aclarar los dichos de las autoridades al respecto.
Villarroel, asimismo, estima que se debe asumir la responsabilidad política de este error de informar que los lingotes de oro pertenecerían a Pinochet, "no sólo por Relaciones Exteriores sino que por parte de todos los involucrados".
Agrega que urge «aclarar a fondo esta situación porque la opinión publica y todos los chilenos, sin distinción de credos o preferencias políticas, merecen una explicación; mas aún cuando todos los políticos, tanto de derecha como de izquierda, coparon la televisión y los diarios, reaccionando sin fundamentos y escandalizados enjuiciaron al general Pinochet, sin piedad ni caridad".
El ex general recalca que era "ridículo pensar que se poseía una cantidad de 9 toneladas de oro, suma que dobla la producción anual a nivel mundial sin que una institución financiera del nivel de la indicada (el banco HSBC) no reaccione de la forma que lo hizo". Y añade que con esta situación "quedó en evidencia una operación que pretendió sepultar la figura de un ex-Presidente y que, desde mi punto de vista, obliga a que se haga una investigación por parte del gobierno para que se nos diga quién fue el que montó esta máquina" .
Cuestiona la credibilidad que se le dio al consultor Al Landry, quien entregó los antecedentes al Cónsul de Chile en Los Ángeles, California, Samuel Fernández, quien, "sin confirmar la fuente y exigir más información se limitó a enviarla al Ministro de Relaciones Exteriores".
A su juicio, "lo que pasó después es más grave aún porque no creo que el ministro Foxley haya mandado los documentos a la Justicia y al CDE sin el conocimiento de la Presidenta de la República y, más aún, sin haber hablado antes con el cónsul Samuel Fernández".
-¿Cree que el gobierno debe disculparse con la familia Pinochet?
-El gobierno debe disculparse ante el país y particularmente con la familia Pinochet. El ministro Foxley no se manda solo y se debe entender que la Presidenta de Chile aprobó que se mandara esta información a la Justicia y al Consejo de Defensa del Estado. Este es un problema de la Presidenta y sus asesores inmediatos, es un problema de todos los que están en el Gobierno y no sólo del ministro Foxley.
-El canciller Foxley dijo que nunca fue su intención dañar la honra de una persona.
-Una acusación de esa naturaleza siempre daña el honor de una persona, con mayor razón si ella es falsa. Eso es justamente lo que no se evaluó debidamente por el ministro y sus asesores. El general (R) Pinochet no es cualquier persona y si hay una noticia que lo afecte da la vuelta al mundo.
Responsabilidad del cónsul
-¿Cuál fue el error que se cometió desde la entrega de la información?
-El sentido común indica que el principal error lo cometió el cónsul de Chile, que le creyó al consultor Landry sin asegurarse de la veracidad de la noticia y la trató como si ésta viniera de una fuente confiable. Desde el momento que Relaciones Exteriores hace suya esta información pasa a ser la versión oficial del Gobierno y usted comprenderá que al mandarse a la justicia y al CDE. era previsible que se filtrara. Pero también queda la posibilidad de que el gobierno la haya filtrado o entregado con preferencia a algún medio. La Nacion y el Mercurio deben saber como les llegó esta información, porque esto es muy grave y no puede quedar así.
-¿Usted conoce al cónsul Fernández?
-Samuel Fernández Illanes… Si es el mismo que fue ministro consejero en Argentina el año 88, cuando era agregado militar en Buenos Aires, sí lo conozco y mi opinión de él prefiero no comentarla.
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