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Ministra de Defensa: Fuerzas Armadas deben dar garantía de imparcialidad

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Vivianne Blanlot señaló que opiniones del exonerado ex comandante en jefe de la V División del Ejército y jefe de la guarnición de Santiago por un día son impropias de los militares, que deben asegurar que "nunca tendrán por posiciones políticas el interés o la tentación de utilizar las armas contra nuestros propios ciudadanos". Medida es percibida en la institución como la reafirmación del mando de Óscar Izurieta.


La ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, manifestó este viernes que las Fuerzas Armadas deben dar garantía de imparcialidad y sus miembros deben restarse de entregar o acercarse a opciones políticas.



Así se refirió a la petición de renuncia que hizo el responsable del Ejército, Óscar Izurieta, al general Ricardo Hargreaves Butrón, ex comandante en jefe de la V División y recién nombrado titular de la guarnición de Santiago, por ensalzar la figura del recientemente fallecido Augusto Pinochet Ugarte.



La secretaria de Estado dijo que la medida "no se trata de Pinochet, sino de que los militares no deben emitir opiniones políticas ni acercarse siquiera. Hay una razón de fondo que es muy fuerte y a veces no se entiende bien: las Fuerzas Armadas están para protegernos a todos los chilenos de amenazas externas, principalmente".



"Necesitamos que los chilenos podamos confiar en que las Fuerzas Armadas, a las cuales los chilenos les entregamos los armas en un acto de confianza muy profundo, den garantías todos los días de que nunca tendrán por posiciones políticas el interés o la tentación de utilizar esas armas contra nuestros propios ciudadanos", agregó la secretaria de Estado.



Reafirmación del mando de Izurieta



Fuentes del Ejército indicaron a este medio que la noticia de la remoción de Hargreaves en general puede que no haya resultado grata para muchos miembros de la institución, pero es acatada con la disciplina que corresponde y al mismo tiempo como una clara señal de reafirmación de la autoridad y el mando ejercido por Izurieta Ferrer.



"Con esto -señalaron- las fuentes castrenses- quedó claro que, más allá de actos puntuales de desobediencia como los del capitán Augusto Pinochet Molina, al hacer uso de la palabra cuando no le correspondía, el general Izurieta ha dejado taxativamente claro que él está a cargo y que puede actuar con celeridad frente a cualquiera que rompa filas".



El mensaje en ese sentido es claro: si hay quienes dentro del Ejército desean hacer apreciaciones políticas deberán necesariamente dejar las filas del servicio activo. Y tampoco es necesario que se hagan llegar mensajes de parte de la autoridad civil del área de Defensa, para tomar las medidas que correspondan.



Las mismas fuentes señalaron que Hargreaves es un "soldado químicamente puro". No estuvo destinado jamás en funciones de inteligencia. Su hoja de vida registra su paso por la agregaduría militar en España, la comandancia del regimiento Dragones, la secretaría general del Ejército y el Comando Apoyo Logístico del Ejército (CALE).



El militar, que estuvo a cargo hasta hace pocos días de la V División del Ejército, con asiento en Punta Arenas, una de las más relevantes desde el punto del poder de fuego y su ubicación estratégica, había asumido este jueves como jefe de la guarnición de Santiago.



En otro orden de cosas, las fuentes consultadas desmintieron tajantemente que el general Alfredo Ewing, jefe del Estado Mayor del Ejército y segundo hombre de esa fuerza, haya estado en conocimiento de que el ex capitán Augusto Pinochet Molina pretendía hacer uso de la palabra en las exequias de su abuelo, como declaró a La Tercera este viernes Augusto Pinochet Hiriart.



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