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Frei insiste en necesidad de rebajar impuesto específico a combustibles

El presidente del Senado destacó la apertura del Ministerio de Hacienda a estudiar el tema y manifestó que en la actual coyuntura están dadas las condiciones para que dicha rebaja se materialice.


El presidente del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, insistió este viernes en que la actual coyuntura económica que vive el país hace recomendable avanzar con celeridad en establecer un mecanismo que rebaje el impuesto específico a los combustibles, lo que a su juicio sería más eficiente que continuar inyectando recursos al Fonde de Estabilización del Precio de los Combustibles y el Petróleo (FEPC).



En su columna semanal, el titular de la cámara alta destacó la reciente decisión del ministro de Hacienda, Andrés Velasco, de abrirse a esa posibilidad y recordó que en agosto de 2007 le presentó una propuesta para bajar en 20% el valor de las gasolinas «de manera de beneficiar a los consumidores con una disminución de cerca de un 10% en el precio final de estos productos y con ello contribuir a controlar la inflación, y a bajar los costos en que incurren muchos sectores productivos y un vasto sector de la población».



«Hoy, dada la actual coyuntura, insisto en la necesidad de dar pasos sustantivos en esa dirección. Hay varias razones que así lo recomiendan», dijo Frei, mencionando entre ellos el alto precio de los hidrocarburos en los mercados internacionales y el hecho que Chile importa más del 95% del petróleo que consume.



Asimismo, recordó que el impuesto específico entró en vigencia, de manera transitoria, luego del terremoto que afectó la zona central del país en marzo de 1985 para la mantención y reparación de la infraestructura dañada.



«Sin embargo, si atendemos a su origen, este tributo hoy no se justifica, pues hoy ese objetivo se cumple mayoritariamente a través del mecanismo de las concesiones. Si fuera así, en Santiago, por ejemplo, tendríamos calles y avenidas en buenas condiciones y más expeditas, como ocurre precisamente con las autopistas concesionadas», indicó.



Agregó que tampoco se justifica mantener el nivel de este tributo bajo el argumento que compensa las externalidades negativas derivadas del uso del automóvil. «Este es un argumento que si bien tiene cierta lógica es discriminatorio, ya que el gravamen al diésel es menor, en circunstancia que este combustible emite más material particulado y, por lo tanto, es mucho más contaminante», explicó.



El parlamentario sostuvo además que la rebaja del impuesto «es más eficiente que seguir aportando recurso al Fondo de Estabilización de los Precios del Petróleo y los Combustibles (Fepc)» y que «fue creado con motivo de la Guerra del Golfo, en 1991, con la finalidad de contener las alzas que sufrió el valor del petróleo producto de la inestabilidad causada por dicho conflicto».



Desde entonces, agregó, «ha funcionado mediante la inyección periódica de dinero, pero en la práctica se ha convertido en un subsidio que distorsiona artificialmente las señales de precios, que no contribuye a que las personas modifiquen sus hábitos de consumo y exige al Estado a destinar cada cierto tiempo una cantidad considerable de recursos que se podrían invertir en otras necesidades».



Finalmente, Eduardo Frei manifestó que a la luz de estos antecedentes, «estimo que este es el momento preciso para hacer un uso más eficiente de los instrumentos que tenemos a mano y así también aliviar los bolsillos de los consumidores, en este caso los automovilistas, en un escenario en que, a pesar del alto valor alcanzado por los hidrocarburos en los mercados internacionales, hoy también contamos con un histórico superávit fiscal».



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