Asociada hace años con Minera Escondida, cuya matriz BHP Billiton es financista de las próximas olimpiadas, la gestora cultural emblemática de la Concertación trabaja en la difusión de las actividades de su cliente para una cita deportiva cuestionada mundialmente por las violaciones a los derechos humanos en China. Ella se desentiende, pero no suelta el negocio. Quien le "lleva la cuenta" es Paula Echeñique, mujer del senador Guido Girardi. Por Felipe Saleh
"Las grandes alamedas se abrieron con la Concertación. Tenemos la duda de que la derecha nos permita vivir la democracia como la estamos viviendo", dice leal hasta los huesos. Carmen Romero empezó a codearse con el red set en el diario Fortín Mapocho, donde también trabajaba su actual marido, el actor Francisco Reyes. A principios de los ’90, vivía la misma incertidumbre y en parte la misma precariedad de los partidos que se instalaban en el poder. Como gestora cultural lleva 15 años haciendo el festival de teatro más notorio de Chile. Pero a diferencia de la coalición en el gobierno, se puede decir que en el último tiempo Romero pasa por un excelente momento profesional.
Aunque ella asegura que "hemos aprendido de las dificultades, pero nos sentimos igual que hace 15 años", las cosas han mejorado sustancialmente. Tanto que su famoso carácter explosivo ha cambiado y "ahora está más tranquila", señala una fuente de su equipo. Hace poco más de un año que Romero & Campbell amplió su giro y se convirtió además en una empresa de comunicaciones. Entre sus clientes está Minera Escondida, quienes desde hace 7 años auspician el festival Santiago a Mil. El apoyo sigue gozando de buena salud. Pero parte del trabajo conjunto incluye ahora difundir las actividades de la empresa controladora del yacimiento, la compañía anglo-australiana BHP- Billiton. Esta transnacional es sponsor oficial del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Es ampliamente conocido el rechazo que la fiesta deportiva ha tenido en todo el mundo, incluido el progresismo europeo, donde Carmen Romero es tan apreciada, debido a las flagrantes violaciones a los derechos humanos que ocurren en China. País que según todas las organizaciones top dedicadas al tema, como Amnesty Internacional o Human Rights Watch, encabeza la lista negra en este rubro. Carmen Romero, activista contra la dictadura, hace lo posible por desmarcarse: "Tengo entendido que ellos auspician los juegos olímpicos y no a un gobierno de turno, nosotros estamos en desacuerdo con las violaciones a los derechos humanos en cualquier parte del mundo", dice. Personalmente prefiere que su imagen esté asociada a algo más limpio como el festival de teatro. En ese contexto también sus ojos miran a Asia pero en busca de "aprovechar los tratados comerciales para convertirlos en intercambio cultural", dice.
La conexión Girardi
La encargada de "llevar la cuenta" de BHP Billiton es Paula Echeñique, esposa del senador Guido Girardi. Precisamente uno de los parlamentarios que más ha viajado a ese país. Pero justo en momentos poco afortunados para él. En 2002, Girardi estaba en China cuando se hizo público el envío de cartas con propaganda política con cargo a la cuenta de la presidencia de la cámara de diputados. Y en noviembre de 2006 el senador estaba en China cuando reventó su vinculación con el caso de las facturas falsas de la empresa Publicam.
El festival de teatro Santiago a Mil costará este año US$ 4 millones. De estos "un 65% proviene de recursos privados y un 35% de recursos públicos", según explica Romero. Esta cifra, cercana al millón 400 mil dólares, no tiene precedentes en el mercado cultural chileno, y sin duda la convierte en la gestora más poderosa del país. Aunque ella lo atribuye a la "seriedad y continuidad" que ha demostrado el festival, gran parte de la línea directa que tiene Romero con gobiernos europeos como España y Francia, donde fue condecorada el año 2005 con la orden de las artes y las letras-, es en parte gracias a la vía libre que tiene en La Moneda. Pero "todavía no me reciben en todos lados" reconoce. Con Bachelet tiene una relación cercana "de aprecio mutuo", según dice. La mandataria fue actriz aficionada en su época universitaria, donde precisamente se conocieron. Además son vecinas en el estratégico balneario de Tunquén y apoderadas del colegio francés La Girouette, donde también estudian los hijos del ex ministro Nicolás Eyzaguirre. La actriz Delfina Guzmán, madre del economista PPD, es la presidenta de la Fundación Festival Internacional Teatro a Mil (FITAM) que administra dichos fondos. El directorio lo integran su marido, su socia Evelyn Campbell, la secretaria Elsa Bravo y ella.
Precisamente la FITAM empezó a andar en 2004, a fines de la era Lagos, una época en que la relación entre ella y el ex presidente era más directa que la del propio Lagos con algunos de sus ministros. Carmen Romero sintonizaba muy bien con la fijación del ex mandatario con la cultura. "Tenía una relación muy cercana con los jefes de gabinete de Lagos -Carlos Rubio y Matías De la Fuente- y con el mismo presidente", asegura una fuente del círculo laguista. En la administración anterior, la productora Romero & Campbell era la encargada de producir las "fiestas de la cultura", las galas presidenciales en el Teatro Municipal y por eso recibía un porcentaje más alto que otras instituciones por concepto de "subvenciones presidenciales", un ítem con el que la presidencia ayuda a entidades que van desde la Cruz Roja al teatro Ictus. Ahora, con Bachelet, esos aportes para el "Santiago a Mil" habrán bajado a la mitad.
Pero si la relación entre Romero y Rodrigo Peñailillo el actual jefe de gabinete de Bachelet no es tan cercana, si lo es con su jefa de prensa, Paula Walker. Romero estuvo detrás del cierre de campaña de la entonces candidata, de la celebración del primer año de gobierno y de los carnavales culturales en Valparaíso.
Hasta el momento, Romero no ha estado en China, si Evelyn Campbell, su socia. Además Romero & Campbell difundió las citas culturales que tuvo Bachelet durante el viaje que hizo a ese país en abril pasado, tales como la muestra de objetos mapuches y las réplicas de las medallas olímpicas fabricadas con cobre chileno que la presidenta inauguró en Beijing.
