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El hilo se corta por lo más delgado en el Ministerio de Salud

El escándalo en el hospital de Arica tuvo dos damnificados. El presunto responsable del departamento de gestión de inversiones y el funcionario del Minsal directamente implicado. Pero curiosamente, el primero no cumplía un rol de jefatura, como anunció el subsecretario de Redes Asistenciales, Ricardo Fábrega. El responsable directo era el director de la división de inversiones, Sergio Teke, que según fuentes internas tiene "santos en la corte", razón por la que sólo está suspendido mientras se r


A pesar de los bombos y platillos con que salió el jefe del departamento de gestión de inversiones del Ministerio de Salud (Minsal), Oscar Acuña, como una señal de que se estaban tomando fuertes medidas a raíz de las irregularidades en la licitación para el hospital de Arica, la realidad es que el hilo se cortó por lo más delgado.



Esto, pues el profesional en cuestión sólo tenía un contrato a honorarios. Y según el estatuto administrativo este tipo de vínculos contractuales no le permitiría ejercer una jefatura, por no poseer calidad funcionaria. En suma, se desligó de sus funciones a un jefe que realmente no lo era, ya que, según el propio subsecretario de Redes Asistenciales, Ricardo Fábrega (DC), su rol era el de "coordinador".



Fábrega señala que Acuña "coordinaba las actividades del equipo, pero no asignaba nada". Y explica que no es una situación anormal, ya que a raíz del crecimiento del aparato público, se contrata a gente a honorarios y a algunos se les asigna ese papel. "El departamento de inversiones ha crecido mucho, y aunque lo formal es que su cargo sea el de coordinador, todo el mundo lo llama jefe igual", aclara la autoridad.



En suma, no tenía facultades para contratar personal, asignar vacaciones, calificar a los empleados o firmar documentos. Quien asumía ese rol en la práctica era el director de la división de inversiones, Sergio Teke (PPD). Pero el que fue separado de sus funciones fue Acuña.



La explicación del subsecretario es que no se ha desligado a Teke de su cargo y se ha mantenido en satus quo mientras dura la investigación, "porque no hay certeza de que haya estado al tanto del asunto. No tengo prueba de eso, me lo niega".



Y aunque todas las firmas y autorizaciones pasaban por él, "el sector es muy grande y él ha sido un funcionario excelente, responsable, por lo que debemos estar seguros si estuvo implicado en los hechos".



En cambio "Oscar Acuña tenía más cercanía con el implicado y debería haber estado al tanto. Él estaba ahí para detener la situación. E incluso asumió haber fallado".



El que también pagó los platos rotos fue el constructor civil Luis Fuenzalida, que detonó el escándalo por pertenecer a un área de la división de inversiones y haber concursado y ganado la licitación para el hospital ariqueño, a pesar de que era la más cara y su empresa la más nueva. Días después de que saliera a la luz pública la empresa "Lo Vial", de la que es dueño del 33 por ciento, tal como lo reveló El Mostrador.cl el 29 de abril pasado, se le suspendió el contrato.



En cambio, la directora del Servicio de Salud Arica, Carolina Asela (PPD), que fue quien entregó la adjudicación de la licitación a "Lo Vial", quedó "en capilla" al igual que Teke, hasta que se termine el sumario.



Amiguis



Fuentes internas aseguran que el meollo del asunto tiene que ver con redes de contacto y amiguismos partidarios. Y que los santos en la corte del congelado director de la división de inversiones, Sergio Teke, vienen directamente de la ministra Soledad Barría y la subsecretaria de Salud, Jeanette Vega.



El lobby por el ingeniero comercial, se habría desprendido en reuniones entre ambas y Fábrega, donde Vega le habría recordado la lealtad de su partido, el PPD, con la presidenta Michelle Bachelet, por lo que la salida del profesional sería vista con muy malos ojos.



De hecho, en la decisión de dejarlo en estado "de latencia" habría sido vital esta defensa.



Además de la coincidencia partidaria, otras fuentes aseguran que Vega estaría ligada a Teke desde antes de su paso como directora del Instituto de Salud Pública (ISP), ya que habría realizado algunos trabajos en su consultora Tecnologías, Proyectos y Asesorías Integrales Limitada Tsacon. Pero de manera informal, sin contratos de por medio.



Y habrían coincidido en el ISP con Teke, mientras este trabajaba en el programa ISP 21.



La versión es absolutamente desmentida por la subsecretaria, que niega cualquier relación laboral con el ingeniero, así como haber abogado a su favor. "Nunca he participado en ninguna reunión donde se haya discutido el tema de Teke. Esto lo lleva la ministra con el subsecretario", asegura.



Por su parte, Fábrega también rechaza presiones por parte de Barría y Vega, aclarando que más allá de lamentar que el funcionario pueda estar involucrado en la licitación bruja, no ha habido ningún tipo de presión para mantenerlo. Y que "si se demuestra que hay nexo, está frito".














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