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Las críticas desde el CEP que incomodan al piñerismo

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Las opiniones vertidas por Arturo Fontaine y Lucas Sierra en algunos medios, en orden a que existiría un conflicto de intereses si el abanderado opositor insiste en no deshacerse de la estación privada, fue recibida con molestia por ciertos personajes piñeristas. Tan sorprendidos se sintieron que incluso una fuente del entorno cercano al empresario aseguró que le iban a pedir al CEP, a través de Harald Beyer, que les explicaran el sentido de los dichos de su director.


Cuando Sebastián Piñera concretó su fideicomiso ciego voluntario, para la Concertación tuerto, en su entorno comenzaron a respirar más tranquilos, pues preveían un proceso de campaña mucho más despejado en relación con el perfil de empresario del abanderado de la derecha. Para sus adversarios, lógicamente, esto no es suficiente y, tal parece, que para el Centro de Estudios Públicos (CEP) tampoco, dado que algunos de sus integrantes, entre ellos su director Arturo Fontaine, han planteado que existe un conflicto de intereses entre ser Presidente de la República y ser dueño de un canal de televisión, industria altamente regulada, que en los próximos años pasará por cambios potentes en materia legislativa. Esto, además, queda de manifiesto en el estudio que elaboró Lucas Sierra, investigador del mismo think tank ligado a la derecha liberal, y en el que analiza en profundidad el proyecto que reforma la Ley General de Televisión y que modifica también la normativa que rige a TVN.

Durante el fin de semana pasado, en diversas publicaciones Fontaine y Sierra plantearon este eventual conflicto de intereses. El primero en el marco de una entrevista en Que Pasa, señaló que «Si Piñera es electo presidente, debería desprenderse de la estación privada, porque la televisión es un sector regulado de alta importancia política y donde pueden surgir conflictos de interés». Y añade que «tanto por temas de fondo como por cuestiones políticas, habría sido más sabio incorporar Chilevisión al paquete que le entregó a Celfin para vender si es que es electo».

El domingo, hizo lo propio Sierra en una columna en el Cuerpo de D de El Mercurio: «Piñera debería perfeccionar su voluntad política disponiendo para Chilevisión lo anunciado para LAN: si es electo, vende. Ambas compañías son parecidas en cuanto son densamente reguladas, y es razonable que tengan un trato análogo», sostiene.

Como era de esperar, estos comentarios no cayeron nada bien en el piñerismo. Mientras un grupo se refugió en la postura de que «no se entienden estas críticas, porque el canal es lejos lo más pluralista que hay», eludiendo el tema de fondo al que apuntan los comentarios, que no tiene que ver con la libertad de expresión; otros, buscaron la razón de tales posturas en rencillas de tipo más bien personal. Es conocido que en su calidad de empresario, Piñera nunca fue un regalón del CEP y nunca fue invitado a integrar su Consejo Directivo, presidido por Eleodoro Matte L., y compuesto por influyentes empresarios como Roberto Angelini R., Juan Claro G, Guillermo Luksic C. y  Bruno Philippi I.. Uno de los argumentos esgrimidos para ello es que el abanderado de la derecha  no es percibido por la mayoría de sus pares como un empresario de tomo y lomo, sino más bien como un inversionista. «Acá están los empresarios que piensan el país de los próximos 20 años», señalaba  uno de los investigadores hace algún tiempo en la prensa.

Quienes creen que esa antigua postura ha cambiado, lo hacen en virtud de que en los grupos Tantauco participan el coordinador académico del centro, Harald Beyer, el consejero Oscar Godoy y el investigador Salvador Valdés. Los más escépticos sostienen que la relativa cercanía del CEP a Piñera, se debe sólo «a que es el único candidato del sector».

 Hay un punto

 En este contexto las reacciones a los comentarios de Fontaine y Sierra fueron recibidas con ópticas diversas en RN y la UDI, pero con una premisa única: que si el gobierno hubiera tenido reales intenciones de aprobar el proyecto sobre fideicomiso ciego, se habría evitado cualquier discusión acerca de cuáles son las empresas que Piñera debiera incluir o cuáles no, y los reales alcances de la normativa.

Así, el diputado gremialista Julio Dittborn, una de las figuras que se dijo podría ingresar al comando en reemplazo de Pablo Longueira, señaló que «sí hay un punto que el CEP ha levantado que no deja de ser importante, que es que si vamos a vivir en los próximos años un período en que va a haber legislación que va a afectar la industria de la televisión de manera importante, obviamente, el Presidente de la República no debiera ser dueño de uno de los canales. Porque tiene, evidentemente, un conflicto de interés. Por lo tanto, yo creo que éste es un tema a debatir».

Aunque aclaró que dicho debate «se acabaría, y no existiría si la Concertación le pusiera urgencia al proyecto de fideicomiso ciego legal y tuviéramos que discutirlo y votarlo, porque eso zanjaría toda esta discusión». Pero añadió que «obviamente,  la Concertación no quiere hacerlo, porque quiere seguir enrostrándole a Piñera que no separa la política de los negocios». A diferencia de quienes centran la polémica en el tema del pluralismo, Dittborn cree que no tiene sentido este debate, pues «eso está garantizado».

«Yo creo que es válido el punto del CEP y, probablemente, el mismo Sebastián Piñera en algún momento, a lo mejor, reevalúa el hecho de no haber incorporado a Chilevisión en el conjunto de empresas que estarían en este fideicomiso ciego voluntario», concluye.

En el piñerismo se mostraron sorprendidos por los comentarios de Fontaine y Sierra y centraron el tema en la libertad de expresión que, según sostienen, es «evidente que Chilevisión es el canal más pluralista que hay, ¡porque no hablemos de TVN!, dicho hasta por los propios trabajadores» de la estación. Tan sorprendidos se sintieron que incluso una fuente del entorno cercano al empresario aseguró que le iban a pedir al CEP, a través de Beyer, que les explicaran el sentido de los dichos de su director.

En una actitud más incendiaria otra fuente del piñerismo planteó que se le está pidiendo demasiado a Piñera, ya que «es candidato no más pues, todavía no es presidente, cómo quieren que venda desde ahora». Y agrega que «con lo que le gusta el billete (a Piñera) lo del fideicomiso voluntario es un gran logro».

Por otro lado, en el entorno del candidato se cuestionan el origen de las críticas. En este escenario, una fuente se pregunta si «ellos hablan por sí mismos o en representación del CEP, porque dudo que sea lo segundo».

 

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