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La “guzmanización” del juez Madrid

El primer magnicidio de la historia de Chile tiene varias aristas que van más allá del proceso mismo. En La Moneda ya tenían un libreto preparado para el caso, pues habían sido informados por los consejeros del CDE de que Madrid alistaba procesamientos, aunque no se sabía de quiénes. En los tribunales, en tanto, pese a que algunos de sus superiores lo han respaldado, se comenta sobre la díscola actitud del juez respecto a las señales de cautela emanadas de los Supremos.


Hace aproximadamente tres semanas, en el Gobierno, a través de varios consejeros del Consejo de Defensa del Estado (CDE), se enteraron que el ministro Madrid dictaría encausamientos en un caso judicial que tenía en vilo a la clase política desde enero pasado, por la repercusión que tendría la confirmación del primer magnicidio en la historia de Chile sobre la agenda de la campaña presidencial. Por su parte, la familia Frei fue informada de los hechos del proceso por su abogado querellante, Álvaro Varela.

Sin embargo, nadie sabía quienes serían exactamente los procesados y sólo trascendían nombres sin confirmar.

Aunque el magistrado mantuvo en secreto la fecha de los procesamientos hasta unos días antes de dar el golpe, la información pudo servir para que se preparara una agenda comunicacional acorde. De hecho, luego del funeral de Víctor Jara, el jueves 3 de diciembre, el sábado 5 el candidato presidencial de la Concertación, Eduardo Frei, levantó una propuesta sobre la necesidad de anular la Ley de Amnistía.

Una fuente que labora en el área de comunicaciones de La Moneda aseguró a El Mostrador que efectivamente en Palacio existía un discurso preparado y memorizado por Bachelet y sus ministros respecto de la decisión judicial sobre el asesinato de Frei Montalva con al menos dos semanas de anticipación. Dicha estrategia, en todo caso, contemplaba no pegarle a la derecha directamente, ya que el dictamen del juez Madrid hablaría por sí solo. El resto lo harían los partidos.

Sin embargo, la misma fuente matiza el asunto señalando que los gobiernos siempre adelantan escenarios para estar preparados ante cualquier eventualidad y que el dictamen sólo se asumía como probable, no como seguro.

El estilo díscolo

Entre los abogados del caso y en los pasillos de los tribunales, incluso entre los propios colegas de Madrid de la Corte de Apelaciones de Santiago, ya se habla sobre las repercusiones extra judiciales que traerán los procesamientos a una semana de la elección presidencial más incierta de los últimos 20 años.

También lo hacen los ministros de la Suprema, quienes desde la semana pasada ya comentaban sobre la posibilidad de que esto fuera analizado como un acto de favoritismo hacia uno de los candidatos, y se veía con preocupación que la oposición los acusara de intervencionismo electoral.

Y si bien tanto Piñera como Enríquez-Ominami le brindaron apoyo a la familia Frei el lunes 7, lo cierto es que se instaló una nueva expresión en los tribunales para definir la oportunidad y criterio usado por Madrid para dictar su resolución: la “guzmanización”.

Este concepto apunta a establecer una analogía con el ex ministro Juan Guzmán, el primero que sometió a proceso a Pinochet. Guzmán se caracterizó por un comportamiento díscolo e independiente respecto de los superiores y en más de una oportunidad recibió un tirón de orejas de la Suprema.

De hecho, no es muy común que un magistrado desde el estrado de su tribunal de una conferencia de prensa para explicar las convicciones a las que llegó, como también para dejar en claro que la fecha de su decisión nada tenía que ver con las elecciones presidenciales de este domingo.

«Se toman las decisiones independientemente de lo que esté ocurriendo en el país”, dijo Madrid ante las preguntas de los periodistas presentes en el lugar.

Pocas horas antes, el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Jorge Dahm, había salido a defender la oportunidad de la resolución de Madrid: “Nuestro Código Procesal Penal establece que no existen ni días ni horas inhábiles, de tal modo que todos los días y todas las horas son hábiles», declaró.

De todas formas, expresiones como “minuto de fama” y “se dio un gustito”, ya quedaron instaladas entre abogados que aplanan los pasillos de los tribunales.

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