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La cuña de Piñera que destapó la competencia en el gabinete

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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La frase que algunos perciben sólo como de “buena crianza” que el mandatario le lanzó a Joaquín Lavín durante la inauguración del año escolar, al recordarle que Bachelet llegó a La Moneda tras pasar por un ministerio difícil, despertó un tema que, por prematuro que parezca, ya preocupa en la derecha. Tanto en RN como en la UDI, sobre todo entre estos últimos, están conscientes de que cuatro años pasan rápido y es necesario comenzar desde ya a perfilar a un candidato. A continuación algunas cartas que se podrían potenciar desde el gabinete, si el gobierno hace bien las cosas.


Después de los últimos cuatro años de gobierno de la Concertación, parece haber quedado en la retina de la derecha que este período es muy corto y pasa volando. De ahí que -aunque se diga que aún es muy pronto para saberlo- ya comenzaron las apuestas por los presidenciables que pudiera levantar el gabinete de Sebastián Piñera.

El Mandatario fue el primero en alertar sobre el tema. Al hacerle ver a Joaquín Lavín que si cumple con las tareas y plazos que se le han encomendado podría repetir la historia de Michelle Bachelet, el ojo clínico de varios analistas comenzó a trabajar. Los nombres de Rodrigo Hinzpeter, Juan Andrés Fontaine y el ex alcalde de Santiago, entre otros menos conocidos como Felipe Kast, comienzan a perfilarse aunque tímidamente.

“El año 2000, cuando asumía el ex Presidente Ricardo Lagos, otra ministra también recibió, con un plazo muy perentorio, el mandato de terminar con las colas en los hospitales y esa ministra terminó siendo Presidenta”, le recordó Piñera a Lavín, el pasado lunes, durante una ceremonia de inicio del año escolar.

[cita]El comentario de Piñera a Lavín les sacó una sonrisa de satisfacción a algunos dirigentes de la UDI pero a otros no les cayó bien.[/cita]

Así, fue el propio Mandatario quien echó a correr la bola. Y si bien el comentario les sacó una sonrisa de satisfacción a algunos dirigentes de la UDI a otros no les cayó del todo bien. Entre sus socios de Renovación Nacional creen que esas sólo fueron “palabras de buena crianza” para animar al ex alcalde, porque -como era de esperar- no renuncian a que el sucesor del jefe de Estado emerja de sus filas.

Un analista del sector incluso advierte que llegado el momento, RN tratará de imponer a su presidenciable de todas maneras. Por eso es que le baja el perfil a los a la frase de Piñera e insiste en que “RN la va a pelear, no puede entregarse rápida ni menos anticipadamente”.

EL DELFÍN DEL PRESIDENTE

Partiendo de la base de que “todo dependerá de cómo lo haga cada ministro” y que por eso es “prematuro” asegurar que alguno de ellos podría llegar a ser candidato, el “olfatímetro” ya está operando. De hecho, en el entorno de Piñera dan una idea bastante clara sobre quienes podrían aspirar a aparecer. “Las figuras salen del Estado. Es difícil inventar a alguien nuevo”, se indica. La señal parece ser que, lo que se ve hasta ahora, “es lo que hay” y de allí tendrá que salir el próximo abanderado.

[cita]“Las figuras salen del Estado. Es difícil inventar a alguien nuevo”, aseguran en el entorno de Piñera.[/cita]

Y no es para menos, pues a unos pocos días de instalado en La Moneda, Rodrigo Hinzpeter surge como un potencial presidenciable. En su sector dicen que el brazo derecho del mandatario “se podría destapar, todo depende de cómo lo haga”.

Según el analista político Patricio Gajardo, el ministro del Interior tiene varios plus en relación a sus compañeros, porque es uno de los pocos políticos que integran el gabinete. “Es hábil, tiene  una relación de confianza con Piñera, lo que le da una autonomía de la que no goza el resto”, subrayó Gajardo.

Además, a diferencia de Pablo Longueira y Andrés Allamand, excluidos del gabinete, la cercanía del Presidente con Hinzpeter, “le va a dar un espacio de lucimiento personal que podría terminar posicionándolo” como presidenciable.

Sobre todo, porque el tema de la seguridad ciudadana es particularmente sensible, afirma Gajardo y previene: “para que el ministro del Interior se luzca, el Presidente tiene que reinar”, en una relación como la que “tuvo Lagos con José Miguel Insulza”.

El analista de la Universidad Central Daniel Contreras coincide en parte con Gajardo. Tiene la convicción de que el futuro de Hinzpeter dependerá de la evaluación que la gente haga de él en materia de delincuencia. Por lo que su figura irá creciendo, dice, “en la medida que se vean logros” en este ámbito. Pero insiste en que al menos los dos primeros años de gobierno la valoración que se haga de los ministros en general y, particularmente, de aquellos que pudieran ser percibidos como presidenciables, “estará supeditada al cumplimiento de los objetivos, porque la actual coyuntura va a marcar al gobierno y la agenda presidencial de Piñera”.

¿EL AVE FENIX?

Quien políticamente hablando parece tener un desafío más difícil a ojos de los expertos es Joaquín Lavín. Si bien es el más político del gabinete, a juicio de algunos su trayectoria podría jugarle en contra. Un sector de la UDI no lo descarta como eventual presidenciable e incluso lo ve como una posibilidad, aunque ese mismo grupo hace una mirada realista de su situación, consciente de que el ministerio que le tocó “no es fácil”. Quienes en el gremialismo no pierden la esperanza de verlo en La Moneda algún día, creen que para eso es primordial que haga un buen papel en Educación. En RN, en cambio, piensan de plano que “ya pasó su hora”.

En esta línea, Patricio Gajardo lo descarta como figura presidencial. A juicio del experto, Lavín “es una figura que ya cumplió un ciclo en materia de liderazgo”. El experto explica que el ex alcalde “tiene una impronta distinta dentro del gabinete y rompe el esquema impuesto por Piñera, porque tiene un liderazgo más emocional, más del estilo Bachelet. Y este pretende ser un gobierno más pragmático, técnico”. En este contexto, una candidatura de Lavín constituiría -dice- “un retroceso”, ya que las dos postulaciones previas le habrían provocado un “desgaste evidente”.

A diferencia de Gajardo, Contreras ve en Lavín un buen aspirante. Estima que ya ha probado su “capacidad de gestión en distintos cargos públicos” y “el hecho de haber sido ya candidato presidencial” le da una experiencia que nadie más tiene en el actual gabinete.

Sin embargo, reconoce que el riesgo que enfrenta en la cartera de Educación no es menor y que su futuro político dependerá de su desempeño. De fracasar, evalúa, sería “un costo político alto” para el ex alcalde.

Por otra parte, recuerda que ningún candidato presidencial ha salido de esta cartera. Asimismo, estima que si Lavín destaca podría resultar en un tercer intento presidencial.

SEMILLERO

En este escenario, Gajardo advierte que “si el gobierno es exitoso va a poder generar nuevos liderazgos” sin la necesidad de recurrir a figuras como la del ex alcalde. Entonces, no sería exagerado pensar que a poco andar, el gabinete se transforme en un verdadero semillero.

De esta forma,  surgen nombres que para el analista podrían dar verdaderas sorpresas. Para Gajardo, Juan Andrés Fontaine es una figura que no habría que perder de vista. Estima que si el ministro de Economía logra cumplir los difíciles compromisos asumidos por Piñera en esta área, como el crecimiento económico, y sacar adelante el proceso de reconstrucción, “se podría transformar en una carta interesante”. Ello porque la cartera debería tomar un protagonismo que no tuvo en los gobiernos anteriores incluso por sobre Hacienda, debido al terremoto.

En esta línea, los analistas coinciden en que el diseño y la coyuntura le restarán protagonismo a esta última cartera, dirigida por Felipe Larraín.

Gajardo incluso recuerda que a excepción de Hernán Büchi ningún otro titular de esta secretaría de Estado, ha sido candidato presidencial en la era pos 89’. La razón, precisa, se debe a que en el actual escenario, la microeconomía cobrará especial relevancia en los ciudadanos, mientras que la macro “no va a tener el mismo impacto visual” que en administraciones anteriores.

Cuando se habla de semillero, surgen espontáneamente nombres como el de Ena von Baer y Felipe Kast. Si bien los analistas coinciden en que en esta pasada ambos son muy jóvenes, Gajardo subraya que la vocera “lo está haciendo muy bien” y que ha mostrado una cierta habilidad y manejo, pero que todavía queda mucho por delante para ser categórico.

Respecto a Kast, el experto aclara que “si es exitoso en temas como la superación de la pobreza” podría empezar a tomar protagonismo. Por otro lado, estima que si bien Mideplan no ha sido anteriormente una cartera con demasiada presencia pública, en este período, al menos los dos primeros años del gobierno de Piñera, sí la tendrá.

Un analista de la derecha recuerda que el ministro más joven del gabinete cuenta con una familia que lo respalda en materia política, pero tiene dudas acerca de que la UDI -hay que recordar que no es militante de la tienda- la abriera las puertas para aventurarse en una carrera presidencial.

DESDE LA OPOSICIÓN

Un analista de la Concertación  estima que, tal como se han dado los hechos, “Piñera y su entorno están convencidos que una carta probable es Hinzpeter”. A eso se debería que el Mandatario lo haya puesto “en un cargo estratégico, aunque peligroso”.

La idea dice del Jefe de Estado, dice este analista, cobrará especial relevancia con esta “movida” ya que busca mostrar “que su estilo se mantiene”. A su juicio, el círculo más próximo al Presidente pretende potenciar al ministro del Interior como un liderazgo enérgico, que “se ha formado al alero del propio Piñera”.

En este contexto precisa que “otros pueden tener ganas, pero no espacio” para potenciarse. Entre ellos, menciona a Lavín, quien, en su opinión, siempre será un “potencial presidenciable”, pero se le hará muy difícil en el ministerio que encabeza.

Para el experto de oposición, las carteras en que más se lucen los ministros son Obras Públicas, Hacienda y Salud, pero en ellas -dice- Piñera tuvo el resguardo de colocar a figuras que no tienen agenda política. Porque especialistas como Larraín o Felipe Morandé “sólo tomaron este desafío como una forma de completar sus carreras profesionales”.

En cuanto a Felipe Kast, el analista coincide con Gajardo en que es una figura “interesante” y que “podría ser un buen candidato”, pero sólo “si la UDI tomara la decisión de mirar para abajo”, aludiendo al hecho de que el gremialismo no parece dispuesto a abandonar la idea de levantar figuras como la del propio Lavín, Pablo Longueira o Evelyn Matthei.

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