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Senadores de oposición dan la espalda a Fulvio Rossi y deciden apoyar iniciativa de Andrés Allamand

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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La propuesta de autoría del senador socialista parece tener los días contados, aunque el legislador no la retirará, pese a que ya no cuenta con el respaldo de Isabel Allende, Ricardo Lagos Weber, Guido Girardi ni Alejandro Navarro. Todos ellos renunciaron a continuar apoyando la idea y así se lo comunicaron al presidente de la Cámara Alta. Y pidieron “prioridad legislativa” para el proyecto Acuerdo de Vida en Común del legislador de RN. Los parlamentarios respondieron a presiones de la Iglesia Evangélica.


Sólo dos meses alcanzó a durar la vida útil del proyecto sobre matrimonio homosexual, presentado el 3 de mayo por el senador socialista Fulvio Rossi. Si bien en esa oportunidad fue respaldado por un grupo de parlamentarios del mundo progresista de la Concertación, quienes suscribieron la iniciativa e incluso defendieron las diferencias entre éste y el de uniones civiles de autoría del RN Andrés Allamand. Bueno, después de tanto debate acerca de quién es más o menos progresista, los legisladores que en un primer momento lo apoyaron hoy anunciaron el retiro de su patrocinio, a través de una carta enviada al presidente de la Cámara Alta, Jorge Pizarro.

Lo cierto es que desde que la propuesta ingresó a tramitación generó un fuerte debate y no sólo político. El aspecto valórico de la iniciativa pasó a ser lo más importante. Pero lo más increíble de esta historia es que aunque todas las iglesias se oponían al proyecto, resultó ser la Evangélica la que terminó doblándole la mano a un grupo de senadores progresistas.

Quienes suscribieron la misiva, en que se le informa al presidente del Senado que retirarán sus respectivas firmas del proyecto, son los senadores Isabel Allende, Ricardo Lagos Weber, Alejandro Navarro y Guido Girardi.

Demás está decir que en el entorno del senador Rossi aseguran que está “indignado” con lo sucedido y que no se va a dejar “amedrentar” ni va a aceptar “presiones indebidas” departe de ninguna iglesia. Por lo demás, dicen quienes han conversado con el parlamentario, estima que “es una mala señal” el que sus pares se hayan dejado influir para tomar esta drástica decisión. También está la ironía, según fuentes de la Concertación, de que no haya sido la Iglesia Católica la que, pese a sus presiones, haya logrado que los senadores reconsideraran su posición, sino la Evangélica. Lo que se explica, dicen algunos, por “la evidente pérdida de poder del catolicismo en el Chile de hoy”.

En uno de los párrafos de la misiva, los senadores explican la, para otros, inexplicable decisión. “Sin embargo, así como hemos recibido opiniones favorables respecto a la posibilidad de abrir una necesaria discusión a partir de esta iniciativa, también hemos tenido la posibilidad de intercambiar puntos de vista con actores sociales relevantes como las iglesias y pastores del mundo evangélico, a nivel nacional y regional, quienes nos han manifestado su oposición a dicha propuesta y nos han hecho ver lo conveniente que hubiera sido que antes de presentarla hubieran existido espacios de interlocución suficientes que posibilitaran una mirada jurídica y valórica más amplia”, reza parte del documento.

En el entorno de algunos de los senadores que suscriben la carta, explican que los parlamentarios terminaron entendiendo que habían cometido un error al suscribir el proyecto, incluso al ingresarlo a tramitación, sin haberlo socializado antes con el mundo civil, particularmente la iglesia. Pero si se decidió escuchar a la Iglesia Evangélica antes que a la Católica, fue por el peso electoral que en algunas zonas del país está ganando la primera. Particularmente en el Sur y en Región Metropolitana.

A río revuelto…

Pero el tema y, mucho menos la polémica, termina a aquí. Fuentes del Congreso sostienen que Rossi se comunicó con el presidente del Senado para asegurarle que no retirará el proyecto, de su autoría. Y que está dispuesto a continuar la tramitación aún cuando los patrocinantes hayan tomado la decisión de no respaldarlo. En algunos sectores del bloque opositor sorprendió la decisión, porque “mal que mal, lo más probable era que no fuera aprobado y que nunca llegara a ser ley. Pero si había un compromiso con el proyecto habría que haberlo mantenido”, dice un diputado del mundo progresista. Para otros el punto no sólo es de “convicciones”, sino también de “imagen política, porque lo que están haciendo parece poco serio”.

Pero quien sí debe estar sacando, por fin, cuentas alegres es el senador de Renovación Nacional Andrés Allamand. Con esta decisión se le despeja, finalmente, el camino a su propia iniciativa, el Acuerdo de Vida en Común. De hecho, en la misiva, los parlamentarios que abandonaron a Rossi, y a juicio de algunos críticos de esta medida “también sus convicciones”, adelantan que entregarán su apoyo al AVC del parlamentario oficialista que, hasta este momento, estaba en serios aprietos para soñar siquiera con la aprobación de su iniciativa que, palabras más o menos de parte del Ejecutivo, en La Moneda no había intenciones serias de patrocinar.

Según lo confirma la propia carta, “como nos interesa de verdad que se produzca este debate, promoveremos al interior del Parlamento y con el Ejecutivo que pueda darse prioridad en la discusión legislativa a la iniciativa propuesta por el senador Andrés Allamand que busca regular la figura contractual denominada Acuerdo de Vida en Común, Boletín 7011-07, presentada el 29 de junio pasado de manera de enfrentar y resolver aquellas materias relacionadas con la vida de las parejas de hecho en aspectos patrimoniales”.

De hecho, ya durante la semana hubo acercamientos informales entre Allamand y algunos de los senadores que suscriben la misiva. Con esto también se destensiona la propia Concertación, pues éste era un punto más en que la Democracia Cristiana no coincidía con sus socios de coalición.

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